Carlos Perez Vidal, profesor de Ingeniería de sistemas en la UMH: «Cultivar la transversalidad, la adaptabilidad y las habilidades blandas es clave para tener éxito en el campo de la robótica»
Actualmente, el mundo está dominado por la tecnología y esta avanza a pasos agigantados. En este escenario, la robótica se alza como un pilar fundamental de la innovación y también de la eficiencia. El profesor de la Universidad Miguel Hernández de Elche, Carlos Pérez Vidal, combina su extensa experiencia académica con una pasión por la innovación en el campo de la robótica y la automatización industrial.
Desde su incorporación al Departamento de Ingeniería de Sistemas y Automática de la UMH en el año 2001, Carlos ha desarrollado una carrera distinguida tanto en educación como en investigación, donde actualmente dirige un grupo de investigación que se enfoca en la vanguardia de la robótica y la automatización industrial. Además de su labor investigadora, participa activamente en numerosos proyectos con colaboraciones externas y con diversas empresas donde realiza proyectos significativos financiados por la Comisión Europea.
¿Cómo surgió su interés en la robótica y qué le llevó a especializarse en dicho campo?
Desde pequeño siempre quise ser ingeniero, es vocacional, pero mi contacto con la robótica no fue significativo hasta mucho después. Estudié en la UPV en Valencia y, aunque tuve algunas asignaturas y prácticas en robótica, no me apasionó de inmediato. Después de unos años comencé con el doctorado, y todo cambió cuando realicé una estancia de investigación en el DLR, la agencia espacial alemana. Allí trabajé con el robot Justin, un humanoide con doble brazo, y eso me encaminó hacia la manipulación bimanual o bioinspirada en robótica, porque es parte de la ingeniería se inspira en cómo se hace biológicamente. Cómo resolver un conjunto de problemas técnicos y de ingeniería para que un conjunto de robots comparta espacio de trabajo de forma cooperativa.
¿Qué aplicaciones prácticas tienen los robots en la industria?
La robótica es muy amplia porque el tipo de robot es muy amplio. Puedes tener desde robótica móvil, como los coches autónomos, un robot antropomórfico que sea de tipo industrial que hace soldaduras, un robot de tipo pórtico que vendría a ser una grúa portuaria, pero que en realidad actúa como un pórtico en movimiento que tiene capacidad de alzar un contenedor y desplazarlo de un sitio a otro o incluso introducirlo dentro de un barco. Entonces, la robótica como tal es muy diversa y tiene muchas áreas. También hay que incluir los robots quirúrgicos y aeroespaciales que cada una tiene una aplicación además de una problemática y un enfoque distinto.
Y en cuanto a dichas aplicaciones, ¿usted también añadiría la domótica que se encuentra en el interior de los hogares?
La parte de domótica es la automatización de la vivienda. Por lo tanto, el control de la iluminación, las persianas o incluso la climatización, son mecánicas orientadas al tipo de control domótico, por lo que considero que no se encaja del todo correctamente con la definición de robótica. Para mí, la robótica sería más la parte en que existiera físicamente un robot que hace determinadas tareas interaccionando con su entorno. Quizás en un futuro podría existir este robot antropomórfico en nuestras casas, que actúe como un asistente para hacer determinadas tareas del hogar. Se trataría de un robot móvil con un brazo y con capacidad de prepararte un café y llevártelo al salón o algo por el estilo. Pero creo que todavía estamos un poco lejos de este hito debido a nuestra capacidad tecnológica y por el precio de esa tecnología.
¿Qué desafíos específicos considera que se presentan al implementar robots dentro del hogar?
Los principales desafíos en el hogar son tecnológicos y económicos. Aunque hay robots de doble brazo que pueden realizar tareas como plegar ropa, estas soluciones están en fase de investigación y son costosas. Además, los robots actuales carecen de la capacidad tecnológica para interactuar de manera segura y efectiva en entornos domésticos no controlados. Técnicamente nos estamos acercando a ese tipo de robot como el que está desarrollando ahora Tesla, que presentó hace unos meses o el de Boston Dynamics, que tiene una robótica muy desarrollada: ese tipo de perro que tiene un brazo y que puede agarrar cosas, abrir puertas y desplazarse. La capacidad tecnológica aún no permite que estos robots sean accesibles ni prácticos para el uso diario en hogares comunes.
También el robot ATLAS, ¿cierto?
Cierto, este robot es muy impresionante, te puede dar hasta una voltereta si así lo configuras. Técnicamente estamos llegando a ese punto con la inteligencia artificial con el uso de ChatGPT y todo este tipo de inteligencia generativa. Ahora mismo le está dando un valor añadido a los robots. Pero claro, ese tipo de robot tiene un precio prohibitivo, que muy pocos bolsillos son capaces de costear. La universidad tiene un robot antropomórfico que no tiene patas sino unas ruedas para poder desplazarse, por lo que no podría subir escaleras y tendría serias limitaciones.
Vista la variedad de tipologías de robots, ¿Qué tipos existen en términos de manipulación y de desplazamiento?
