Desde 1993, cada 22 de marzo se celebra en todo el mundo el Día Mundial del Agua. Según las Naciones Unidas, este día conmemora la relevancia de este líquido esencial, teniendo por objetivo concienciar acerca de la crisis mundial del agua y de la necesidad de buscar medidas para abordarla. Actualmente, esta celebración también se enmarca dentro de los objetivos para el alcance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) número 6: Agua limpia y saneamiento, uno de los tantos objetivos adoptados por los líderes mundiales como parte de la agenda de desarrollo sostenible hacia 2030.
Durante esta jornada, la Fundación Oceanogràfic, representada por una de sus divulgadoras e investigadoras, la doctora Alicia Borque, tiene preparada la llegada al Saler por la mañana junto a un equipo de integrantes y voluntarios de la Fundación Oceanogràfic, en compañía de una tortuga marina de la especie Caretta caretta, también conocida como tortuga boba. Esta proviene del Área de Recuperación y Conservación de Fauna Marina (ARCA) de la Fundación Oceanogràfic, que se encontrará en las condiciones óptimas para regresar de nuevo al mar tras su paso por el centro de recuperación.
Previo a este acto, la doctora Borque realizará una charla divulgativa sobre este grupo de animales para referirse a su biología, ecología y principales problemas de conservación, en las dependencias proporcionadas por El Parador del Saler, un hotel con vistas al Parc de L’Albufera, que forma parte de la red de Paradores a nivel nacional e internacional. “La Fundación Oceanogràfic nace para reforzar y amplificar la labor que el Oceanogràfic lleva a cabo en su propósito de proteger el medio marino, aportando nuevo conocimiento, mejorando el cuidado y bienestar de los animales y, sobretodo, informando y sensibilizando a toda la sociedad”, ha añadido la doctora Borque, encargada de la actividad.
Posteriormente y una vez hayan sido devueltas al mar las tortugas, se llevará a cabo una limpieza de playa en el sector de El Saler, en compañía de los escolares del municipio de L’Eliana, además de quienes se quieran sumar a la iniciativa. A los voluntarios se les proporcionarán materiales varios para el adecuado aseo de la playa y posterior separación de los residuos. Además, los asistentes también contarán con la participación de un integrante de Global Omnium, grupo dedicado a la gestión del agua en la comunidad Valenciana, que actualmente gestiona el Oceanogràfic, el cual cerrará esta jornada proporcionando contenidos y detalles en torno al ciclo integral del agua. “Para nosotros como Fundación Oceanogràfic es muy importante que los asistentes celebren lo que nos proporciona el océano, y que entiendan también sus principales problemas. La adhesión de Global Omnium a esta actividad proporciona el cierre definitivo para completar la celebración del Día Mundial del Agua y trasladar a los asistentes la importancia que tiene para el desarrollo de nuestra vida y que comprendan que su ciclo en la naturaleza es fundamental”, ha comentado la doctora Borque.
Finalmente se otorgará un reconocimiento a su labor en está actividad a los representantes del Consell de Xiquetes i Xiquets del Ayuntamiento de L’Eliana, dando así por concluida la jornada en conmemoración del Día Mundial del Agua.
El pasado 4 de marzo, el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana publicó la resolución del 22 de febrero de 2022 por la que se reconocía la Colección Científico Médica del Instituto Interuniversitario López Piñero (IILP) de Valencia como Colección Museográfica Oficial. En sus fondos confluyen objetos de orígenes variados: desde instrumental proveniente de las facultades de Medicina y de diversas Facultades de Ciencias de la Universitat de Valencia, hasta piezas originadas en algunos hospitales de Valencia, pasando por donaciones de particulares (especialmente médicos) de origen valenciano, aunque no restringidos al ámbito local.
Los antecedentes del Instituto López Piñero y su colección museística se remontan a los años 60 del siglo pasado, de ahí que en palabras de Josep Simón, conservador del Museo e investigador del Instituto, este reconocimiento actual lo sea también al trabajo de muchos años y de muchas personas poco valoradas en el marco universitario, así como de un patrimonio a menudo desestimado por humanistas, científicos y médicos. “Es un buen revulsivo para seguir haciendo crecer el Museo y sus actividades”, ha dicho Simón, quien considera la resolución oficial “un paso ineludible para poder avanzar en la construcción de un equipo de trabajo profesional vinculado al Museo y financiado en condiciones laborales adecuadas, además de una oportunidad para jóvenes investigadores y profesionales en formación”.
Es la primera vez que el IILP solicita este reconocimiento para su colección. Y, aunque el procedimiento ha recaído fundamentalmente en los esfuerzos de Josep Simón y de José Ramón Bertomeu, director del Instituto, desde el Museo se ha querido recalcar el esfuerzo colectivo conducente a este logro. “Cabe reseñar el trabajo de voluntarios como Javier Balaguer y José Garaboa. También el de los profesores del Instituto, que han integrado las exposiciones en las actividades de sus clases, investigado sobre objetos de la colección, preparado exposiciones y canalizado donaciones”, ha explicado el conservador.
“En el Museo de Historia de la Ciencia se pueden desarrollar acciones que realmente impacten social y culturalmente»
Josep Simón
Esta distinción constituye una oportunidad para reflexionar sobre el rol en el siglo XXI de los Museos en general y de los Museos de Historia de la Ciencia en particular. Según Simón, las exposiciones históricas sobre aspectos científicos están llamadas a tener un papel crucial en la interpretación de la cultura. Esto se debe, según el científico, a una pluralidad de miradas, complejas e irreverentes, sobre problemas que difuminan las fronteras entre Humanidades, Ciencia y Técnicas. “En el Museo de Historia de la Ciencia se pueden desarrollar acciones que realmente impacten social y culturalmente, y vayan más allá de los elementos más restrictivos, tediosos y neoliberales de la actual carrera académica, o de ciertos discursos vacuos y elitistas del arte y su mercado”, ha argumentado Simón. Sin embargo, ha querido destacar que este horizonte requiere de una implicación institucional que pasa, en buena medida, por los recursos proporcionados a las Instituciones para crear y crecer.
