El estetoscopio, 200 años acompañando al médico

Un homenaje al instrumento que le ha devuelto el poder al médico

El Instituto de Historia de la Medicina y de la Ciencia López Piñero (IHMC) conmemoró el pasado 22 de febrero el 200 aniversario del estetoscopio, que  desde su invención en 1816, ha ocupado un lugar especial en los consultorios. El seminario fue coordinado por el profesor Joan Llorent, miembro activo del instituto y se contó con la participación de tres destacados médicos, quienes dedicaron sus charlas a diversos aspectos del emblemático instrumento.

La primera ponencia estuvo a cargo de José Luis Barona, profesor de historia de la ciencia del IHMC. El experto explicó cómo el estetoscopio contribuyó al desarrollo de la medicina, modificando las prácticas médicas, la organización de los hospitales y la relación entre el médico y el paciente. “Fue un descubrimiento muy importante, ya que por primera vez había algo que permitía conocer el interior del cuerpo humano sin necesidad de abrirlo, de poner en riesgo la vida”, comentó Barona.

José Luis Barona: “El estetoscopio permitió al médico escuchar y ver el interior del cuerpo humano”

Por su parte, Melisa Van Drie compartió con los asistentes el trabajo de investigación post doctoral que realiza en la Universidad de Cambridge. Un estudio centrado en los métodos didácticos que se utilizan en medicina para aprender a escuchar: “El estetoscopio permite escuchar la música del cuerpo humano, pero hay que aprender a distinguir la variedad de sintonías.” Para ello, explicó Van Drie, en la carrera de medicina se utilizan recursos como grabaciones, libros y clases prácticas, en las que se imitan y se representan los sonidos de la respiración, simulando tanto las que son “normales” como las “anormales”, es decir, cuando existe enfermedad.

A través de una video conferencia, Jacalyn Dufin, catedrática de la Queen’s University en Ontario Canadá, ofreció una interesante charla sobre el curioso origen del estetoscopio y cómo ha sido su evolución durante la historia de la medicina. “El primer prototipo del estetoscopio era una libreta de notas enrollada, esto permitió a Marie-Hyacinthe Laënnec, su inventor, acercarse a escuchar los latidos del corazón de una paciente enferma, sin tener que poner la cara tan cerca de su pecho, que en es caso concreto, resultaba un poco bochornoso”, relató Dufin.

A 200 años de su invención, el estetoscopio sigue ocupando las primeras páginas de los libros de texto de medicina y es, sin lugar a dudas, un símbolo distintivo de los profesionales de la bata blanca.

Beatriz Pascual Alonso

Una estrategia lúdico-pedagógica que permite develar a niños y jóvenes colombianos su diagnostico de VIH-SIDA

La tercera convocatoria de experiencias significativas del Colegio colombiano de psicólogos seleccionó el trabajo de la investigadora Ana Maria Trejos, de la Universidad del Norte

Ana Maria Trejos, es una nobel doctoranda en psicología. Recientemente es noticia al ser seleccionada su investigación doctoral como una experiencia exitosa colombiana por parte del Colpsic (Colegio colombiano de psicólogos). Este organismo, en su tercera versión en el año 2017 seleccionó esta novedosa intervención que permite mediante estrategias lúdicas combinada con elementos pedagógicos entrenar inicialmente a padres y al equipo de salud para develar diagnostico a los niños y jóvenes que conviven con el VIH_SIDA. Y finalmente preparar al niño o joven para asumir la revelación de su condición.

El equipo evaluador  consideró que reúne requisitos  esta iniciativa de revelamiento, por ser una  estrategia novedosa, efectiva y adaptada al contexto colombiano. Un aspecto que tiene en cuenta la convocatoria de este año, es que permite valorar y destacar aquellas propuestas  que favorezcan la difusión del conocimiento disciplinar. Los evaluadores reconocen la actuación psicológica, lo que favorece hacer preponderante el posicionamiento de la profesión y permitir las posibilidades de cooperación de forma horizontal en el país.

Ana María Trejos comentó: “Este modelo de revelamiento, fue validado en el año 2004 en jóvenes de 12 años en San Juan de Puerto Rico. Por ello, adapté el modelo bajo un esquema cognitivo-lúdico a niños y jóvenes. Aquí, los niños, me hacían preguntas muy interesantes y retadoras…Qué van a hacer ellos con tanta frecuencia a los centros de atención en salud, que aquí las llaman instituciones prestadoras de salud (IPS) y porqué debían de tomar tantos medicamentos…si sus amigos de la misma edad no tomaban medicinas…..”. Por eso, a partir de estas expresiones era necesario diseñar una estrategia lúdica e innovadora para develar el diagnóstico.

