En l’actualitat el professor Quesada, en la seua figura d’investigador, està treballant en diversos projectes analitzant la disfunció de les cèl·lules beta i alfa pancreàtiques (productores de les hormones insulina i glucagó, respectivament) durant l’envelliment o l’embaràs que poden afectar la regulació pancreàtica del sucre en sang i l’aparició de diabetis. Entre els seus articles més citats estan no només estes qüestions de les cèl·lules alfa i de la regulació glucèmica en situacions de diabetis i obesitat sinó també el paper dels disruptors en patologies metabòliques. Tots estos temes tenen com a punt central l’alimentació, la nutrició i el metabolisme, i per això per a ell és fundamental no només la qüestió fisiològica al darrere sinó també la qüestió social, on parla directament d’una societat obesogènica.
Carlos Perez Vidal, profesor de Ingeniería de sistemas en la UMH: «Cultivar la transversalidad, la adaptabilidad y las habilidades blandas es clave para tener éxito en el campo de la robótica»
Actualmente, el mundo está dominado por la tecnología y esta avanza a pasos agigantados. En este escenario, la robótica se alza como un pilar fundamental de la innovación y también de la eficiencia. El profesor de la Universidad Miguel Hernández de Elche, Carlos Pérez Vidal, combina su extensa experiencia académica con una pasión por la innovación en el campo de la robótica y la automatización industrial.
Desde su incorporación al Departamento de Ingeniería de Sistemas y Automática de la UMH en el año 2001, Carlos ha desarrollado una carrera distinguida tanto en educación como en investigación, donde actualmente dirige un grupo de investigación que se enfoca en la vanguardia de la robótica y la automatización industrial. Además de su labor investigadora, participa activamente en numerosos proyectos con colaboraciones externas y con diversas empresas donde realiza proyectos significativos financiados por la Comisión Europea.
¿Cómo surgió su interés en la robótica y qué le llevó a especializarse en dicho campo?
Desde pequeño siempre quise ser ingeniero, es vocacional, pero mi contacto con la robótica no fue significativo hasta mucho después. Estudié en la UPV en Valencia y, aunque tuve algunas asignaturas y prácticas en robótica, no me apasionó de inmediato. Después de unos años comencé con el doctorado, y todo cambió cuando realicé una estancia de investigación en el DLR, la agencia espacial alemana. Allí trabajé con el robot Justin, un humanoide con doble brazo, y eso me encaminó hacia la manipulación bimanual o bioinspirada en robótica, porque es parte de la ingeniería se inspira en cómo se hace biológicamente. Cómo resolver un conjunto de problemas técnicos y de ingeniería para que un conjunto de robots comparta espacio de trabajo de forma cooperativa.
¿Qué aplicaciones prácticas tienen los robots en la industria?
La robótica es muy amplia porque el tipo de robot es muy amplio. Puedes tener desde robótica móvil, como los coches autónomos, un robot antropomórfico que sea de tipo industrial que hace soldaduras, un robot de tipo pórtico que vendría a ser una grúa portuaria, pero que en realidad actúa como un pórtico en movimiento que tiene capacidad de alzar un contenedor y desplazarlo de un sitio a otro o incluso introducirlo dentro de un barco. Entonces, la robótica como tal es muy diversa y tiene muchas áreas. También hay que incluir los robots quirúrgicos y aeroespaciales que cada una tiene una aplicación además de una problemática y un enfoque distinto.
Y en cuanto a dichas aplicaciones, ¿usted también añadiría la domótica que se encuentra en el interior de los hogares?
La parte de domótica es la automatización de la vivienda. Por lo tanto, el control de la iluminación, las persianas o incluso la climatización, son mecánicas orientadas al tipo de control domótico, por lo que considero que no se encaja del todo correctamente con la definición de robótica. Para mí, la robótica sería más la parte en que existiera físicamente un robot que hace determinadas tareas interaccionando con su entorno. Quizás en un futuro podría existir este robot antropomórfico en nuestras casas, que actúe como un asistente para hacer determinadas tareas del hogar. Se trataría de un robot móvil con un brazo y con capacidad de prepararte un café y llevártelo al salón o algo por el estilo. Pero creo que todavía estamos un poco lejos de este hito debido a nuestra capacidad tecnológica y por el precio de esa tecnología.