El seminario organizado por la UA ha captado la atención de más de 70 personas, entre profesores, estudiantes y profesionales
Miguel Ángel Royo Bordonada, docente e investigador de la Escuela Nacional de Sanidad y presidente de la Asociación Madrileña de Salud Pública, presentó, en la XIX Conferencia Bengoa de la UA, su ponencia, que analiza el pasado, presente y futuro de las leyes y políticas alimentarias en España. A juicio del ponente, las políticas adoptadas no han sido realmente efectivas hasta el día de hoy, pero pueden llegar a serlo.
La conclusión a la que se llegó es que se conocen las medidas que mejor funcionan y tienen un aval científico. Además, Royo mostró cómo esas medidas, incluso las que tenían que ver con el incremento de precios, eran apoyadas por la población. Por lo que, tal y como nombró su conferencia, solo falta querer, para poder.
Las leyes alimentarias se pueden dividir según el problema al que afectan: control de precios, informativas, alegaciones y reformulación. En España, pese a que existen leyes y programas o estrategias destinadas a estos efectos, es uno de los peores países en aplicación de estas leyes en toda la UE, según explicó Royo. Este tipo de normativas son, en su mayoría, de autorregulación en España, contó Royo, lo que deriva en un bajo o mal control y una deficiente aplicación real. La estrategia más conocida, la NAOS, ha tenido efecto casi nulo, por lo que aún queda mucho por trabajar, aseguró el investigador.
Royo interpeló a los asistentes:¿y por qué no se llevan a cabo las políticas necesarias? Pregunta que él mismo respondió: “Por intereses comerciales”. Las empresas no solo tienen más poder y dinero que muchos estados, sino que tienen el poder de influir en los propios gobiernos, apostilló.
Según explicó el investigador, a nivel autonómico sí que existen ejemplos que han sido de utilidad, como es el caso de Cataluña. En esta región, se aplicó una política de control de precios respecto a las bebidas azucaradas, los impuestos subieron en un 5%. Las gráficas demuestran un descenso en el consumo de estas bebidas, tal y como mostró Royo. Asimismo, se ha demostrado, en diversos estudios, que el control de precios es la política que más afecta al consumo.
El marketing alimentario, por otro lado, supone un problema a juicio del experto porque es muy difícil de contrarrestar. Se calcula que cada niño, en España, recibe una media de 1.200 impactos de publicidad alimentaria al mes. Las campañas de marketing social son muy pequeñas en comparación con el marketing de la industria alimentaria, destacó Royo. Aparte del marketing social que impulse una alimentación saludable, a juicio del investigador, deben aplicarse políticas y normativas que defiendan a las personas más vulnerables, la infancia.
La malnutrición es la primera causa de morbilidad y mortalidad en el mundo. Sin embargo, dirigir las acciones para prevenirla a los factores individuales es muy poco efectivo, según el presidente, quien señaló que las causas son tanto poblacionales, como sociales y ambientales.
Para tratar esas causas, conocidas como determinantes comerciales de la salud, las políticas alimentarias son una gran baza, explicó el investigador. Estas políticas pueden atacar a los sistemas de producción y distribución, a la relación entre gobernantes e industria y a la publicidad y el marketing detrás de estos productos, que a juicio del experto constituyen los tres pilares a cambiar.
El taller de audiovisuales, junto con la Dirección de Patrimonio Cultural de la Universidad de Valencia, ha comenzado las grabaciones de una nueva tanda de vídeos del proyecto Tresors a la llum. En esta ocasión, el capítulo lo protagonizan las … Sigue leyendo →
Una enfermedad rara es aquella que afecta a 1 de cada 2000 personas. El director científico del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS la Fe), Guillermo Sanz, explicó en la Jornada acogida por su institución con motivo del Día Mundial de las Enfermedades Raras, que estas se caracterizan por ser crónicas, incapacitantes, progresivas, potencialmente mortales y con un destacado componente genético. Con el objetivo de visibilizar los principales temas ligados a estas patologías, la jornada, que tuvo lugar el 28 de febrero, se centró en la innovación y en la demora en el diagnóstico como principales retos en torno a estas afecciones de baja prevalencia.
El instituto abre sus puertas al estudiantado femenino de diversos colegios valencianos para promover la igualdad en la investigación con talleres y charlas
El Instituto de Física Corpuscular (IFIC), centro de investigación mixto del CSIC y de la Universitat de València, organizó una jornada el 11 de febrero para celebrar el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Con motivo de esta conmemoración, el instituto acogió en sus instalaciones a 66 alumnas pertenecientes a 22 centros educativos de la provincia de Valencia. Durante la jornada, investigadoras del IFIC, alumnas y profesoras acompañantes vivieron juntas un día lleno de inclusión, visibilidad y ciencia, en el que realizaron una masterclass femenina de física de partículas y donde unieron sus voces para clamar por un futuro científico con acceso y participación equitativa e independiente del género.
El destacado científico, comunicador y profesor de la Universidad de Surrey (Inglaterra), fue uno de los invitados a exponer en ‘Inspired by Bragg’, evento virtual organizado por la Universidad de Leeds y que reúne a personalidades científicas de todo el mundo. En su presentación, reflexionó sobre el futuro y los desafíos de la ciencia en el siglo 21, enfatizando que no todo será “cool” y positivo, sino que habrá cuestiones éticas que, socialmente, deberán ser discutidas.
MEDIDAS LOCALES FRENTE A LA INACTIVIDAD FÍSICA EN GUADALAJARA
La inactividad provocada por las restricciones para poner freno a la pandemia de COVID-19 ha vuelto a traer a un primer plano el problema de la obesidad infantil, alarmante en todo el mundo, también en España. Los gobiernos han mostrado su preocupación y los expertos vuelven a recordar que una juventud obesa es una futura generación adulta obesa y que el sedentarismo conlleva muchos otros problemas de salud asociados. Pero, ¿qué se está haciendo para prevenir y abordar el exceso de peso y la inactividad en las primeras etapas de la vida? Poner el foco en las ciudades, capaces de albergar las medidas que se recomiendan, puede ayudar a responder esta pregunta. Guadalajara es una ciudad de tamaño medio, a caballo entre Madrid y “la España despoblada”, que pertenece a una comunidad autónoma con una de las tasas más altas de obesidad y de inactividad física del país, según el último estudio ALADINO (2019). Dado que la salud de los más jóvenes depende en gran medida de las posibilidades que les ofrece su contexto, resulta interesante conocer cómo la ciudad trata de contrarrestar el posible “entorno obesogénico” a través de sus servicios públicos.