La psicóloga Ana María Trejos, es una joven investigadora preocupada por los niños con VIH-SIDA

La estrategia desarrollada por la Doctora Ana María Trejos, tiene por nombre “DIRE”. El modelo se estructura en cinco componentes:

  1. a) Educación a los profesionales de salud acerca del modelo de revelamiento
  2. b) Educación a los padres de los niños y jóvenes
  3. c) Educación para niños y adolescentes que conviven con VIH-SIDA
  4. d) El proceso de revelamiento (cómo decir a los niños a cargo del equipo de salud entrenado o de los padres)
  5. e) Finalmente, el proceso de evaluar el revelamiento y valorar el cumplimiento terapéutico y la condición de ajuste emocional

Esta estrategia dispone de material de apoyo compuesta por libros para entrenar y enseñar al equipo de salud (médicos, enfermeras, psicólogos) y a los padres, cuentos para niños y un inventario de preguntas y respuestas que los padres denominan: “cuestiones dolorosas”; por ejemplo se abordan los miedos, mitos y temores con respecto a la muerte, la enfermedad y el tratamiento. Para apoyar la estrategia pedagógica  y lúdica dirigida a los niños se han diseñado modelos que permiten enseñar que es el virus del VIH, que es una célula del organismo defensora (CD4 o linfocitos) y cómo los medicamentos se acoplan estilo nave espacial para enseñar el mecanismo de actuación de los fármacos en el cuerpo humano.

Materiales diseñados por Ana Trejos, que permiten el entrenamiento en el modelo DIRE

Es preciso señalar que esta estrategia surgió a partir de un estudio, en el cual Ana María investigó la  calidad de vida de niños y niñas afectadas y convivientes por VIH-SIDA en cinco ciudades colombianas. Este estudio la Doctora Trejos detectó que “los profesionales de salud y los padres o cuidadores de los niños afectados expresaban miedos, temores y dudas frente a revelar el diagnostico, a qué edad se debería realizar este procedimiento de revelación y desconocían cómo hacerlo sin causar dolor y angustia”.

La Doctora Trejos comenta que esta estrategia se ha implementado con personal de salud previamente capacitado por ella en algunas instituciones de salud de las ciudades de Barranquilla y Santa Marta.  Sin embargo, aún falta que la mayoría de los centros de salud de estas dos ciudades  que manejan estos niños y jóvenes estén entrenados en este modelo. Por ello, ella considera que al ser denominada una estrategia exitosa, le permitirá mayor difusión del modelo en el país y en la región.

Figuras para enseñanza lúdica en niños y jóvenes

Nota elaborada por Rafael Tuesca Molina (Estudiante Doctorado)

 

Una de cada cien personas sufrirá cáncer debido a la energía nuclear

 Josep Ferris, médico especializado en pediatría y salud medioambiental, alerta sobre los posibles efectos de la radiación nuclear

Marcos Morales Peláez

La energía nuclear ha supuesto un enorme perjuicio durante la historia en catástrofes como la de Chernóbil o Hiroshima. Sin embargo, actualmente, la radiación a baja exposición de las centrales nucleares puede resultar igualmente nociva para nuestro organismo. Así lo defendió Josep Ferris, médico especializado en pediatría y salud medioambiental, el pasado jueves 23 de febrero en la conferencia L’envellida nuclear de Cofrents: un perill. Según el científico, esta exposición podría llegar a provocar cáncer en una de cada cien personas.

Fotografía de los conferenciantes. En el centro de la imagen, Josep Ferris, y en la derecha de la misma, Jordi Bigues. Marcos Morales Peláez.

 

El médico, junto con Jordi Bigues –periodista  y ecologista–, ofreció una visión alarmante del peligro que suponen la centrales nucleares para la salud de la sociedad. Los conferenciantes alertaron sobre el papel de los elementos nucleares como agentes cancerígenos y la especial afectación por parte de público infantil. Describieron, además, el carácter bioacumulativo de este tipo de materiales en los organismos vivos y cómo este afecta a la correcta división de las células.

Los especialistas realizaron, también, un recorrido por la historia de la central de Cofrents desde su final puesta en marcha en 1984. Este reactor fue construido dentro del plan energético nacional de 1975 –el cual planeaba construir 37 reactores de los cuales tan solo se construyeron 10 gracias a la oposición social–.

Los ponentes destacaron la riada sucedida en 1983, donde, además de la trágica muerte de nueve trabajadores, esta central sufrió daños que podrían haber ocasionado una catástrofe similar a la de Fukushima. Ambos criticaron el sistema de actuación frente a un suceso de estas medidas por parte de las instituciones públicas y el peligro que esto supone.

El acto, organizado por la plataforma Tanquem Cofrents en el Centro de Cultura Contemporánea l’Octubre contó con decenas de asistentes.

Fotografía de los asistentes a la conferencia L’envellida nuclear de Cofrents: un perill. Marcos Morales Peláez.

Marcos Morales Peláez. Máster en Historia de la Ciencia y Comunicación Científica.

