El uso combinado de dos técnicas de diagnóstico como la medición del nivel de la hormona anti-Mülleriana y la distancia ano-genital, puede dar lugar a un diagnóstico más preciso de la endometriosis. Así lo afirman María Teresa Prieto Sánchez y sus colaboradores, investigadores del Departamento de Ginecología y Obstetricia del Hospital Virgen de la Arrixaca, de la Universidad de Murcia (UMU) y del Instituto Murciano de Investigación Biomédica (IMIB).
La endometriosis es una enfermedad crónica dependiente de estrógenos. Se caracteriza por la aparición y alojamiento de nódulos de tejido endometrial funcional, es decir, el tejido expulsado durante la menstruación, en lugares inusuales. Afecta aproximadamente al 10% de mujeres en edad fértil, pero su detección es tardía en la mayoría de casos. El diagnóstico puede retrasarse entre 5 y 10 años desde la aparición de los primeros síntomas. Actualmente, uno de los pocos métodos precisos para encontrar estos nódulos de tejido es mediante laparoscopia, una técnica quirúrgica que permite ver la cavidad abdominal. Nuevas investigaciones tratan de estudiar marcadores o “señales” precisas para detectar esta enfermedad de forma temprana y no invasiva. Esto podrá ayudar a la detección temprana de la enfermedad, sin la necesidad de que la paciente pase por quirófano sin un diagnóstico previo y certero.
Combinación de nuevos marcadores
En los últimos años han sido estudiados de manera separada la efectividad del análisis de marcadores como la hormona anti-Mülleriana (AMH) y la distancia ano-genital (AGD) para el diagnóstico. Investigadores de Murcia, decidieron combinar estos marcadores para valorar el aumento de fiabilidad a la hora de predecir la presencia de esta afección. Esta técnica combinada permite abarcar todos los tipos de la enfermedad.
Los resultados indicaron que la combinación de unos niveles bajos de AMH y una AGD más corta parecen predecir de forma más precisa la presencia de endometriosis que su análisis de forma separada. Concretamente, las pacientes con AMH menor y una AGD más cortas fueron 17.40 y 3.72 veces más propensas a padecer la enfermedad, respectivamente.
La endometriosis: una enfermedad cada vez más apoyada
Hoy, 14 de marzo, es el Día Mundial de la Endometriosis. Son numerosos los síntomas asociados a la endometriosis que, consecuentemente, puede llegar a ser una enfermedad incapacitante e invalidante. Entre ellos, se encuentran los periodos menstruales dolorosos, el dolor durante y después del sexo y dolor en el intestino o bajo abdomen pudiéndose irradiar a otras zonas como espalda baja o la pelvis. A pesar de ello, existen casos asintomáticos. También se han estudiado casos de infertilidad como consecuencia directa de la enfermedad.
No existe, por el momento, cura para la enfermedad, sin embargo, los médicos proponen tratamientos que ayudan a paliar el dolor. Suelen ser medicamentos como analgésicos, tratamientos hormonales y cirugía.
Corporaciones como la Asociación Endometriosis España (AEE) y la Asociación de Afectadas de Endometriosis Estatal (ADAEC) brindan apoyo a las mujeres que sufren esta enfermedad, dándoles voz y ayuda para, principalmente, mejorar la calidad de vida de las pacientes.
Además del apoyo de estas asociaciones y la necesidad de una mayor concienciación social, debido a las características de esta enfermedad, se precisan estudios profundos de nuevos métodos de diagnóstico y tratamiento. La combinación de los dos marcadores, AMH y AGD, supone un gran avance a la hora de detectar esta enfermedad de forma no invasiva. Debido a que el número de pacientes fue relativamente pequeño (57 mujeres con endometriosis y 93 sin esta condición) y, además, existió sesgo en la selección y medición, los investigadores insisten en la publicación de su investigación, que se necesitan, de cara al futuro, más estudios para corroborar los resultados actuales.