El exceso de peso en la infancia y la adolescencia ha aumentado en todo el mundo a lo largo de las últimas cuatro décadas desde unas prevalencias (proporción de personas que sufren el problema de salud respecto del total) globales de 0,7% y 0,9% en 1975, al 5,6% y 7,8% en 2016 en niñas y niños, respectivamente. El estudio de 2017 en el que The Lancet publicó estos datos también explica que en la última década esta tendencia se ha acelerado en países en vías de desarrollo, mientras que parece haber dejado de aumentar en los de mejor estatus socioeconómico. En el último estudio COSI (Children Obesity Surveillance Initiative) de la región europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicado este año, España fue el segundo país después de Chipre en exceso de peso (sobrepeso y obesidad) y el sexto en obesidad infantil (6 a 9 años). El último estudio ALADINO (2019) de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), reveló unas prevalencias de sobrepeso y obesidad en la infancia del 23,3% y 17,3%, respectivamente. En cuanto a la población adolescente (11 a 18 años) española, el estudio Health Behaviour of School-aged Children (HBSC) publicó en 2018 que el 14,4% tiene sobrepeso y el 3,1% obesidad, un poco menor en chicas que en chicos. Por su parte, el estudio PREFIT de 2020 sobre menores de 5 años, publicó unos valores de 15,4% y 6%.
El Índice de Masa Corporal (IMC), relación entre el peso y el cuadrado de la estatura de una persona (kg/m²), es el indicador que se emplea para definir el estatus ponderal (infrapeso, normopeso, sobrepeso y obesidad). Hasta los 19 años es necesario, además, tener en cuenta la edad. De acuerdo con las definiciones de la OMS para niños y niñas de 5 a 19 años: Sobrepeso: entre 1 y 2 desviaciones estándar sobre la mediana de referencia para cada edad. Obesidad: más de 2 desviaciones estándar sobre la mediana de referencia para cada edad. Enlace a los datos de referencia: https://www.who.int/toolkits/growth-reference-data-for-5to19-years/indicators/bmi-for-age
CAUSAS Y CONSECUENCIAS
Las causas de esta otra pandemia son múltiples, pero, al margen de enfermedades hereditarias que conllevan exceso de peso, los estudios apuntan a que el empeoramiento de los hábitos alimentarios y el estilo de vida son los principales determinantes. Por un lado, según el estudio PASOS (2019), ni la mitad de los jóvenes sigue la dieta mediterránea, solo un 16% llega a las 4 raciones de fruta y verdura diarias y son más quienes consumen a diario bollería industrial, dulces y golosinas. Por otro lado, el exceso de calorías de esos productos no se llega a compensar con suficiente AF. Ésta, acompañada de una alimentación adecuada, cumple una importante función de prevención de diversas enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), así como la obesidad, que constituye por sí sola un factor de riesgo de ECNT como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, trastornos del aparato locomotor e incluso varios tipos de cáncer. Este problema supone un sobrecoste para los estados, concretamente unos 1.950 millones de euros en gasto médico directo en España en 2016 y, de mantenerse la tendencia creciente, para 2030 aumentará hasta los 3.000 millones anuales.
La AF diaria que la OMS recomienda para los niños y adolescentes de 5 a 17 años consiste en 1 hora de AF moderada o intensa, además de AF intensa y de fuerza al menos 3 días a la semana. Sin embargo, el estudio PASOS (2019) reveló que solo 2 de cada 5 cumplen con ellas y que el incumplimiento es mayor en la adolescencia que en la infancia y en el género femenino que el masculino. Los expertos en la materia reconocen desde hace tiempo en los pacientes pediátricos lo que se ha dado en llamar la ‘Tríada de Inactividad Pediátrica‘: déficit de AF, dinapenia pediátrica (bajos niveles de fuerza y potencia muscular no causadas por enfermedad neuromuscular) y analfabetismo físico (falta de confianza, competencia, motivación y conocimiento para moverse de manera habilidosa).
«El ejercicio físico es como una polipíldora con múltiples beneficios», afirma Mairena Sánchez
ACTIVIDAD FÍSICA Y SEDENTARISMO
Para tratar de evitar que esto siga sucediendo en la infancia, Mairena Sánchez López lleva quince años coordinando el programa MOVI de promoción de la AF para la prevención de la obesidad infantil. La profesora de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) pertenece al grupo de investigación interdisciplinar del Centro de Estudios Sociosanitarios (CESS), que ha logrado reducir la adiposidad y el riesgo cardiometabólico, así como mejorar la condición física de los escolares en los que llevan interviniendo desde 2004 con AF extraescolar programada. El motivo por el que el equipo del CESS ha optado por la AF en MOVI y no por la alimentación para tratar de controlar la obesidad es que aquella también es beneficiosa “a nivel social, académico, psicoemocional y produce satisfacción, cosa que no ocurre con la prohibición de ciertos alimentos”.
Imagen.Mairena Sánchez tomando muestras con su equipo para el proyecto MOVI del Centro de Estudios Socio Sanitarios de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). Fotografía cedida por la investigadora
“Consideramos que el ejercicio físico es como una “polipíldora” [con múltiples] beneficios, [pero] la realidad es que no existe tal píldora del ejercicio, que pueda comercializarse y así obtener beneficios económicos, como sí sucede con la alimentación, que tiene detrás empresas muy potentes y lobbies que hacen mucha presión”, sostiene Sánchez. La profesora de la Facultad de Educación de Ciudad Real reconoce que las posibilidades de realizar AF en la infancia están ligadas a las oportunidades en su entorno debido a su falta de autonomía, y que los padres “tienen que apoyar la AF de sus hijos e hijas y entender que es una herramienta de salud barata y accesible, pues basta con salir a diario a la calle a moverse o ir al parque a jugar para prevenir el exceso de peso”
CONTEXTO SOCIOECONÓMICO Y CIUDADES
La OMS define el entorno obesogénico como “aquel que fomenta la ingesta calórica elevada y el sedentarismo, teniendo en cuenta (…) las normas sociales en relación con la alimentación y la actividad física”. Estos entornos están fuertemente ligados al contexto socioeconómico, que determina las posibilidades de acceso a la alimentación y la AF. Según el estudio ALADINO 2019, en las familias con rentas anuales inferiores a 18.000 euros, la obesidad infantil es de un 23,2% frente al 11,9% en las que las rentas superan los 30.000 euros.