 

Una burbuja colosal se extiende por la nebulosa de Orión

Astrónomos del CSIC observan una región de la Vía Lactea con el telescopio ALMA, en Chile

La Gran Nebulosa de Orión se estaría transformando químicamente a ojos vista, por vientos estelares emitidos por las cuatro estrellas de El Trapecio. Todo ello según los resultados de una investigación internacional realizada mediante el sofisticado telescopio ALMA, en Chile, liderada por el grupo Astromol del CSIC, con participación del Observatorio Astronómico Nacional (OAN) y del Instituto de Radioastronomía Milimétrica (IRAM). Los resultados del estudio fueron publicados en junio de 2016 en la revista Nature en un artículo titulado «Comprensión y ablación de la nube foto-irradiada de la Barra de Orión«.

dentro de la nebulosa de orion

Detalle de la zona de Orión estudiada con el radiotelescopio ALMA, y que se conoce como La Barra de Orión.

Los astrónomos del CSIC estudian la dinámica de la Gran Nebulosa de Orión, (un conocido objeto visible a simple vista, especialmente, en los cielos invernales del hemisferio norte o en los veranos del hemisferio sur), combinando observaciones de diversos telescopios con las ondas de radio recibidas, también de la nebulosa, mediante  ALMA. Para ello han concentrado sus esfuerzos en una zona de la nebulosa conocida como «La Barra de Orión» en la que la transición se aprecia más claramente.

Javier R. Goicoechea, investigador principal,  explica: «El objetivo del estudio es averiguar cómo influye esta retroalimentación de la nube hacia su entorno, para saber si su efecto es negativo, destruyendo la nube por ionización; o si es un efecto positivo, que con la radiación ultravioleta induce una serie de procesos físicos complejos, calentando el gas, aumentando su presión, comprimiéndolo y formando grumos.»

Estudiando la distribución y el estado del hidrógeno y de otros elementos químicos en la nebulosa, se habría observado que una gran onda expansiva, una onda de alta presión, estaría propagándose por la Gran Nebulosa de Orión, avanzando según se extienden los efectos de la luz ultravioleta emitida por unas estrellas supergigantes azules que se encuentran en su interior. Estas jóvenes estrellas son conocidas como El Trapecio, (observables con un pequeño telescopio de aficionado). La radiación emitida por estas estrellas estaría afectando al estado y a la composición química del gas de esta gran nube, que mide casi 25 años luz de diámetro.

Según Goicoechea: «Orión es interesante porque es la región de formación de estrellas masivas más cercana que tenemos.» La nebulosa de Orión se compone, principalmente, de hidrógeno. Este elemento está formado por un protón, que está en el núcleo, y un electrón ubicado en una especie de nube que rodea a ese núcleo. Se lleva comprobando en laboratorios de la Tierra desde el siglo XIX, que la radiación ultravioleta es capaz de alterar no solo al átomo de hidrógeno, sino también a los otros elementos de la tabla periódica. La forma en la que interactúa esta radiación se puede medir u observar en función de la radiación que emita el átomo de hidrógeno una vez es sometido a ella. También se puede saber si esos átomos no han sufrido estas radiaciones en absoluto. Precisamente es eso lo que se mide en la nebulosa, tanto por medios ópticos como, en este caso, observando y analizando las ondas de radio mediante ALMA. Lo que se observa es en qué estado se encuentra el hidrógeno en diversas zonas, con el fin de determinar hasta dónde ha llegado la onda expansiva de los efectos de la radiación ultravioleta sobre el gas de la nebulosa. Por eso se ha decidido observar la Barra de Orión, que tiene muy marcadas las zonas por las que van penetrando estos efectos de la luz ultravioleta.

Así, se ha medido la distribución del hidrógeno y otros elementos y moléculas en la Barra, analizando el estado en que se encuentran, para determinar la expansión de los efectos de la radiación ultravioleta, que se extienden como una gran burbuja que no para de crecer no sólo ahí, sino por toda la nebulosa. También se han detectado grumos de materia que estaría quedando atrás, como resultado del barrido que van produciendo los vientos estelares en los materiales que componen la nube. Se ha estudiado si estos grumos podrían dar lugar a la formación de nuevas estrellas en el futuro, con un resultado negativo, ya que no tendrían la masa necesaria como para ello, aunque sí que parece que tienen probabilidades de mantener a salvo diversos compuestos químicos en su interior. Es conveniente decir que hasta la fecha se han detectado multitud de moléculas en la nebulosa de Orión y en otras de las que pueblan la galaxia Vía Láctea.

Hay también datos sobre la velocidad de expansión de los efectos de los vientos estelares en la composición química de la nebulosa, y parece que sería cercana a la velocidad del sonido, sin sobrepasarla.

Un objeto al alcance de los entusiastas de la Astronomía

Los astrónomos siempre han dirigido su vista hacia Orión, quizá la constelación más hermosa del cielo. Visible desde ambos hemisferios de la Tierra, ha dejado improntas en casi todas las culturas que ha habido en nuestro planeta. Después de Galileo Galilei, el segundo astrónomo que miró a las estrellas con un telescopio fue Nicolas-Claude Fabri de Peirsec. Y descubrió ahí, en 1610, la Gran Nebulosa de Orión.