¿Qué desafíos específicos considera que se presentan al implementar robots dentro del hogar?
Los principales desafíos en el hogar son tecnológicos y económicos. Aunque hay robots de doble brazo que pueden realizar tareas como plegar ropa, estas soluciones están en fase de investigación y son costosas. Además, los robots actuales carecen de la capacidad tecnológica para interactuar de manera segura y efectiva en entornos domésticos no controlados. Técnicamente nos estamos acercando a ese tipo de robot como el que está desarrollando ahora Tesla, que presentó hace unos meses o el de Boston Dynamics, que tiene una robótica muy desarrollada: ese tipo de perro que tiene un brazo y que puede agarrar cosas, abrir puertas y desplazarse. La capacidad tecnológica aún no permite que estos robots sean accesibles ni prácticos para el uso diario en hogares comunes.
También el robot ATLAS, ¿cierto?
Cierto, este robot es muy impresionante, te puede dar hasta una voltereta si así lo configuras. Técnicamente estamos llegando a ese punto con la inteligencia artificial con el uso de ChatGPT y todo este tipo de inteligencia generativa. Ahora mismo le está dando un valor añadido a los robots. Pero claro, ese tipo de robot tiene un precio prohibitivo, que muy pocos bolsillos son capaces de costear. La universidad tiene un robot antropomórfico que no tiene patas sino unas ruedas para poder desplazarse, por lo que no podría subir escaleras y tendría serias limitaciones.
Vista la variedad de tipologías de robots, ¿Qué tipos existen en términos de manipulación y de desplazamiento?
Existen diversas tipologías de robots, como los cartesianos, que pueda ser de cadena cinemática abierta única o que pueda tener un conjunto de cadenas cinemáticas haciendo un robot paralelo. Eso atendiendo a su topología. También puede ser antropomórfico o no, quiere decir que el robot recuerde al aspecto de un humano, como la presencia de un brazo. Dentro de esta categoría podríamos distinguir dos tipos de robots, uno que sería el industrial, que es el habitual en las fábricas de automóviles, etcétera y desde hace unos años a esta parte hay una nueva tecnología de robots colaborativos que pueden compartir espacio con humanos sin causarles daño. Esto abre un nuevo abanico de posibilidades en la industria y a nivel doméstico en el futuro, ya que permitirá que una persona pueda estar en el mismo lugar que el robot en cuestión y que además esté diseñado para no causarle ningún daño.
¿Qué está desarrollando su grupo de investigación en la actualidad?
Parte de lo que hacemos está relacionado con robots bimanuales, se trata de un robot que tiene dos brazos y tiene que hacer alguna tarea coordinando los dos brazos de forma que ninguno colisione ni con el operador ni con el entorno. También nos enfocamos en la manipulación de objetos deformables, como textiles y cuero, utilizando visión artificial para estimar y compensar deformaciones. Básicamente nosotros nos tenemos que mover entre proyectos, hay alguien externo que lo financia, ya sea una empresa o una entidad pública y si sale adelante y nos conceden el dinero para hacer esa actividad nos ponemos en marcha. Tenemos una estrecha colaboración con la UPV y hemos hecho proyectos con patentes colaborando como por ejemplo en el sector agrario, industrial y médico.
¿Se refiere al proyecto para una producción más eficiente del azafrán? ¿Cómo se fraguó esta colaboración?
Partimos de una financiación por parte de una empresa muy grande a nivel nacional que dedica muchos recursos a hacer investigación y pruebas en el campo, invirtiendo mucha tecnología en el proceso y nos contrató para hacer desarrollos de visión artificial y automatización de procesos. El proceso de recogida del azafrán es una labor muy artesanal que requiere mano de obra poco cualificada y se quería actualizar para hacerlo más intensivo, productivo, eficiente y técnico. Al final, desarrollamos una patente de todo el diseño del invernadero con el sistema de riego, de cómo la planta es monitorizada con visión artificial y de cómo se extrae el estigma y su posterior clasificación.
En la actualidad, estamos realizando pequeñas modificaciones en el sector calzado y textil para eliminar algunos procesos rudimentarios y hacerlos más eficientes con un mayor control de calidad del producto final.
¿Cómo ha evolucionado la visión artificial en la robótica?