Existen diversas tipologías de robots, como los cartesianos, que pueda ser de cadena cinemática abierta única o que pueda tener un conjunto de cadenas cinemáticas haciendo un robot paralelo. Eso atendiendo a su topología. También puede ser antropomórfico o no, quiere decir que el robot recuerde al aspecto de un humano, como la presencia de un brazo. Dentro de esta categoría podríamos distinguir dos tipos de robots, uno que sería el industrial, que es el habitual en las fábricas de automóviles, etcétera y desde hace unos años a esta parte hay una nueva tecnología de robots colaborativos que pueden compartir espacio con humanos sin causarles daño. Esto abre un nuevo abanico de posibilidades en la industria y a nivel doméstico en el futuro, ya que permitirá que una persona pueda estar en el mismo lugar que el robot en cuestión y que además esté diseñado para no causarle ningún daño.
¿Qué está desarrollando su grupo de investigación en la actualidad?
Parte de lo que hacemos está relacionado con robots bimanuales, se trata de un robot que tiene dos brazos y tiene que hacer alguna tarea coordinando los dos brazos de forma que ninguno colisione ni con el operador ni con el entorno. También nos enfocamos en la manipulación de objetos deformables, como textiles y cuero, utilizando visión artificial para estimar y compensar deformaciones. Básicamente nosotros nos tenemos que mover entre proyectos, hay alguien externo que lo financia, ya sea una empresa o una entidad pública y si sale adelante y nos conceden el dinero para hacer esa actividad nos ponemos en marcha. Tenemos una estrecha colaboración con la UPV y hemos hecho proyectos con patentes colaborando como por ejemplo en el sector agrario, industrial y médico.
¿Se refiere al proyecto para una producción más eficiente del azafrán? ¿Cómo se fraguó esta colaboración?
Partimos de una financiación por parte de una empresa muy grande a nivel nacional que dedica muchos recursos a hacer investigación y pruebas en el campo, invirtiendo mucha tecnología en el proceso y nos contrató para hacer desarrollos de visión artificial y automatización de procesos. El proceso de recogida del azafrán es una labor muy artesanal que requiere mano de obra poco cualificada y se quería actualizar para hacerlo más intensivo, productivo, eficiente y técnico. Al final, desarrollamos una patente de todo el diseño del invernadero con el sistema de riego, de cómo la planta es monitorizada con visión artificial y de cómo se extrae el estigma y su posterior clasificación.
En la actualidad, estamos realizando pequeñas modificaciones en el sector calzado y textil para eliminar algunos procesos rudimentarios y hacerlos más eficientes con un mayor control de calidad del producto final.
¿Cómo ha evolucionado la visión artificial en la robótica?
La visión artificial ha revolucionado los procesos industriales desde finales de los años 90. Ahora es común en control de calidad y automatización. Tecnologías como la visión hiperespectral permiten detectar contaminantes en alimentos, lo que abre nuevas posibilidades.
¿Cuáles son las tecnologías emergentes más prometedoras en la robótica?
La robótica y la visión artificial están transformando gradualmente la industria. Comparo esto con el salto radical que ha representado ChatGPT y la inteligencia artificial generativa, que permite crear imágenes a partir de un simple prompt, algo inimaginable hace unos años. Aunque veo distante la posibilidad de tener robots antropomórficos en casa para tareas de ayuda, el avance de la inteligencia artificial generativa me hace pensar que quizás no está tan lejos y un avance significativo podría hacer que en poco tiempo esto se vuelva común y deje de parecernos extraño.
¿Qué desafíos técnicos y éticos enfrenta la robótica hoy en día?
Un desafío ético clave es el dilema del tranvía en la conducción autónoma, donde las decisiones morales serán cruciales. En la robótica colaborativa, las normativas europeas ya establecen parámetros para evitar daños, pero la conducción autónoma en espacios abiertos plantea dilemas más complejos que requieren una revisión por parte de las autoridades competentes.
¿Cómo ve el futuro de la robótica en la industria y la sociedad de aquí a 10 o 15 años?
La integración de IA en todas las industrias es previsible y progresiva. Sin embargo, algo realmente disruptivo podría ser la popularización de robots avanzados como el ATLAS de Boston Dynamics. La sociedad debe adaptarse a estos cambios, que pueden resultar traumáticos para algunos, pero sin duda beneficiosos para la sociedad.
¿Qué habilidades deben desarrollar los estudiantes para alcanzar el éxito en robótica?
En el mundo de la ingeniería hay que abrirse a cultivar la transversalidad, la adaptabilidad, las habilidades blandas y tener una sólida capacidad investigadora. Estas cualidades son la clave para tener éxito en el campo de la robótica. Considero que son un conjunto de habilidades especiales y recursos mentales que permitirá al alumnado desarrollarse en el futuro. También la capacidad de negociación y la capacidad de comunicación son recursos que sumados todos ellos te permiten solucionar los problemas y desafíos que presenta este campo.