Cualquiera puede observarla, bajo cielos limpios y oscuros. Esto es debido a que no está demasiado lejos del planeta Tierra, tan solo a la vertiginosa distancia de 1.350 años luz. En realidad es una distancia pequeña si se compara con el tamaño de la Vía Láctea, nuestra galaxia: 100.000 años luz de diámetro. Miles de astrónomos aficionados de todo el mundo la observan cada noche, de agosto a mayo, con sus prismáticos y telescopios, esperando ansiosos a que los ilumine con su tenue luz fantasmal.

En el interior de la nebulosa está El Trapecio, un cúmulo de cuatro estrellas muy jóvenes. Es muy conocido por los aficionados a la astronomía, ya que hasta los niños buscan sus azuladas estrellas, cuando tienen la suerte de acceder a un telescopio. Las estrellas de El Trapecio tienen unos pocos millones de años de edad. Son recién nacidas y están en la cuna en la que han nacido: La nebulosa. Se trata de unos bebés si se las compara con nuestro viejo Sol, que ha cumplido ya los 5.000 millones de años. Estas estrellas son supergigantes, así que emiten una potente radiación ultravioleta, que transforma su entorno de forma dramática, barriendo literalmente los materiales de los que se compone la nebulosa. Las estrellas de El Trapecio llegan a alterar sus propiedades físicas y haciéndola brillar por sí misma. Este es precisamente el origen de la luz con la que se percibe la nebulosa en el cielo.


El proyecto ALMA

Hoy en día, la Gran Nebulosa de Orión sigue atrayendo a los proyectos científicos más punteros del momento, como ALMA, acrónonimo inglés que podría traducirse como Gran Estructura Milimétrica de Atacama.

ALMA es lo que, en términos científicos, se conoce como interferómetro. Se trata de una agrupación de antenas, en este caso 66, que observan las ondas de radio que llegan del espacio. Configurando y coordinando como una sola antena gigantesca -tan grande como estén de separadas las antenas individuales entre sí-, es capaz de observar con un detalle inusitado hasta ahora. Trabaja en el rango de las ondas de radio más energéticas, las milimétricas, que son absorbidas por el vapor de agua presente en la atmósfera de la Tierra. Por ese motivo se instaló en Atacama, Chile, en la desértica meseta de Chajnantor. A 5.000 metros de altitud, el aire es tan seco que casi no hay vida, apenas unos pocos animales y plantas.

ALMA puede ser operado a distancia desde cualquier lugar del mundo. Esto es útil no solo porque a 5.000 metros de altitud no se puede vivir con normalidad, sino también porque se puede trabajar con él desde los principales centros de investigación científica del mundo, no importa lo lejos que estén.

El museo Príncipe Felipe de la Ciudad de las Artes y las Ciencias presenta el taller “Frío, frío”

En el taller que ofrece el museo Príncipe Felipe de la Ciudad de las Artes y las Ciencias titulado “Frío, frío”, aprender química puede resultar muy  divertido, cuando ciertos elementos químicos son sometidos a temperaturas extremadamente bajas.

El taller forma parte del programa de talleres “La Ciencia a Escena” y está dirigido particularmente a estudiantes. Es impartido por un experto, en esta ocasión la Química Belén Pla fue la encargada de presentar los diferentes fenómenos que ocurren cuando elementos como el nitrógeno (N)  y el dióxido de carbono (CO2) son sometidos a temperaturas extremadamente bajas e interactúan entre sí.

Para muchos estudiantes la química puede resultar tediosa e incluso aburrida, pero cuando se combinan las teorías con la demostración todo puede tornarse interesante e incluso despertar curiosidad; especialmente cuando tienen en frente a un experto que a medida que explica el contenido de cada uno de los instrumentos que va a utilizar  y qué pretende hacer con ellos también los motiva a participar preguntándoles qué  creen que puede pasar.

En la primera demostración la experta infla un globo  con CO2  en su estado gaseoso, como es lógico y luego procede a freírlo con N a casi -200 ºC  convirtiendo el gas CO2    contenido en el globo en  sólido y este reduce su tamaño a medida que se congela.

De esta forma demuestra que un elemento ocupa más espacio en estado gaseoso, posteriormente al transcurrir varios minutos el CO2   recupera su estado gaseoso al estar a temperatura ambiente, volviendo a ocupar su espacio dentro del globo y de esa forma lo vuelve a inflar.

Lo mismo sucede cuando introduce una pelota de corcho en N a -196 ºC  esta se congela y al dejarla caer se quiebra como si fuera de cristal. Un huevo sometido a igual temperatura queda totalmente tieso y al transcurrir varios minutos este recobra su estado viscoso.

Pla: “Me queda mejor cuando lo cocino con N porque luego no tengo que limpiar”, bromea la Química mientras realiza el experimento del huevo, ya que a diferencia del aceite el N no deja residuos, porque a temperatura ambiente se evapora y flota sobre su propio gas.

Explicando esto de forma teórica puede llegar incluso a no tener sentido para un estudiante de secundaria  pero cuando se  puede observar mientras se explica verbalmente el resultado es completamente distinto.

Carolin E. Batista.

La Química Belén Pla durante el taller.