La visión artificial ha revolucionado los procesos industriales desde finales de los años 90. Ahora es común en control de calidad y automatización. Tecnologías como la visión hiperespectral permiten detectar contaminantes en alimentos, lo que abre nuevas posibilidades.
¿Cuáles son las tecnologías emergentes más prometedoras en la robótica?
La robótica y la visión artificial están transformando gradualmente la industria. Comparo esto con el salto radical que ha representado ChatGPT y la inteligencia artificial generativa, que permite crear imágenes a partir de un simple prompt, algo inimaginable hace unos años. Aunque veo distante la posibilidad de tener robots antropomórficos en casa para tareas de ayuda, el avance de la inteligencia artificial generativa me hace pensar que quizás no está tan lejos y un avance significativo podría hacer que en poco tiempo esto se vuelva común y deje de parecernos extraño.
¿Qué desafíos técnicos y éticos enfrenta la robótica hoy en día?
Un desafío ético clave es el dilema del tranvía en la conducción autónoma, donde las decisiones morales serán cruciales. En la robótica colaborativa, las normativas europeas ya establecen parámetros para evitar daños, pero la conducción autónoma en espacios abiertos plantea dilemas más complejos que requieren una revisión por parte de las autoridades competentes.
¿Cómo ve el futuro de la robótica en la industria y la sociedad de aquí a 10 o 15 años?
La integración de IA en todas las industrias es previsible y progresiva. Sin embargo, algo realmente disruptivo podría ser la popularización de robots avanzados como el ATLAS de Boston Dynamics. La sociedad debe adaptarse a estos cambios, que pueden resultar traumáticos para algunos, pero sin duda beneficiosos para la sociedad.
¿Qué habilidades deben desarrollar los estudiantes para alcanzar el éxito en robótica?
En el mundo de la ingeniería hay que abrirse a cultivar la transversalidad, la adaptabilidad, las habilidades blandas y tener una sólida capacidad investigadora. Estas cualidades son la clave para tener éxito en el campo de la robótica.Considero que son un conjunto de habilidades especiales y recursos mentales que permitirá al alumnado desarrollarse en el futuro. También la capacidad de negociación y la capacidad de comunicación son recursos que sumados todos ellos te permiten solucionar los problemas y desafíos que presenta este campo.
Astrid Wagner, científica Titular del Instituto de Filosofía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), está preocupada por el creciente rechazo en las diversas esferas de la sociedad contemporánea de hechos históricos, científicos o sociales que están empíricamente demostrados. Wagner, que abrió las V Jornadas de Ciencia y Pseudociencia en el campus de Salesas y Desamparados (Orihuela) de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH), invitó a los asistentes a reflexionar, desde un escepticismo saludable, sobre los desafíos contemporáneos que enfrenta el pensamiento científico, desde la desinformación hasta la polarización social, el cuestionamiento de la evidencia científica al cambio climático y la crisis de confianza en las instituciones.
Según la filósofa, la conspiranoia junto con los agentes que utilizan datos arbitrarios para respaldar sus hipótesis y la información digital sin restricciones forman un cóctel explosivo donde se pone de manifiesto el grave problema al que se enfrenta la sociedad actual, que es la alimentación del negacionismo. Porque a juicio de la experta, este fenómeno erosiona la cohesión social y dificulta la búsqueda de soluciones a los problemas urgentes. Para frenar esta tendencia, la investigadora aclaró que la ciencia no es un dogma, sino un proceso continuo de cuestionamiento y revisión. Por ello, el escepticismo crítico es la herramienta fundamental que permite a los científicos evaluar la evidencia, formular hipótesis y desarrollar nuevas teorías. “En un mundo plagado de negacionismo y desinformación, el escepticismo crítico es más importante que nunca, ya que nos permite discernir entre los hechos y las opiniones”, expuso Wagner.
La segunda ponencia de la jornada corrió a cargo de Purificación Heras González, profesora del departamento de Ciencias Sociales y Humanas en el área de Antropología Social y Vicerrectora Adjunta de Igualdad y Diversidad de la UMH. En su charla “El ilusionismo de la igualdad y el negacionismo de la violencia de género en España”, Heras expuso que la investigación científica no está libre de sesgos de género por omisión, lo que puede representa un grave defecto con implicaciones en campos como la inteligencia artificial, o la medicina, donde puede llegar a errores en los resultados como el infradiagnóstico médico, debido a que no se contemplan en algunos de los ensayos clínicos a todos los grupos de población, por criterios de exclusión por grupos de sexo o edad específico. Además, Heras resaltó la baja representación de las mujeres en la ciencia y en el mundo laboral en los puestos de liderazgo en campos como la cardiología y la justicia así como la brecha salarial existente.
