Investigadores del CSIC predicen que un cambio en el paisaje alteraría el hábitat de la especie.
Un equipo de investigación de la Estación Biológica de Doñana ha demostrado que la posibilidad de liberalización de la Política Agraria Común (PAC) afectará a la distribución del buitre negro, una especie carroñera típica del ecosistema mediterráneo. La PAC es una política de la Unión Europea que pretende garantizar a los agricultores un nivel de vida razonable mediante la concesión de ayudas, apoyo en el mercado y desarrollo rural. “La liberación de la PAC supondría una reducción de las ayudas y subvenciones a agricultores y esto conllevaría un aumento del abandono de tierras y una sucesión natural de la vegetación”, ha apuntado Isabel García Barón, una de las autoras de la investigación.
“En esta situación, las tierras abandonadas se transformarían con el tiempo en bosques maduros”, ha comentado. “Esto beneficiaría el hábitat de cría del buitre negro, pero quedaría afectado su hábitat de forrajeo, es decir, la probabilidad de conseguir alimento, ya que el conejo, importante en su dieta, estaría menos disponible en este tipo de hábitat”, ha añadido.
El estudio se centra en el empleo de diferentes modelos socioeconómicos de previsión de abandono de tierras. Su objetivo es evaluar cómo se verá afectada la distribución de esta especie en 2040. “Los modelos nos dicen que el cambio de la PAC será crucial para ver transformaciones en el paisaje que afecten al buitre negro”, ha agregado la investigadora.
El mantenimiento de la PAC en la línea actual no provocaría el abandono de tantas tierras ya que se mantendrían las ayudas. “Sin embargo, hay otros factores, como los incendios forestales o la presencia de depredadores, que también pueden afectar al hábitat de cría y forrajeo del buitre negro y que es preciso estudiar”, explica la experta. García-Barón ha apuntado que aunque el buitre negro vería afectado su hábitat de forrajeo con la proliferación del bosque maduro, sus movimientos amplios le permitirían recorrer distancias largas para conseguir alimento. La investigadora ha explicado que los incendios forestales mejorarían el hábitat del conejo, ya que existirían más zonas libres de vegetación en las que el conejo podría vivir.
Aunque según los modelos nuevas áreas se vuelvan aptas para albergar estas especies, es probable que “la colonización no ocurra a corto o medio plazo”, ha concluido la investigadora. El trabajo es de “gran importancia” ya que es “la primera vez que se hace este tipo de estudios con una especie carroñera, y también, amenazada” y además, se tiene en cuenta “la biología de la especie”.
El estudio, que ha contado con la financiación de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta de Andalucía, ha sido realizado por un equipo de investigación de la Estación Biológica del Doñana, centro del CSIC. El trabajo se ha publicado en la revista Diversity and Distribution y cuenta con la colaboración de centros de investigación de cuatro países europeos.