Tras la publicación del Plan de Protección de la salud frente a las Pseudoterapias, Moreno expone su descontento por la forma en que no se prioriza la educación como herramienta de lucha contra las prácticas médicas sin evidencia científica
Para la catedrática y también investigadora de la Universidad de Valencia Carolina Moreno la iniciativa, a pesar de ser tanto interesante como necesaria, carece del fuerte enfoque educativo fundamental para que las medidas propuestas por los Ministerios de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y de Ciencia, Innovación y Universidades funcionen.
El plan consta de 13 páginas y finaliza con la consideración de nuevas aportaciones por parte de diferentes sectores implicados, de colegios profesionales sanitarios y de sociedades científicas, por lo que la coautora del estudio de investigación “Perfil sociodemográfico del usuario de la homeopatía en España» no ha dudado en dar la opinión que le merece el contenido del documento. “Creo que el problema de las falsas terapias es precisamente que se rodean de falsa ciencia, por lo que considero que la campaña que se tendría que hacer tendría que estar más orientada a la educación y a mostrar que un gránulo de azúcar ni cura, ni mejora ningún problema de salud, más allá del efecto placebo”, afirma la también directora del proyecto ScienceFlows. De igual manera, Moreno explica que el error fue vender en farmacias este tipo de productos incluso después de todos los estudios llevados a cabo y cuando “deberían haberse vendido en hipermercados, como el resto de suplementos y vitaminas”.
Este y otros errores son los que el Gobierno busca enmendar con cada una de las 4 líneas de acción planteadas, abarcando desde el desarrollo de nuevos sistemas de información a la ciudadanía hasta la modificación de varios reales decretos para detener la publicación y promoción de productos, actividades o servicios que no cuenten con la debida autorización de comercialización. Otro enfoque interesante es el del ámbito educativo, pues se busca incorporar e impulsar en los programas de formación universitaria “los principios de conocimiento y de la evidencia científica.” De esta manera, se pone en marcha un proceso no solo de verificación de titulaciones ya existentes sino que también de modificación de los programas educativos oficiales de los futuros profesionales de la salud.
Aunque ya se han pronunciado algunos detractores, el futuro del plan es relativamente incierto. Se trata de un proyecto todavía en construcción, abierto a modificaciones y cambios, por lo que no se establece aún dentro de él ningún tipo de sanción para quienes no cumplan con la nueva normativa propuesta. La idea que sí comparten investigadores como Carolina, es que a pesar de no saber si las medidas cumplirán o no con su objetivo, su implementación constituirá un “fenómeno interesante para analizar”.