La vicerrectora adjunta también desmontó algunos de los mitos y creencias que persisten en torno a la violencia de género, mostrando la actualidad con datos y ofreciendo una mirada crítica sobre los sesgos de género arraigados en la sociedad y la necesidad de enfrentar el negacionismo de la violencia de género con evidencias y conciencia.
En esta misma línea, la conferencia online del profesor Juan Agustín sobre “Desigualdades de género” ofreció un análisis crítico sobre diversos aspectos de la discriminación hacia las mujeres. Presentó el “Informe sobre el impacto de la pandemia COVID-19 en mujeres rurales” de la Diputación de Málaga, que revela una cruda realidad: la falta de corresponsabilidad masculina y la precariedad laboral de las mujeres en el ámbito rural. Una doble discriminación que las coloca en una posición de mayor vulnerabilidad. Además, exploró cómo el discurso de la excelencia en el turismo encubre formas de explotación y perpetúa estereotipos de género.
Este primer día de la jornada también contó con la presentación de los resultados alcanzados por el estudiantado de instituto a través del taller “¿Por qué existen las teorías negacionistas sobre el cambio climático y las estelas químicas (chemtrails)?”, coordinado por el profesor del IES Miguel de Cervantes de Granada Ismael Román. La actividad, desarrollada en colaboración con el Instituto Mediterráneo Sol, consistió en una investigación estructurada en fases donde se evaluaban las preconcepciones sobre los bulos relacionados con el cambio climático y los chemtrails. El resultado fue revelador: la mayoría de sus alumnos modificaron sus creencias, pasando de creer las fake news a comprender la importancia de estar bien informados utilizando la ciencia.
El evento sobre pseudociencias también se desarrolló a lo largo del siguiente sábado con diferentes charlas tanto presenciales como online en torno a los negacionismos sobre el cambio climático y la desigualdad entre hombres y mujeres. Entre los ponentes de esta segunda jornada figuraron la arqueóloga y divulgadora Margarita Sánchez Romero; el investigador de la UMH Luciano Orden; el divulgador de la Universidad de La Laguna Luis Javier Capote; el astrofísico David Galadí Enríquez; el investigador de AEMET Comunidad Valenciana José Antonio Parodi Perdomo; el profesor de Física Aplicada de la UMH José Antonio García Orza; la directora de la Unidad de Cultura Científica de la UMH Alicia de Lara; el sociólogo Alexis Lara Climent; el astrofísico y divulgador Javier Armentia Fructuoso; la escritora mejicana Elpidia García Delgado y la matemática y divulgadora Marta Macho Stadler. Todas ellas intervenciones en las que se puso el foco en la necesidad de contar con información veraz y científica para combatir las teorías negacionistas y promover una comprensión más precisa de los desafíos ambientales y sociales que enfrenta la humanidad.
Acostant-nos a la data del dia Internacional del Museu (18 de maig), entrevistem a Alberto Martínez-Ortí, director del Museu Valencià d’Història Natural, malacòleg i membre científic-investigador de Human Parasitic Disease Unit (la Unitat de Parasitologia Sanitària, centre col·laborador de l’OMS). En aquesta conversa, descriu i valora la trajectòria del museu situat a Alginet i es pronuncia sobre la seua tasca d’investigador, fent èmfasi en el camp de la parasitologia sanitària.
Respecte al Museu Valencià d’Història Natural… Què n’opina de les funcions que pot fer un museu com aquest per a la societat? Creu que està infravalorada la seua riquesa científica i cultural?
Sí, en aquest país sí que es troba infravalorada. En altres països europeus, no. Nombroses nacions europees tenen museus semblants des de fa dos o tres segles enrere. És un mitjà que utilitzen aquestes societats per enfortir el medi ambient i la biodiversitat i lluitar contra el canvi climàtic i tots els problemes mediambientals que hi ha.
