Un estudio español propone un tratamiento que podría reducir el daño cerebral por ictus

El estudio sugiere que la inhibición de la enzima AMPK mediante pequeñas vesículas extracelulares podría ofrecer una nueva vía terapéutica contra el ictus isquémico

Alrededor de 120.000 personas sufren un ictus cada año en España y aproximadamente 25.000 mueren a causa de ello, según datos del Ministerio de Sanidad. La incidencia de esta enfermedad es mayor en personas de más de 55 años, por lo que el envejecimiento en curso de la población resultará en un aumento de los casos. No obstante, la edad no es el único factor de riesgo. De hecho, en los últimos años ha habido un aumento del 40% en la incidencia de ictus en adultos jóvenes. Ante esta realidad, el desarrollo de tratamientos que reduzcan sus secuelas tiene el potencial de mejorar la calidad de vida de millones de personas en el mundo. La investigación realizada por grupos del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago y del Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular e Enfermidades Crónicas (Santiago de Compostela) va en esta dirección. Si bien aún está en fase experimental, los resultados son prometedores: los roedores tratados experimentaron una reducción del 70% en el tamaño de su lesión cerebral, lo que supuso una clara mejoría en sus capacidades sensoriales, motoras y neurológicas.

El estudio, publicado recientemente en la revista Metabolism, señala que la clave de esta terapia pionera es la inhibición de la enzima AMPK, una molécula que detecta las necesidades energéticas de las células y regula su metabolismo. El agente inhibidor se administra por medio de pequeñas vesículas extracelulares (sEVs, por sus siglas en inglés) de estructura membranosa y tamaño nanométrico. Estas vesículas actúan como pequeños receptáculos naturales capaces de transportar en su interior variedad de componentes celulares. Esto las convierte en una pieza importante de la comunicación celular y en una herramienta efectiva para la administración dirigida de fármacos o moléculas terapéuticas.  

Cabe aclarar que, aunque la estrategia ha demostrado eficacia en modelos animales, aún quedan años de investigación antes de que pueda evaluarse en humanos. Según estimaciones, las pruebas clínicas podrían tardar entre 5 y 8 años en comenzar. Alberto Ouro Villasante, autor principal del estudio, advierte que “es difícil predecir con exactitud los plazos”. Factores como el acceso a financiación, la aprobación regulatoria y los avances tecnológicos “podrían acelerar o ralentizar este proceso”.

La elección de una terapia que pretende regular la enzima AMPK no fue azarosa, se basa en un fenómeno conocido como la “paradoja del fumador”. Se ha observado que quienes fuman pueden tener mejores tasas de recuperación tras un ictus isquémico. Es importante resaltar que esto no significa que fumar sea beneficioso. Por el contrario, el tabaquismo es uno de los factores de riesgo principales de ictus. A través de esta investigación, fue posible demostrar que el efecto neuroprotector del tabaco radica en la nicotina. Los riesgos a la salud asociados a esta substancia hacen que su uso clínico sea inviable. De aquí surge el interés por comprender cuáles son los mecanismos detrás de esta neuroprotección.

Estudios anteriores parecían indicar un vínculo entre la nicotina y la inhibición de la enzima AMPK. Para demostrar esta relación, el equipo administró nicotina y un compuesto activador de la enzima AMPK (AICAR) a roedores. Los efectos neuroprotectores observados gracias a la nicotina desaparecieron. Este resultado confirmó la hipótesis de que la reducción de daño cerebral asociada a la “paradoja del fumador” se debía a la inhibición de la enzima AMPK. Impulsados por emular dicho efecto, evitando los riesgos de la nicotina, este grupo desarrolló esta terapia pionera con sEVs, para la cual ya han solicitado el registro de una patente.