La incidencia del cáncer de pulmón en las mujeres ha crecido un 76% en la última década

El Grupo Español de Cáncer de Pulmón revela que los tumores pulmonares aumentan de forma desenfrenada en las mujeres

Ester de la Paz | 03/03/2017

El Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP) está formado formado  por cerca de 400 especialistas en oncología repartidos a lo largo y ancho del territorio nacional. Desde hace 26  años trabajan de forma cooperativa para avanzar en la curación de uno de los cánceres con la tasa de mortalidad más elevada. En su última reunión, han advertido un dato, cuanto menos, alarmante y peligroso: la incidencia de tener cáncer de pulmón para el género femenino ha crecido de forma desmesurada situándose en un 76%.

El crecimiento de células malignas en el tracto respiratorio da, como resultado principal, cáncer de pulmón. Este puede dividirse en dos tipos, por un lado, el cáncer de pulmón de células pequeñas y, por otro, el de células no pequeñas. En general, el cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por tumores malignos.

Tras la publicación de los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), se ha advertido un alarmante crecimiento en la incidencia del cáncer pulmonar en España. Las estadísticas muestran un pequeño incremento en la mortalidad del 2013 al 2014. En el caso de los hombres aumenta un 0,3% la incidencia, mientras que las mujeres se multiplica por casi 25 veces esa cifra, situando el aumento en un 7,4%.

Si estas cifras se analizan en el contexto de la última década se obtienen cifras más alarmantes todavía. La presencia de tumores malignos en los pulmones ha crecido un 76% en el sexo femenino. Esto es debido al aumento de las mujeres fumadoras. Es decir, hasta hace no demasiado tiempo las mujeres estaban en un segundo plano de la sociedad y ciertos aspectos de la vida estaban reservados para hombres (y mujeres valientes que les plantaban cara). Con el paso del tiempo y el empoderamiento de las mujeres, estas empezaron a realizar actividades y tener vicios destinados solo a hombres. Es el aumento de las mujeres fumadores en el último cuarto de siglo lo que deriva en un crecimiento desmesurado de cáncer de pulmón en el género femenino.

En términos generales, sin hacer distinción de géneros, el tabaco causa 1 de 4 muertes en personas adultas de entre 35 y 65 años, lo que supone un total de 51.870 muertes al año. Y, según el GECP, el tabaco provoca el 90% de los cánceres pulmonares.

 

 

Investigadores del CEBAS-CSIC desarrollan una herramienta informática para la gestión de estiércol

El proyecto LIFE+ MANEV pretende reducir la emisión de gases de efecto invernadero y favorecer la sostenibilidad de la ganadería

Investigadores del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS), perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), han creado un software para mejorar los aspectos medioambientales del tratamiento de purines. Estos residuos, resultado de la combinación de la orina del ganado porcino y el estiércol, pueden contaminar las aguas, suelos y aire si no son gestionados de una forma adecuada.

Es por ello que nace esta herramienta, con el principal objetivo de facilitar a los diferentes usuarios la elección del sistema de gestión de purines que más se adecue a sus necesidades. “Se plantean escenarios y alternativas de gestión de estiércoles para así conseguir una disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero”, asegura Mª Pilar Bernal, investigadora del CEBAS.

El funcionamiento de este software consiste en valorar las características del escenario agroganadero concreto, tales como la economía, el clima o la legislación, así como factores sociales y sanitarios. Tras ello, se hace una evaluación global que sirva de orientación a los trabajadores del sector, como son los ganaderos y los agricultores. Igualmente, se podrán beneficiar del uso de esta herramienta informática organizaciones públicas y privadas.

Este software es el resultado de la investigación llevada cabo dentro del proyecto LIFE+ MANEV, que ha consistido en la evaluación de 13 tecnologías diferentes de gestión de purín, en 8 regiones de 4 países europeos con una elevada producción ganadera de porcino. El proyecto, coordinado por la Sociedad Aragonesa de Gestión Agroambiental (SARGA), tiene como objetivo principal la protección medioambiental y la sostenibilidad de la ganadería en Europa.

La herramienta se encuentra disponible, de forma gratuita y online, en la web del proyecto: www.lifemanev.eu

José Javier Vera

¿A qué huele la ‘mineralidad’ del vino?

Estudio sobre enología liderado por investigadores neozelandeses evidencia una realidad química compleja y una construcción cognitiva basada en las experiencias previas.

Pomelo y Maracuyá. Notas cítricas, florales. Aromas a especias y, por qué no, a frutos secos y miel. ¿Pero… un vino ‘mineral’?

Desde que en los años ochenta, el reconocido crítico norteamericano Robert Parker utilizó la analogía de las piedras mojadas para referirse a un vino, las alusiones al carácter ‘mineral’ de los vinos se volvieron cada vez más frecuentes en los comentarios de cata de tintos y blancos. Sin embargo, las abundantes referencias a la ‘mineralidad’ percibida de los vinos no se han visto acompañadas de evidencia científica que expliquen la naturaleza de este concepto. ¿Qué es la ‘mineralidad’? ¿Se huele? ¿Sabe? ¿O se toca? ¿De dónde procede? ¿Qué hace que describamos verbalmente la experiencia usando términos como piedras mojadas, pizarra, y fósforos? ¿Cómo construye nuestra mente esta percepción abstracta?

