JOSÉ LUIS TODOLÍ TORRO: “Hacer transferencia consiste en trasladar soluciones a la sociedad de forma que la inversión realizada revierta en beneficio de todos”
El secretariado de transferencia de conocimiento de la Universidad de Alicante –UA- promueve hasta 700 proyectos entre entidades públicas y privadas, vinculados a la UA, que repercuten en una mejora del tejido socioeconómico de la provincia de Alicante, en temas tan diversos y actuales como la Inteligencia artificial, la salud, o el medio ambiente.
José Luis Todolí Torro es licenciado en Química y catedrático de la UA en el Departamento de Química Analítica, Nutrición y Bromatología de la Facultad de Ciencias desde el año 2002. Es coautor de 130 artículos, noventa por ciento de los cuales se han publicado en revistas internacionales; ha obtenido 3 patentes internacionales y en 2023 recibió el premio de la transferencia de Tecnología por parte del Grupo de Ciencias y Tecnología Bioanalíticas (GCTbA) de la Real Sociedad española de química (RSEQ). Actualmente, aparte de sus funciones docentes e investigadoras, es director del Secretariado de Transferencia de Conocimiento de la UA.
En relación con su cargo ¿Podría explicar en qué consiste el secretariado de transferencia de conocimiento de la UA?
Básicamente consiste en valorizar todos los hallazgos y el conocimiento nuevo que se genera en el entorno de un grupo de investigación. La investigación básica se efectúa mayoritariamente con fondos públicos, para encontrar soluciones a problemas aún no resueltos. ¿Qué sucede? Que, una vez encontradas esas soluciones, es justo que la sociedad que ha cubierto los gastos de estos desarrollos sea beneficiaria de los mismos. Entonces mediante la oficina de transferencia de conocimiento trasladamos esas soluciones a la sociedad, de tal forma que la inversión realizada, finalmente revierte en beneficio de todos.
¿Cuáles son los ejes de actuación y qué actores sociales están implicados?
La transferencia de conocimiento va dirigida tanto al sector privado como al público. En el sector privado tenemos empresas, asociaciones empresariales, clusters, fundaciones, federaciones, etc. Y en el sector público, hospitales, ayuntamientos, mancomunidades, diputaciones, asociaciones de ciudadanos, que requieren de los servicios de algún grupo de investigación de nuestra universidad con objeto de conseguir esos beneficios tecnológicos; competitivos en el caso de las empresas, o sociales, medioambientales en el caso de las instituciones públicas.
En el programa institucional Innova UA, se potencia la transferencia de tecnología hacia el mundo empresarial. ¿Podría citarnos algún ejemplo de este tipo de transferencia tecnológica que repercuta también en beneficios sociales?
Estamos ahora trabajando en un proyecto basado en la sensorización de camillas para ambulancias. Son camillas autónomas, o sea, que no van a jugar un papel pasivo, sino que será activo y cuidarán de la persona a la que estén llevando. Ese podría ser un ejemplo. Otro ejemplo relacionado con las ciencias de la salud es la impresión 3D de estructuras de interés para el ámbito médico. Por ejemplo, la impresión de un sistema circulatorio, de tal forma que el médico tiene un esquema de lo que sería ese aparato. Tenemos también aplicaciones informáticas que permiten verificar el estado de salud general de la persona. En otro sentido, todo lo que tenga que ver con medio ambiente, con movilidad sostenible, ciudades inteligentes, economía circular, etcétera.
Actualmente muchos pueblos de la provincia de Alicante están explorando la manera de hacer más eficiente el reciclaje de residuos. En relación con esa tecnología aplicada al medio ambiente a la que usted se ha referido. ¿qué transferencia de conocimiento es la que repercute en una mejora del medio ambiente?
En ese sentido, creo que lo primero es cambiar la visión que se tiene sobre los residuos. Donde la sociedad ve residuos, nosotros vemos materia prima, de tal manera que la sociedad debe comprender que toda la materia que se envía al vertedero es materia que puede tener un valor. En nuestra Universidad tenemos grupos de investigación que trabajan en ese ámbito, por ejemplo, en la valorización de residuos alimentarios, de residuos plásticos, de residuos metálicos, etc. En el parque científico de Alicante tenemos cuatro empresas que trabajan en el ámbito de la economía circular, que es un concepto económico y ambiental que se basa en la idea de reducir, reutilizar, reciclar y regenerar los recursos y materiales utilizados en la producción y el consumo. Por ejemplo, una de ellas recicla materiales multicapa, es decir, los materiales del Tetra Brik. Toma los plásticos, el cartón, el aluminio, y separa esas capas; toma la parte plástica y la reutiliza. Hay otra empresa que fabrica plástico a partir de almidón y otra que recicla siliconas.