En nuestro país, la Estrategia de Promoción de la Salud y Prevención en el Sistema Nacional de Salud ha desarrollado, en un sentido similar, medidas de implementación local a través de la Red Española de Ciudades saludables, aunque actualmente solo la forman 269 municipios. Dado que los datos de AF en España revelan que ni la ciudadanía, en general, ni los menores, en particular, llevan una vida lo suficientemente activa, resulta interesante poner el foco en una localidad concreta, en sus medidas y recursos.
GUADALAJARA
Guadalajara (Castilla-La Mancha) es una ciudad a medio camino entre Madrid y “la Siberia española” con casi 88.000 habitantes, de los que una quinta parte tienen 19 años o menos. No existen datos de prevalencia de obesidad infantil de la localidad y los que hay a nivel provincial pertenecen al informe de resultados del Plan de Prevención de la Obesidad Infantil de Castilla-La Mancha de 2010, que mostró los valores de obesidad más bajos de las cinco provincias de la región: 11,5% en niños y 9,6% en niñas.
Imagen. Niñas y niños empezando la mañana con una sesión de Zumba en el campamento urbano de verano del ayuntamiento de Guadalajara 2021. Fotografía propia tomada con el consentimiento de los representantes de los menores
Esto no deja de ser preocupante, ya que Castilla-La Mancha es una de las comunidades autónomas con mayores tasas de sobrepeso (24,8%), obesidad (12%) e inactividad física (72% no llega a la hora diaria de AF que recomienda la OMS) en menores de 8 a 16 años, según el estudio ALADINO 2019. El Plan de Salud de la región para el periodo 2019-2025 contempla la obesidad infantil como uno de los principales problemas de salud emergentes a afrontar.
La mayoría de los pacientes pediátricos tienen exceso de peso «por su estilo de vida y solo unos pocos por alguna enfermedad heredada», advierte Alfonso Ortigado
SANIDAD
En el Servicio de Pediatría del Hospital Universitario de Guadalajara han observado que los menores han ganado peso tras el confinamiento. En consulta, los padres han reportado también fatiga, falta de aire o pinchazos en el tórax en sus hijos cuando éstos han vuelto a hacer ejercicio. A Alfonso Ortigado, jefe de esta sección y especialista en Cardiología Pediátrica, le preocupa que las familias todavía no estén concienciadas de que “el exceso de peso mata”, pues la mayoría de sus pacientes, “lo tienen por su estilo de vida y solo unos pocos por alguna enfermedad heredada”. El pediatra siempre les recuerda que pueden concertarconsultas programadas con la Enfermería Pediátrica para recibir consejos de educación en salud, pero reconoce que “en Guadalajara, se recurre poco a ese servicio porque, en general, las familias no conciben ir al médico si sus hijos no están enfermos”.
Este Servicio de Pediatría ya ha sido premiado por unos talleres de salud para promocionar la alimentación saludable entre escolares junto al servicio de Endocrinología. Es éste último quien se encarga de los casos de obesidad infantil, a los que se les pauta una dieta muy controlada. Sin embargo, de AF solo se les dan unas recomendaciones generales para romper con el sedentarismo que no tienen un seguimiento. Tampoco se lleva un registro de casos del que extraer cifras de prevalencia y no cuentan con más apoyos ni programas coordinados con el Ayuntamiento u otros organismos para promocionar una vida activa entre los jóvenes.
EDUCACIÓN
El Decreto 54/2014 de la Educación Primaria de Castilla-La Mancha concede a la Promoción y Educación para la Salud un carácter transversal a todas las materias, pero es la Educación Física (EF) la que se encarga en mayor medida de trabajarla. Noelia Meseguer, maestra de EF desde hace 15 años en diversos centros públicos de la provincia, imparte esa unidad al principio del curso “para que empiecen sabiendo qué son la condición física y la alimentación saludable y así le encuentren un sentido a todo lo que van a hacer durante el curso”. Echando la vista atrás, reflexiona sobre cómo los niños han perdido coordinación con los años porque se mueven mucho menos y también cómo ha empeorado su alimentación en los recreos. Muchos colegios de Guadalajara, como el suyo, promueven los almuerzos saludables haciendo propuestas al alumnado o adhiriéndose al Programa de Fruta, Hortalizas y Leche de Castilla-La Mancha.
Numerosos centros escolares de primaria y de secundaria querrían ampliar sus 2 y 3 respectivas horas semanales de EF, según una encuesta realizada para este reportaje. Otra demanda común es la de mayor inversión en material. Meseguer tiene el apoyo de su centro, pero explica: “Hace falta moverse. Este año hemos conseguido material de la Federación Española de Voleibol a un mínimo precio y, en el centro en el que estuve el año pasado, el club de rugby de Guadalajara vino a promocionar su escuela y nos trajeron petos y balones”. También echan en falta la organización de más encuentros deportivos entre los centros de la provincia, como el extintoMiniguadalajoven o elGuadalajoven, cancelado dos años por la pandemia, organizados por la Diputación de Guadalajara.
Muchos centros de Guadalajara se acogen a los programas de promoción de la AF y el deporte escolar de la Consejería de Educación y Deportes de Castilla-La Mancha: el Programa Somos Deporte 3-18 y los Proyectos Escolares Saludables (PES), pero este curso solo se han retomado al final, a causa de las restricciones. Meseguer considera que, si el curso que viene se incorporan a los PES, “será más fácil promocionar la salud desde el centro en todo momento y pedir a las familias que contribuyan a que sus hijos vengan en bici o patines al colegio”. Estos proyectos requieren que el centro se comprometa a ofrecer AF fuera de la asignatura de EF a través de recreos activos, descansos activos o desplazamiento activo al centro. En la provincia de Guadalajara son 22 los centros que actualmente pertenecen a esta red, un 30% del total, nueve de ellos en la capital.