La investigadora Wendy Parr, profesora de la Universidad de Lincoln (Nueva Zelanda), doctora en enología y psicología y experta en ciencia sensorial, intenta dilucidar la naturaleza de la ‘mineralidad’ percibida en el vino. En dos estudios publicados recientemente, Parr y su equipo  investigaron tres aspectos relacionados con esta cualidad: cómo influyen la cultura y el modo de percepción sobre la evaluación del carácter mineral; qué otros atributos sensoriales de los vinos están asociados a la ‘mineralidad’ percibida en ellos; y cuál es la relación entre lo ‘mineral’ y la composición química del vino. Para ello, analizaron datos sensoriales y analíticos de dieciséis vinos franceses y neozelandeses de variedad Sauvignon blanc, cepa tradicionalmente descrita como una variedad de uva rica en precursores aromáticos que otorgan al vino notas vegetales, afrutadas y en ocasiones ahumadas.

Wendy Parr, experta en ciencia sensorial de la Universidad de Lincoln, investiga cómo percibimos los aromas del vino desde una pespectiva piscológica.

Parr y sus colegas realizaron en Francia y Nueva Zelanda, una serie de degustaciones bajo condiciones controladas, donde  participaron 32 enólogos experimentados franceses y 31 enólogos senior neozelandeses. Los participantes debieron realizar cuatro pruebas. La primera prueba consistió en un test discriminante libre, donde  se le pidió a cada catador agrupar los dieciséis vinos usando los criterios que considerase pertinentes. En las siguientes tres pruebas los profesionales evaluaron para cada vino una serie de descriptores sensoriales aromáticos (cítrico, ahumado, etc.), y ‘de boca’ (acidez, astringencia, etc.), bajo tres condiciones de percepción distintas. Así, los catadores evaluaron los vinos por olfacción directa (sin degustar el vino en la boca), en modo de percepción global (catando normalmente), y con la nariz tapada, para estimular únicamente la mucosa bucal e impedir la olfacción. Tras los ensayos sensoriales, los vinos fueron analizados químicamente.

DE LA SENSACIÓN MULTI-MODAL A LA CONSTRUCCIÓN MENTAL

Al comparar las tres condiciones de percepción, los investigadores concluyeron que la ‘mineralidad’ en los vinos se percibe tanto por la nariz, como por la boca. Esto indica que el carácter mineral es percibido como un olor y funciona como una sensación multi-modal originada por la estimulación de tres sistemas sensoriales: la olfacción, el gusto y el sistema trigeminal (el ‘tacto químico’).

En cuanto a la percepción cualitativa de la ‘mineralidad’, se observaron pocas diferencias culturales entre los participantes, en términos de nacionalidad. Francia y Nueva Zelanda tienen modos de producción y estilos de vino Sauvignon blanc muy distintos. Las dos culturas también difieren en la representación social del vino, siendo Francia un país productor tradicional y Nueva Zelanda un país productor ‘joven’, lo que influye sobre las expectativas creadas en torno al producto. Pese a estas diferencias, de manera general, los profesionales de uno y otro país coincidieron en las evaluaciones cualitativas del carácter mineral de los vinos. Esto hace pensar que los participantes de ambas nacionalidades, pese a sus diferencias culturales, comparten el mismo tipo de procesamiento cognitivo para construir la percepción de ‘mineralidad’.

“La construcción mental o cognitiva de cualquier evento sensorial es una integración basada a la vez en los datos sensoriales que provienen del estímulo actual (el vino), y en un procesamiento mental de tipo top-down que involucra las experiencias previas, el conocimiento, las ideas, las emociones, las expectativas, etc.”, explica la investigadora. Evaluar algunos aspectos del vino, como el carácter mineral u otras cualidades abstractas, requiere experiencia. Sin ella, podemos tener dificultad para expresar el concepto, debido presumiblemente a aspectos sensoriales y cognitivos (memoria de reconocimiento, riqueza verbal/lingüística). “Por lo tanto, para entender la ‘mineralidad’ decidimos trabajar en primera instancia con profesionales de la industria del vino”, añade Wendy Parr.

INDICADORES SENSORIALES Y QUÍMICOS

Otro objetivo del estudio consistió en determinar a qué huele y sabe la ‘mineralidad’, y qué moléculas o elementos del vino originan e influyen su expresión.

Algunas características sensoriales de los vinos, como los aromas cítrico, ahumado, calcáreo y de grafito, se asociaron con la ‘mineralidad’. El frescor, sensación propia del sistema trigeminal, también resultó estar correlacionado positivamente con el carácter mineral. En cambio, otros descriptores de los vinos, como el aroma a maracuyá y el dulzor se correlacionaron negativamente con él.