En el nostre territori, jo, personalment, em trobe molt desanimat respecte al suport de la nostra cultura museística, excloent l’artística. Aquesta sí que es troba ben valorada i mou quantitats exagerades de diners.
Des del nostre sector, intentem conservar el que tenim com a patrimoni valencià amb poques ajudes, però lluitant i donant una funció pública que la Generalitat no dona.
Com valoraria el transcórrer històric d’aquesta entitat i el suport per part de diverses institucions gobernamentals?
Pel que fa a les institucions, cal remarcar que el museu es va fundar l’any 1976. Uns anys després, en plena democràcia, el museu era una fundació que tenia un patronat, el qual estava primerament format per la Diputació i l’Ajuntament de València. Després es va afegir la Conselleria de Cultura. Aquestes tres entitats finançaven i potenciaven aquest museu per fomentar la participació dels científics valencians, ja que no existia cap museu encara de ciències naturals a València. Principalment, es disposava de la col·lecció de mol·luscos de Siro de Fez i un conjunt de coleòpters i papallones de la col·lecció Torres Sala. Aquesta fundació es va denominar Torres Sala, pel fet que aquesta família de Pego va ser la que ficà els diners, juntament amb la diputació, en la creació d’aquest museu de medi ambient.
D’aquesta forma, els recursos eren una mica públics i una altra mica, privats. Quan els senyors Torres Sala i Siro de Fez van morir, no hi havia cap persona responsable de les col·leccions. Es necessitava un conservador per a la segona col·lecció i és així com vaig entrar jo l’any 1995, després d’una estada a diferents països europeus formant-me com a malacòleg. En aquell moment, vaig demanar permís per a entrar com a conservador de la col·lecció Siro de Fez. Aquesta era una col·lecció que va donar un senyor anomenat Siro de Fez, que era metge de Camporrobles. Era una col·lecció que es va formar intercanviant mostres amb diversos malacòlegs europeus, per correu principalment… Tenia exemplars de remotes procedències com Madagascar o Austràlia.
Una vegada dins del museu, la meua feina es basava en catalogar, publicar i donar a conéixer aquesta col·lecció de mol·luscos a tota la societat.
Malauradament, el 2012, el Partit Popular unilateralment (ja que governava a l’Ajuntament, la Diputació i la Generalitat) va decidir tancar el museu i fer fora als investigadors. Des d’eixe dia, ha sigut una lluita contra les institucions i els polítics.
És cert que passats ja deu anys, algunes de les col·leccions continuen residint a València i que no s’han pogut recuperar ni traslladar?
Des que jo soc a Alginet, aquestes dues col·leccions, les de Torres Sala i Siro de Fez, estan abandonades. Són quasi onze anys, des del 30 de juny del 2012, el dia que van canviar el pany i ja no poguérem entrar al museu. Allí, es diu que hi ha una persona, que es trobava anteriorment al museu i que se «suposa» que està «conservant» la col·lecció… Està de guàrdia, perquè no es faça malbé.
Ací a Alginet arribàrem el 2013 i el museu es va inaugurar el 2015. El 2016, va ser reconegut com a museu per la Generalitat Valenciana, en una publicació al DOGV. No obstant això, les col·leccions segueixen allí.
Intentem conservar el que tenim com a patrimoni valencià amb poques ajudes, però lluitant i donant una funció pública que la Generalitat no dona.
Una de les dades que pot ser passa desapercebuda és que l’Institut Valencià de Biodiversitat, Taxonomia i Conservació Animal (i\Biotaxa) és l’encarregat de dirigir aquest museu. No és així?
Sí. Jo me’n vaig anar del museu de València amb totes les col·leccions que havien sigut donades per gent desinteressada, col·leccions d’amics meus i la meua col·lecció. Aquest grup de col·leccions no interessaven a l’Ajuntament i van poder ser transportades a Alginet.
Per poder guardar i exposar aquestes col·leccions, i per temes fiscals, m’aconsellaren crear una altra fundació, formada per quatre amics de la Universitat (professors) i jo, amb un comité de direcció, una ubicació i el nom, que vaig decidir jo. Aquest nom descriu les tasques que fem ací.
Ara mateix, disposem de millors exemplars i més diversos que a València, ja que tenim homínids, fòssils, peixos, paràsits… Mostres que allí no exposàvem. Superem un milió de peces. Una dada extraordinària.