Imagen. Niñas y niños empezando la mañana con una sesión de Zumba en el campamento urbano de verano del ayuntamiento de Guadalajara 2021. Fotografía propia tomada con el consentimiento de los representantes de los menores
PARTICIPACIÓN Y URBANISMO
El Ayuntamiento de Guadalajara cuenta con un área de Promoción de Salud que no dispone de datos propios de prevalencia de obesidad infantil en la ciudad. La capital suele tener un Plan de Infancia y Adolescencia en el que contribuyen los escolares desde el Consejo Municipal de Infancia y Adolescencia, no obstante, el actual ya ha prescrito porque la pandemia ha mermado la participación y no han elaborado uno nuevo. Por este motivo, de momento han perdido el distintivo Ciudad Amiga de la Infancia que otorga UNICEF, pero esperan aprobar uno nuevo en 2022 con el que recoger las preocupaciones y demandas de la población más joven, según afirma Sara Simón Alcorlo, concejala de Igualdad, Derechos de la Ciudadanía y Festejos y segunda Teniente de Alcalde.
«Esta ciudad se puede recorrer andando», asegura Sara Simón
En 2023 todas las urbes de más de 50.000 habitantes deberán tener, por la ley de cambio climático y transición energética de 2021, una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) que restrinja la circulación de coches. Simón cuenta que quieren que la ZBE se encuentre en el casco histórico: “Esta zona nos ofrecerá la oportunidad de intentar peatonalizar algún área, además de hacer una campaña para concienciar de que esta ciudad se puede recorrer andando”. Actualmente, uno de los principales focos de tráfico está en las entradas y salidas de los colegios, algunos en pleno centro urbano. Simón explica que alrededor de algunos centros “se han diseñado caminos escolares seguros con los que se intenta que el alumnado pueda llegar con sus papás o mamás, o solos, andando al colegio”, pero, por el momento, esto no ha reducido los atascos a las puertas de los centros.
OPORTUNIDADES
La infancia y la juventud de Guadalajara necesitan una oferta de ocio activo que les invite a moverse. En algunos parques se han instalado estructuras para practicar skate o calistenia, pero aún hay mucho espacio donde se puede facilitar u ofrecer la práctica de AF libre u organizada. Por otro lado, apaciguar el tráfico permitiría que el transporte activo fuera más seguro y la juventud optase más a menudo por la bicicleta o caminar para moverse por la ciudad, lo que les concedería, además, más autonomía.
Según un estudio elaborado para el propio servicio de Deportes de la localidad, el Ayuntamiento de Guadalajara es el segundo con mayor dotación presupuestaria al deporte respecto al resto de las capitales de provincia de la región y respecto a algunas de las principales poblaciones del corredor del Henares. La vuelta a la actividad tras la pandemia brinda al nuevo equipo de gobierno la oportunidad de invertir en el fomento del deporte escolar dotando de más recursos, actividades y torneos a los centros escolares para satisfacer sus demandas.
Imagen. Alumnado de un centro de educación primaria de Guadalajara durante una clase de Educación Física. Fotografía cedida por Noelia Meseguer
Guadalajara tiene la suerte de contar con un amplio margen de mejora por estar rodeada de oportunidades a las que acogerse si, como alientan a actuar las estrategias internacionales y los planes nacionales de promoción de la salud, todos los sectores se comprometen y coordinan para remar en una misma dirección y actuar. Una infancia activa no solo gozará de unas tasas de obesidad menores que las actuales, sino de toda una vida por delante de salud y bienestar con repercusiones sociales enriquecedoras para toda la ciudad.
Infografía con algunos buenos ejemplos en España de medidas contra la obesidad infantil a través de la actividad física.
Desde los años 90 la evidencia que muestra que la adicción, o el trastorno por consumo de sustancias, es una enfermedad de base neurológica ha revolucionado el tratamiento de esta enfermedad crónica. Sin embargo, como sucede con la mayoría de las enfermedades de base neurológica, conocer los factores de riesgo continúa siendo un misterio. ¿Es la genética? ¿Es el entorno? ¿Es la personalidad?
Una de las claves para entender la adicción está en el efecto que producen las sustancias en el cerebro. Lo que las drogas son capaces de hacer es imitar lo que se conoce como refuerzos naturales. Así, el alcohol y los psicoestimulante como la cocaína, por ejemplo, son capaces de provocar un aumento de la liberación de dopamina en el núcleo accumbes del cerebro, el centro integrador de la información, que además tiene un papel fundamental en la motivación. De esta manera, las áreas del cerebro encargadas de reconocer las situaciones o sustancias que favorecen la supervivencia del ser humano (como alimentarse, comer, dormir), son engañadas por las drogas. Esto provoca que el cerebro reconozca las drogas como algo positivo y propicia que se repitan las conductas y situaciones que llevan a repetir el consumo.
Escáner de una persona de 33 años consumidora de cocaína en la que se observa daño cerebral. Fuente: A. Montoya-Filardi, M. Mazón (2017) El cerebro adicto: imagen de las complicaciones neurológicas por el consumo de drogas. Radiología. Volume 59, Issue 1 (17-30) 2017 https://doi.org/10.1016/j.rx.2016.09.005.
«Es fundamental- explica Lucía Hipólito- porque constatar esto muestra que ese interés desproporcionado de las personas que sufren adicción y que los lleva a decir yo paso de todo tiene una base anatómica, por ello, los adictos, aunque quieran, no pueden dejar de consumir, sus cerebros han sido hackeados por la droga».