En cuanto a su origen químico, los investigadores trabajaron sobre cuatro hipótesis. El estudio intentó determinar si la ‘mineralidad’ percibida tiene su origen en los elementos y las sales presentes en el vino, en algunos aspectos de la acidez, en el contexto sensorial creado por la ausencia de aromas varietales, o en fenómenos de reducción. Si bien algunos de los resultados son más interpretables que otros, estos demuestran en parte algunas de las hipótesis de partida. Por ejemplo, el nivel de sulfitos del vino – tanto en su forma libre como combinado a otras moléculas – es un indicador positivo del carácter mineral para ambas culturas. Pero no siempre coinciden los resultados entre profesionales neozelandeses y franceses: mientras que para los primeros algunos ácidos orgánicos del vino son predictores negativos del carácter mineral, para los galos son otros los ácidos orgánicos asociados negativamente a él. Los iones calcio y sodio también predijeron el carácter mineral del vino, pero sólo en el caso de los participantes neozelandeses.

La realidad química detrás de la ‘mineralidad’ involucra a varias moléculas que interaccionan entre ellas de un modo complejo. “La percepción del carácter mineral en el vino parece estar basada en algunos aspectos de la composición del vino que aún no entendemos, y esta percepción es similar a la de otros conceptos del vino más abstractos o de un nivel superior, como la calidad o la complejidad”, señala Wendy Parr.

Es innegable que el concepto de ‘mineralidad” es también un potente elemento de marketing inteligente, capaz de reforzar cualquier discurso basado en la exclusividad del terroir. Sin embargo, trabajos recientes de geólogos han demostrado que las rocas del viñedo no pueden impactar directamente el gusto del vino. “Aunque el argumento basado en la influencia de la localización del viñedo sobre el gusto del vino puede no ser falso, los factores involucrados no son tan simples como algunos argumentan, como el de piedras de sílex del viñedo que conferirían directamente aromas de pedernal al vino”, puntualiza la investigadora. Y añade: “debe haber muchos otros factores involucrados incluyendo el clima, el pH del suelo, etc.”. Lejos de rechazar cualquier argumento comercial, elucidar y comprender la naturaleza de la percepción de ‘mineralidad’ en el vino podría aportar elementos de reflexión para transparentar, enriquecer y matizar discursos de marketing sugerentes para el público.

Estudios como el de Parr y sus colegas – que investigan la integración y la percepción de una sensación multi-modal compleja originada por un estímulo también complejo como es el vino – se sitúan en la interfaz entre enología, psicología y neurociencia. Aunque el intercambio entre estas disciplinas es aún incipiente, algunos centros en Francia ya están conectando la neurociencia con los fenómenos enológicos. “El vino, debido a su complejidad, es un medio excitante para trabajar desde una perspectiva psicológica”, indica Parr. Y concluye: “Desde la perspectiva de la psicología, trabajar con vino y conectar los procesos psicológicos humanos con los estímulos quimiosensoriales (comida y bebida) es avanzar en la comprensión de la percepción humana del sabor y los aromas. La integración e interacción de estas disciplinas es ventajosa tanto para el campo aplicado de la enología como para las dos ciencias fundamentales, la psicología y la neurociencia”.

Raquel Calatayud

(NOTICIA EJEMPLO) Margarita Salas: “Es hora de que las mujeres científicas den un paso adelante”

La bioquímica recorre su trayectoria profesional en una charla impartida en la UMH

La experiencia investigadora de Margarita Salas ha estado influida por la figura de dos hombres. Por una parte, su mentor, el premio Nobel Severo Ochoa, quien apostó por el talento de la licenciada en Ciencias Químicas. Por otra, su marido, el científico Eladio Viñuela, con el que llevó a cabo una parte fundamental de su trayectoria profesional. El salón de actos de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela (EPSO) de la UMH ha acogido una charla en la que Margarita Salas ha recorrido los mejores momentos y los más complicados de su larga carrera como mujer científica.

El director de la EPSO, Ricardo Abadía, ha subrayado que la trayectoria de Margarita Salas ha inspirado muchas vocaciones. Una prueba de este papel motivador ha sido la presentación de la científica a cargo de uno de los estudiantes del Instituto Tháder de Orihuela. El alumno ha repasado los principales hitos científicos de Salas. Una carrera exitosa en la que también ha habido dificultades. “Antes me discriminaban por ser mujer y, ahora, también por ser mayor”, ha bromeado la investigadora.  La científica recuerda que, aunque llegó con una carta de recomendación de Severo Ochoa, su director de tesis, Alberto Sols, le reconoció con el tiempo que al principio fue incrédulo ante sus capacidades por ser mujer. Todo lo contrario que Severo Ochoa, a quien Salas ha reconocido su gratitud porque nunca la discriminó.

Después de realizar su tesis doctoral, Salas partió a Estados Unidos porque, según ha explicado, “España era un desierto científico”. Entre 1963 y 1967, su marido y ella trabajaron en el laboratorio de Severo Ochoa en la Universidad de Nueva York. De regreso a España, Eladio Viñuela y Margarita Salas comenzaron una etapa investigadora para tratar de desarrollar la biología molecular gracias a una ayuda obtenida en Estados Unidos. “Durante aquellos años, nuestros doctorandos eran todos chicos, algo que ahora ha cambiado por completo”, señala.