De momento los resultados son alentadores, pero aún quedan muchos desafíos para su aplicación en humanos. Desde garantizar su seguridad, eficacia y escalabilidad hasta evaluar posibles efectos adversos a largo plazo. Uno de los primeros pasos es probar la terapia en modelos más representativos de la población afectada. Mientras que los ensayos preclínicos publicados fueron realizados en animales jóvenes, “la mayoría de los pacientes que sufren un ictus son personas mayores con comorbilidades, lo que puede influir significativamente en la eficacia de cualquier terapia neuroprotectora”, subraya Ouro Villasante. Es por ello que futuros estudios incluirán modelos más representativos.

Querer es poder, la XIX Conferencia Bengoa sobre políticas alimentarias

El seminario organizado por la UA ha captado la atención de más de 70 personas, entre profesores, estudiantes y profesionales

Miguel Ángel Royo Bordonada, docente e investigador de la Escuela Nacional de Sanidad y presidente de la Asociación Madrileña de Salud Pública, presentó, en la XIX Conferencia Bengoa de la UA, su ponencia, que analiza el pasado, presente y futuro de las leyes y políticas alimentarias en España. A juicio del ponente, las políticas adoptadas no han sido realmente efectivas hasta el día de hoy, pero pueden llegar a serlo.

Cartel informativo XIX Conferencia Bengoa «Políticas alimentarias en España: querer es poder». Fuente: Universidad de Alicante

La conclusión a la que se llegó es que se conocen las medidas que mejor funcionan y tienen un aval científico. Además, Royo mostró cómo esas medidas, incluso las que tenían que ver con el incremento de precios, eran apoyadas por la población. Por lo que, tal y como nombró su conferencia, solo falta querer, para poder.

Las leyes alimentarias se pueden dividir según el problema al que afectan: control de precios, informativas, alegaciones y reformulación. En España, pese a que existen leyes y programas o estrategias destinadas a estos efectos, es uno de los peores países en aplicación de estas leyes en toda la UE, según explicó Royo. Este tipo de normativas son, en su mayoría, de autorregulación en España, contó Royo, lo que deriva en un bajo o mal control y una deficiente aplicación real. La estrategia más conocida, la NAOS, ha tenido efecto casi nulo, por lo que aún queda mucho por trabajar, aseguró el investigador. 

Royo interpeló a los asistentes:¿y por qué no se llevan a cabo las políticas necesarias? Pregunta que él mismo respondió: “Por intereses comerciales”. Las empresas no solo tienen más poder y dinero que muchos estados, sino que tienen el poder de influir en los propios gobiernos, apostilló.

Según explicó el investigador, a nivel autonómico sí que existen ejemplos que han sido de utilidad, como es el caso de Cataluña. En esta región, se aplicó una política de control de precios respecto a las bebidas azucaradas, los impuestos subieron en un 5%. Las gráficas demuestran un descenso en el consumo de estas bebidas, tal y como mostró Royo. Asimismo, se ha demostrado, en diversos estudios, que el control de precios es la política que más afecta al consumo.

El marketing alimentario, por otro lado, supone un problema a juicio del experto porque es muy difícil de contrarrestar. Se calcula que cada niño, en España, recibe una media de 1.200 impactos de publicidad alimentaria al mes. Las campañas de marketing social son muy pequeñas en comparación con el marketing de la industria alimentaria, destacó Royo. Aparte del marketing social que impulse una alimentación saludable, a juicio del investigador, deben aplicarse políticas y normativas que defiendan a las personas más vulnerables, la infancia.

La malnutrición es la primera causa de morbilidad y mortalidad en el mundo. Sin embargo, dirigir las acciones para prevenirla a los factores individuales es muy poco efectivo, según el presidente, quien señaló que las causas son tanto poblacionales, como sociales y ambientales.

Para tratar esas causas, conocidas como determinantes comerciales de la salud, las políticas alimentarias son una gran baza, explicó el investigador. Estas políticas pueden atacar a los sistemas de producción y distribución, a la relación entre gobernantes e industria y a la publicidad y el marketing detrás de estos productos, que a juicio del experto constituyen los tres pilares a cambiar.