«Los adictos, aunque quieran, no pueden dejar de consumir, sus cerebros han sido hackeados por la droga»
Lucía Hipólito
Desde que en los años 90 la comunidad científica comenzó a describir las bases neurológicas de la adicción, la medicina empezó a abandonar la antigua concepción que consideraba a las personas con trastornos de adicción personas débiles y sin valores. Desde entonces las evidencias que han mostrado los cambios y alteraciones cerebrales que sufre el cerebro de la persona con trastorno por consumo de drogas han permitido constatar que, en efecto, el trastorno por consumo de drogas es una enfermedad que es, además, crónica. Como ilustra Lucía Hipólito, investigadora sobre las bases neurológicas de la adicción, es muy llamativo observar la similitud de escáneres cerebrales de una persona con párkinson y una persona consumidora y explica: «Del mismo modo que no le dirías a una persona con párkinson, oye no tengas párkinson, es absurdo plantear que con sólo un poco de fuerza de voluntad, las personas pueden dejar de consumir».
Los factores de riesgo
Esta línea de investigación en drogas ha puesto sobre la mesa otra evidencia: no todas las personas que consumen drogas desarrollan una adicción. Y, sobre esto, los investigadores no tienen aún respuestas claras.
Una de las hipótesis estudiadas en estos años pretende averiguar cuál es la influencia de la genética en el desarrollo de un trastorno por consumo de sustancias. De hecho, algunas investigaciones han apuntado a que ciertos cambios en un receptor opioide podrían estar involucrados en los trastornos por consumo de sustancias. Así, se han detectado alteraciones en el receptor D2R en pacientes que tienen un trastorno por consumo de drogas. Sin embargo, no es fácil determinar el peso de esta influencia. En primer lugar, porque estos análisis, tanto en modelos animales como en modelos humanos, se han producido una vez que los individuos ya habían tenido contacto con las sustancias adictivas, por lo que es difícil discernir si esa alteración estaba presente previamente al consumo o si es precisamente una consecuencia.
Y, en cualquier caso, como explican los profesores de farmacología Ugedo y Ruiz «la existencia de factores hereditarios no implica que una dependencia sea un trastorno hereditario ya que los rasgos como la sensibilidad o la preferencia por una sustancia no son fenómenos de todo o nada sino que se pueden presentar en diversos grados».
La segunda de las hipótesis de investigación desarrolladas apunta a que la vulnerabilidad al abuso y dependencia tiene origen en una compleja interacción entre factores genéticos, ambientales y psicosociales. Por un lado, sí se ha visto que hay rasgos conductuales que están relacionados con el consumo compulsivo de alcohol. Y, al mismo tiempo, también se ha estudiado la importancia del entorno psicosocial: crecer en un entorno en el que se normaliza un consumo abusivo de sustancias tienen un gran impacto sobre los individuos.
A este cóctel de factores se le pueden sumar, además, algunas condiciones económicas. En este sentido, es muy significativa una investigación publicada en el Journal of Health Economics que estudió la relación entre el paro y el consumo de algunas sustancias estupefacientes durante la crisis en Europa. Las conclusiones mostraron cómo un aumento del 1% del desempleo regional se correlacionaba con un aumento del 0,7% en la ratio de personas que declararon haber consumido cannabis alguna vez en la vida.
Una investigación publicada en el Journal of Health Economics constató cómo un aumento del 1% del desempleo regional se correlacionaba con un aumento del 0,7% en la ratio de personas que declararon haber consumido cannabis alguna vez en la vida.
Los efectos de las drogas en el cerebro pueden ser irreversibles en ciertas áreas, lo que cronifica la enfermedad. Y, a pesar de la multitud de incógnitas que rodean este órgano, de algunas certezas sí disponemos: la edad en la que se inicia el consumo sí importa. Una investigación publicada en JAMA Pediatricsanalizó si la edad de inicio de consumo influye en la rapidez con la que las personas desarrollan un trastorno por abuso de sustancias. Estos investigadores constatron que la prevalencia del trastorno por consumo de cannabis era mayor para los adolescentes que para los adultos jóvenes. Así, por ejemplo, el 10,7% de los adolescentes tenía un trastorno por consumo de cannabis al año de iniciar el consumo frente al 6,4% de los adultos jóvenes. Como explica el equipo responsable de esta investigación «las investigaciones han demostrado que el desarrollo del cerebro continúa hasta los 20 años y que la edad es un factor de riesgo muy importante para el desarrollo de la adicción».
El consumo de drogas: ¿un problema silenciado?
Prevalencia del consumo de cannabis en la población europea. Fuente: European Monitoring Centre for Drugs and Addiction.
Según los datos publicados recientemente por el observatorio europeo de las drogas y el consumo de tóxicos (European Monitoring Centre for Drugs and Addiction), España se sitúa a la cabeza del consumo de sustancias. De hecho, los datos muestran como 36,3% de la población reconoce haber consumido algún tipo de drogas ilegales en algún momento de la vida. Este nivel de incidencia sitúa al país el tercero en el ránking a nivel europeo. Sustancias como el cannabis o la cocaína, además, muestran un aumento constante de consumo que ha pasado del 14,2 en 1995 al 35,3 para el cannabis y del 3,7 al 10,3 en el caso de la cocaína.
Sin embargo, y teniendo en cuenta los riesgos del consumo de sustancias por parte de la población adolescente, quizás sean más reveladores los datos sobre el consumo de sustancias como el alcohol o el tabaco por parte de la población entre 14 y 18 años que publicó el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones en su informe 2020. Este estudio muestra que el 75,0% de los adolescentes entre 14 y 18 años ha consumido bebidas alcohólicas en año anterior a la encuesta, el 35% ha fumado tabaco y el 27,5% reconoce haber fumado cannabis.
La magnitud del problema, sin embargo, no parece tener la repercusión social que cabría esperar. Así, el barómetro del CIS muestra que las drogas eran el segundo de los problemas del país para el 49,0% de los encuestados[1] frente al último barómetro del CIS muestra que en la actualidad[2] tan solo un 0,1% de la población percibe las drogas como un problema.
La prevención como medicina
A pesar de las incertidumbres que rodean los trastornos por consumo de sustancias, hay una cuestión fundamental: que una persona tenga factores de riesgo no necesariamente significa que vaya a desarrollar adicción, sobre todo si nunca entra en contacto con estas sustancias. «El único requisito evidente para que el cerebro enferme -explica Lucía Hipólito- es un consumo repetido y continuado, que es el que provoca en última instancia la neuroadaptación».