La bioquímica ha explicado que durante mucho tiempo se la conoció como la mujer de Eladio Viñuela, por lo que decidieron emprender caminos profesionales diferentes. “A partir de cierto momento, el hecho de ser mujer fue positivo porque lograba mayor repercusión mediática que mis colegas masculinos”, cuenta. Margarita Salas ha aseverado que los dos aspectos clave en el éxito de su carrera han sido el apoyo de su marido y su propia capacidad de trabajo: “Siempre he sido muy constate y he hecho las cosas lo mejor que he podido”.

La bioquímica Margarita Salas es uno de las mujeres científicas más importantes de España

Margarita Salas matiza que en la actualidad se vive un cambio de tendencia en el que las mujeres están muy presentes en la ciencia. Salas ha asegurado que no cree que ahora se discrimine a las mujeres a la hora de contratarlas, aunque también ha reconocido que todavía no se ha llegado a su integración en los puestos más altos: “Un ejemplo claro son las universidades españolas. Según datos de hace tres años, sólo 10 de los 76 rectorados están ocupados por mujeres, esto significa que nos queda camino por recorrer”.

“Muchas veces nos hemos echado para atrás, llevadas por motivos ligados a la maternidad o al papel de cuidadoras”, ha asegurado. Para la científica, es el momento de que las mujeres den un paso adelante: “Soy muy optimista y creo que llegaremos a ocupar puestos de gran responsabilidad en la ciencia”.

Belén Pardos

 

Principales contribuciones del trabajo científico realizado por Margarita Salas Falgueras 

  • Descubrimiento de una glucoquinasa específica para la fosforilación de glucosa en hígado de rata cuya síntesis depende de insulina.
  • Determinación de que la lectura del mensaje genético transcurre en la dirección 5′ a 3′.
  • Descubrimiento de dos factores para la iniciación de la síntesis de proteínas en Escherichia coli encargadas de la unión del formilmetionil-tRNA a los ribosomas en presencia del triplete iniciador AUG.
  • Demostración de la presencia de formilmetionina como iniciador de las proteínas codificadas por un mensajero policistrónico en un sistema de E. coli.
  • Demostración de que el triplete sin sentido UAA da lugar a terminación de la cadena polipeptídica en un sistema de E. coli.
  • Caracterización de las proteínas que forman parte de la estructura del bacteriófago ø29 y de la ruta morfogenética para su ensamblaje en la partícula viral.
  • Demostración de que la proteína p4 del fago ø29 actúa como activador de la transcripción tardía del DNA viral mediante contactos directos entre la arginina 120 de la p4 y la región C-terminal de la subunidad α de la RNA polimerasa de Bacillus subtilis.
  • Demostración de que la proteína p4 actúa como represor del promotor temprano A2c. En dicha represión se establecen los mismos contactos que en la activación del promotor A3.
  • Demostración de que la activación o represión por la proteína p4 depende de la fuerza de las interacciones RNA polimerasa-promotor. Conversión del promotor tardío A3, que es activable por la proteína p4, en reprimible, y del promotor temprano A2c, que es reprimible por p4, en activable.
  • Demostración de que la p6, que es una proteína tipo histona, coopera con la proteína p4 en la represión del promotor temprano A2c y en la activación del promotor tardío A3.
  • Caracterización de una proteína unida covalentemente a los extremos 5′ del DNA del bacteriófago ø29.
  • Demostración de la existencia de un nuevo mecanismo de iniciación de la replicación por el cual la proteína terminal libre del bacteriófago ø29 actúa de iniciadora formando un enlace covalente con dAMP catalizado por la DNA polimerasa viral.
  • Demostración de que la iniciación de la replicación del DNA de ø29 comienza en el segundo nucleotido desde el extremo 3′ y propuesta de un mecanismo de deslizamiento hacia atrás implicado en la fidelidad del proceso de iniciación.
  • Demostración de la existencia de un paso de transición en la replicación del DNA de ø29 en el que la DNA polimerasa se disocia de la proteína terminal cuando ésta ha incorporado diez nucleótidos.
  • Caracterización en la DNA polimerasa de ø29 de un dominio implicado en la actividad exonucleasa 3’→5′ y un dominio implicado en las actividades de iniciación y polimerización. Demostración de la conservación de estos dominios en varias DNA polimerasas de organismos procarióticos y eucarióticos.
  • Síntesis in vitro del DNA de ø29 utilizando la proteína terminal y la DNA polimerasa de ø29 como únicas proteínas.
  • Amplificación in vitro del DNA de ø29 utilizando la proteína terminal, la DNA polimerasa, la proteína p6 que se une a los orígenes de replicación, y la proteína SSB de ø29. Demostración de que el DNA amplificado in vitro es infectivo.
  • Las propiedades de la DNA polimerasa de ø29 (procesividad, desplazamiento de cadena y fidelidad) han dado lugar a su comercialización para amplificar DNA circular y DNA genómico lineal.

Vía revista UMH Sapiens