Donde la sociedad ve residuos, nosotros vemos materia prima, de tal manera que la sociedad debe comprender que toda la materia que se envía al vertedero es materia que puede tener un valor.
En septiembre de 2018 nace UA divulga, que es la unidad de Cultura Científica e innovación, cuyas funciones son hacer comprensibles el valor del trabajo científico a la sociedad, potenciar la cultura científica y su interés por parte de la ciudadanía. ¿Cómo se lleva a cabo este proceso?
Se trata de acercar la ciencia a la sociedad ¿Cómo se materializa? Pues en primer lugar acercando el campus de nuestra universidad al público en general. Por ejemplo, mostrando actividades relacionadas con la ciencia preparadas para un público no experto, como se hace en la “Nit europea de la ciencia”. La última edición contó con más de 5000 asistentes. Esa es una de las vías. Otra actuación es “La UA va al cole” en la que profesores de la universidad se desplazan a los centros de educación primaria y secundaria para promover ese interés por la ciencia. Hay otras actuaciones relacionadas con ponencias de investigadores, etcétera.
Usted tiene una dilatada experiencia como investigador. ¿Le ha sido útil para el desempeño de sus funciones en el cargo?
Sí, sí me ha servido. Yo conozco bien la vida del personal que investiga, los problemas que tiene, porque yo mismo los he sufrido en mis propias carnes, las barreras y las dificultades a las que se enfrentan para dar a conocer un hallazgo determinado. Por otra parte, hay que tener en cuenta que en mi carrera he colaborado mucho con empresas. En mis más de 20 años de experiencia, he establecido contratos de investigación básica, financiados con fondos públicos y privados, por tanto, conozco bien tanto el ámbito público como el privado.
¿Cuál es el trabajo que más satisfacción personal le ha producido estando en su cargo?
Voy a tratar de ser breve, porque podría enumerar muchas satisfacciones. Bajo nuestra aportación, hemos conseguido firmar más de 700 contratos entre la universidad y las empresas e instituciones públicas. Dentro de la Oficina de Transferencia de Resultados e Investigación -OTRI- hemos innovado en la protección de resultados, las patentes, modelos de utilidad, y sido pioneros en los secretos industriales. Hemos logrado más que duplicar el número de empresas de nuestro parque científico y dinamizado la cooperación entre grupos de investigación de la Universidad de Alicante y las empresas vinculadas a dicho parque científico. Por último, en el itinerario de formación de UA emprende, hemos creado o contribuido a crear programas de formación en emprendimiento avanzado materializados en más de 50 proyectos, que han dado lugar a empresas que hoy día están funcionando bien, creadas a partir de estudiantes emprendedores.
Por contra, ¿Cuáles han sido las mayores dificultades que se ha encontrado en el desempeño de su cargo?
Sí, sin duda alguna, la dificultad estrella es la burocracia. Es muy difícil ajustar los tiempos de respuesta de la universidad a los tiempos de respuesta de las empresas. Claro, nosotros somos una entidad pública sin ánimo de lucro y estamos sujetos a los procedimientos administrativos que deben seguir los cauces legales, procedimientos que el ámbito empresarial no son necesarios. En ese sentido, los tiempos de respuesta son más lentos en la administración, si bien hemos hecho progresos y por ejemplo se han simplificado algunos de los procedimientos de contratación gracias a la plataforma digital de la universidad.
La Ciencia Ciudadana es la participación activa del público en proyectos científicos, contribuyendo con datos, observaciones y análisis para la investigación, o simplemente teniendo conocimiento de lo que se investiga. ¿Qué opina usted de este movimiento?
Es necesario porque la sociedad tiene que saber lo que se investiga e implicarse. Se debe despertar el interés por la ciencia. Es un proceso colectivo. Por ejemplo, si un investigador está muy centrado en su investigación, quizá debe haber alguien más desde la Universidad o desde el entorno de su grupo de investigación que se encargue de dar a conocer esos conocimientos y los divulgue. Los medios de comunicación son muy importantes para ayudar a difundir el conocimiento. Nosotros tuvimos la suerte de ser entrevistados en el programa de «Órbita Laika» de la 2, que sería el buque insignia de la divulgación en España, con una audiencia para ese día de 1,5 millones de espectadores. ¿es mucha audiencia o es poca? deberíamos pensar que es mucha audiencia, pero en realidad es poca, si queremos llegar al máximo público.