Por eso cada vez que se consume alcohol en grandes cantidades, especialmente a edades tempranas, se está comprando papeletas: «El alcohol, el tabaco y la marihuana son las drogas de iniciación- explica Hipólito- es fundamental que los adolescentes que cada vez que consumen, están corriendo el riesgo de desarrollar una enfermedad crónica».
Además de ello, para la investigadora, es importante que como sociedad se tome nota del hecho de que el consumo de alcohol en la adolescencia forma parte de una forma de socializar muy extendida. De hecho, el estudio sobre el «Impacto del confinamiento por pandemia de COVID-19 en el consumo de alcohol, benzodiacepinas y analgésicos opioides» financiado por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas (PNSD) del Ministerio de Sanidad muestra como el consumo de alcohol en adolescentes y jóvenes se redujo hasta prácticamente desaparecer. «Como sociedad – explica Lucía Hipólito- tenemos que plantearnos que hay que ofrecer alternativas porque la prevención es la única vacuna que tenemos contra la adicción».
En estos tiempos tan convulsos que nos ha tocado vivir, mucho se ha hablado sobre vacunas y medicamentos antivirales. Antes de encontrar la vacuna frente al coronavirus SARS-CoV-2, los medios de comunicación se han hecho eco de noticias sobre medicamentos que podían paliar los efectos del virus y mitigar la enfermedad. Lo cierto es que, pasado un año, no tenemos ningún medicamento antiviral para la COVID-19. Hablamos con Juana Díez, viróloga de la Universidad Pompeu Fabra, sobre el estado actual de la investigación en antivirales y hacemos un repaso sobre los temas más candentes en torno al papel de las farmacéuticas en esta crisis biosanitaria y el estado de la investigación científica en España.
Juana Díez Antón es catedrática e investigadora principal del Grupo de Virología Molecular de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona. Trabaja en una plataforma para el desarrollo rápido de medicamentos antivirales. Actualmente, dirige dos proyectos de investigación relacionados con las interacciones que establecen los virus con la célula y el desarrollo de medicamentos antivirales de amplio espectro. Nacida en Torrrevieja (Alicante) en 1963, es profesora titular desde el año 2001 en esta universidad.
¿En qué situación se encuentra el desarrollo de nuevos medicamentos antivirales para la COVID-19?
La investigación en medicamentos antivirales es una parte muy frustrante porque ha habido muchísima investigación, pero se han obtenido muy pocos antivirales. Por ejemplo, tenemos antivirales para herpes, para VIH y para el virus de la hepatitis C, que no curan, pero modulan la infección. El problema de las infecciones agudas es que las tienes que tratar muy temprano; por ejemplo, el coronavirus. En realidad, la persona que se contagia con este virus no se muere por el virus en sí, sino de la reacción que realiza su sistema inmunitario. Cuando una persona se infecta, la cantidad de virus en su organismo sube y sube hasta que llega un momento que empieza a bajar, pero en este pico también sube la inflamación y se produce una respuesta muy violenta del sistema inmunitario que puede llevar a la muerte. Se debe intentar que esta curva de subida del virus sea más baja. En una infección crónica se necesita que el antiviral sea 100% efectivo porque si dejas un 5%, por ejemplo, y se suspende la medicación, el virus se dispara. En las infecciones agudas no hace falta que el antiviral elimine el 100% del virus, pero sí que baje la cantidad y que el organismo no realice esa hiperrespuesta. Para este tipo de infecciones hay pocos resultados en antivirales. El método de búsqueda siempre es el mismo. En el caso de un virus nuevo se busca entre todas las moléculas que se utilizan para otras enfermedades como, por ejemplo, para tensión alta o cualquier otra enfermedad. Hasta ahora, aunque hemos hecho un esfuerzo brutal, no tenemos nada. A lo mejor dentro de un año sí, pero todavía no. Actualmente estamos intentando otra forma diferente de desarrollar antivirales. Casi todos ellos actúan contra proteínas del virus o contra proteínas de la célula que el virus utiliza. Nuestro método ahora, no sabemos si funcionará o no, es ir contra el genoma del virus, es decir, contra su libro de instrucciones. Nos ha funcionado muy bien en cultivo celular y ahora estamos probando en ratones. Otra cosa es pasar a animales y después a humanos
¿Podrían llegar a ser una solución para esta pandemia y las pandemias del futuro?
Estamos en el modelo animal, todavía nos queda. Para esta pandemia no llegamos, pero si funcionara los tendríamos de una forma muy rápida una vez que conociéramos el genoma del virus. La otra línea de investigación que estamos desarrollando es entender cómo el virus toma el mando de la célula que infecta y ésta empieza a hacer lo que le manda el virus. Esto nos sirve para avanzar en otras posibles terapias. Si entendemos cómo funciona este proceso lo máximo posible, encontraremos las herramientas para poder controlarlo en un futuro.
En estos tiempos también hemos vivido de primera mano la gran influencia que tiene la empresa farmacéutica en la producción de las vacunas. Actualmente, ¿qué papel juega en la investigación de los antivirales?
Este es un tema muy importante. La empresa farmacéutica es una empresa necesaria para el desarrollo de drogas, pero es una empresa. No es una ONG. Para mí el problema es que el Estado deje la decisión de lo que es bueno para la sociedad en manos de estas empresas. Ese es el problema. Hoy por hoy, las empresas se surten de investigación financiada por los gobiernos. Imaginemos que las investigaciones que he contado en esta entrevista funcionaran y pudiéramos llegar a probarlas hasta el ratón. Pero una vez que llegamos al ratón no podemos hacer una prueba clínica en humanos porque estos ensayos son carísimos y los hacen las empresas farmacéuticas. En este caso, como es un tema muy candente, la empresa farmacéutica va a desarrollar estas pruebas, pero en otros casos, en temas que no sean tanta repercusión social, no las realizan. Puede que les interese más una crema contra la celulitis o contra las arrugas que va a ser más rentable económicamente que una enfermedad rara, por ejemplo. El problema es dejar en manos de las empresas qué moléculas se desarrollan y qué moléculas no se desarrollan.
“El problema no son las farmacéuticas, el problema es dejar en sus manos las investigaciones que son importantes para la sociedad”
Hasta puede ocurrir que una empresa compre una molécula para no desarrollarla. En realidad, en muchos casos, los gobiernos compran a la empresa farmacéutica una investigación, a precio de empresa, que han pagado ellos previamente. Porque sí que es cierto que la empresa invierte en realizar las pruebas clínicas, que son caras, pero para realizar esas pruebas ha sido necesaria la investigación previa que sale de los centros de investigación que paga la administración. La empresa se beneficia mucho si no hace la investigación previa porque a lo mejor de cien cosas que se prueban, sólo funciona una. Ellos se surten de lo que funciona. Una solución que se me ocurre es que, a nivel europeo que se invierte muchísimo dinero en todos los proyectos europeos, se podría elegir algunas moléculas importantes para la sociedad y se podría pagar esas pruebas clínicas porque después sería una droga genérica que es mucho más económica. Por ahora, esto no se hace. El problema no son las farmacéuticas, el problema es dejar en sus manos qué investigaciones son importantes para la sociedad.
¿Qué opinión tiene sobre la información que se transmite sobre la pandemia a la población a través de los medios de comunicación?
Pienso que en las noticias hay una hipercomunicación con respecto al coronavirus. Es excesiva. No me gusta porque creo que genera una ansiedad en la población que es innecesaria, con quince minutos de noticias al día sobre la pandemia es suficiente. En ocasiones se ha dicho en los medios de comunicación que ha salido una molécula que es 100% efectiva contra el virus. Es posible que sea efectiva en cultivo celular, pero de ahí hasta que pueda utilizarse en humanos hay mucho camino. No se deben publicitar estas investigaciones. Actualmente se quiere tener un virólogo en cualquier programa y no podemos estar todo el día machacando a la población con noticias de las que no hay hechos probados
Una vez más, la crisis biosanitaria provocada por el coronavirus ha puesto de manifiesto la necesidad de invertir en investigación científica.Desde su posición como investigadora principal, ¿aprecia que el sistema de financiación para la investigación está mejorando?
No. Todavía no. Hubo unos años de gran expansión en la investigación antes de la crisis de 2008, pero los recortes en aquel momento fueron muy grandes y no se ha podido recuperar el crecimiento. Hubo un gran número de becas para la investigación y financiación para los centros de investigación. En estos momentos hay investigadores que terminan la tesis y no pueden desarrollar su trabajo en un grupo de investigación aquí en España. Parece que hay una predisposición de realizar mayor inversión en investigación, pero la tenemos que ver. También es importante cómo se destina esa financiación. Si sólo se financian los proyectos de grandes centros que están en el lugar más alto de la pirámide en investigación, se olvidan los grupos que realizan la investigación de base que también es importante porque esos centros se nutren de estas investigaciones y también se tienen que financiar.
¿Es necesario pasar por el extranjero para llegar a ser investigadora principal en España? Salir al extranjero para un investigador no debe ser una condena, debe ser una oportunidad. En España hay centros muy buenos, pero no son muchos. La ciencia necesita financiación y los proyectos europeos son muy importantes. Cuando un investigador trabaja en otros países interacciona con otros científicos, crea redes y aprende cómo se trabaja en otros centros. Creo que ir a otro país debe ser más una oportunidad que un castigo. El problema es que estos investigadores no puedan volver a España. El Estado invierte mucho dinero en formar a científicos con la carrera, la tesis y el trabajo posdoctoral. Es una pena que después se tengan que quedar como investigadores principales en el extranjero porque no haya trabajo en España. Esto sí que es una gran pérdida para el sistema que ha invertido mucho dinero en la formación de esa persona y ahora no puede desarrollar sus aportaciones en España.
¿Qué momento ha sido más emocionante en su carrera profesional?
El día que leí la tesis. Otro día importante fue el día en el que visualicé unos virus como resultado de una investigación en la que nadie pensaba que fuera a tener éxito. También son momentos muy satisfactorios cuando las personas que realizan la tesis conmigo hacen una buena defensa en su lectura. Siempre se me saltan las lágrimas.
¿Le ha costado más desarrollar su carrera profesional por ser mujer?
Sí. Por ser mujer tienes una serie de factores que el hombre no tiene y eso, pesa. Me gustó mucho cuando fui a EEUU porque allí no veía que se me mirara como mujer, sino que te miraran más por tus resultados, no sufrías ese machismo que he visto en España. Hay muchas cosas que se miran diferentes si eres hombre o mujer, pero creo que en cualquier profesión. Aquí si quieres tener un buen grupo de investigación te pueden llegar a decir que eres muy ambiciosa como algo despectivo, pero en cambio si es un hombre, el mismo hecho, tiene connotaciones positivas.
«Son mensajes subliminales, no te das cuenta de lo que te dicen, no eres consciente»
En ocasiones, se producen situaciones como, por ejemplo, estar en un lugar hablando con una colega sobre aspectos profesionales y en el mismo sitio hay también dos hombres charlando y todo el mundo entiende que están contando cosas muy interesantes y a nosotras nos dicen que nos callemos. También existe el mito de que las mujeres se llevan mal con mujeres en el trabajo y esto es falso. Nos queda mucho camino por recorrer para superar estos estereotipos. Un hombre investigador puede decir a lo largo de una reunión de trabajo entre colegas que no ha obtenido muchos resultados en un período de tiempo determinado porque ha sido padre y todos lo entienden, pero esto mismo no es justificación para una mujer. Cada vez más, la mujer ocupa puestos de mayor responsabilidad, pero la tijera sigue vigente. Casi todas las estudiantes que tengo son mujeres, pero pocas llegan a puestos de responsabilidad. Hay que preguntarse por qué ocurre esto. La sociedad debe dejar de juzgar qué es ser una buena madre, eso pesa mucho. Me pregunto por qué una mujer tiene que renunciar a su carrera profesional por ser madre. Esta presión existe. Estos mensajes se transmiten a las niñas a lo largo de su educación. Muchas veces los hombres no son conscientes de lo que supone ser mujer.