Aquesta entitat és també l’encarregada d’editar la revista Zoolentia. Què ens pot contar de la seua recent creació?
Un museu fa tres tasques fonamentals: l’exposició del material de què disposa, perquè la gent gaudisca de la cultura científica, la formació i divulgació que es du a terme amb les visites de col·legis, instituts, associacions o grups de gent gran i l’última és la investigació, amb projectes importants com els que realitzem ací. Alguns d’ells intenten estudiar els problemes mediambientals que trobem al País Valencià. Nosaltres, estem formats en la investigació de la biodiversitat valenciana i, per tant, ens encomanen la realització d’informes sobre animals que es troben en perill d’extinció i als quals la Conselleria fa poc de cas.
És clar, tots els museus, el de Barcelona, el de Brussel·les, el de Londres… Tots són institucions amb una revista per a publicar les seues investigacions pròpies. Nosaltres, des del 2015, any que inaugurarem el museu, la major part dels nostres estudis es publicaven fora, en revistes d’altres entitats.
Ara bé, pensàvem que era valuós comptar amb una revista nostra, de zoologia, tenint com a referència un museu valencià com aquest, en la qual tots els investigadors valencians que volgueren publicar recerques sobre mostres d’espècies ibèriques, valencianes, baleàriques o fins i tot, europees o internacionals, pogueren tindre la possibilitat de compartir-les sense cap problema. És així com naix el 2021 aquesta revista, Zoolentia, una revista científica en línia, que es manté sense moltes despeses.
Fent referència a algunes investigacions en les quals vosté ha participat… Un dels seus últims articles confirma l’extinció d’un mol·lusc endèmic exclusivament valencià. De quin estem parlant i quina ha sigut la causa d’aquesta extinció?
Quan parlem d’aquesta espècie ens referim a Theodoxus Valentinus. Era una espècie preciosa, en l’àmbit europeu, de les més boniques que teníem. Tenia uns colors molt vistosos, groguencs i rogencs, amb ondulacions en la closca. Hi ha registres publicats dels viatges que feien científics alemanys del segle XIX, que venien exclusivament en diligència des del port de Barcelona a l’Alcúdia de Crespins, al riu dels Sants, a veure aquest animal.
Desgraciadament, jo no el vaig veure mai viu. A principis dels anys vuitanta, encara hi havia gent que conec de la Universitat de València, que tenia aquest caragol a sa casa en aquaris. En aquests anys va haver-hi una gran extracció d’aigua de l’ullal del riu dels Sants i varen dissecar el riu, any rere any. Finalment, aquest ullal i el riu es van quedar secs i aquesta espècie es va extingir definitivament. Mai s’ha tornat a trobar viva.
Últimament, hem portat a terme estudis perquè es pensava que aquesta espècie s’havia redescobert, pel semblant de la closca, al naixement del riu Verd, entre Alberic, Massalavés i Benimodo. Però l’anàlisi molecular recent, ha conclòs que no és la mateixa espècie.
Com es va poder realitzar l’anàlisi? Doncs es va poder efectuar gràcies al fet que nosaltres, tot i no tindre material viu del Theodoxus Valentinus, posseíem alguns caragols momificats amb la seua massa encara intacta. Molts museus internacionals disposen de la closca de l’espècie, però sols el nostre tenia la mòmia de la massa. El seu ADN es va comparar amb les mostres del riu Verd i es va demostrar que eren diferents espècies, definint les del riu Verd com Theodoxus Meridionalis, que és l’espècie més abundant del gènere Theodoxus al territori valencià i a la península Ibèrica.
A més a més, vosté com a especialista en paràsits i els seus mol·luscos vectors ha realitzat estudis d’espècies que transmeten malalties parasitàries a l’estranger.
Sí. Malalties parasitàries n’hi ha moltes, sobretot proliferen a països subdesenrotllats del tercer món que tenen pocs recursos. Al meu departament de la Universitat, formem part de l’Organització Mundial de la Salut com a grup d’experts en fascioliasis i els seus vectors, com són els mol·luscos d’aigua dolça. La fascíola és un paràsit trematode que afecta el fetge i als conductes biliars, i òbviament, és un problema greu per a la salut. Treballem per erradicar aquest tipus de malalties, siga a l’Àfrica o a Amèrica.
Entre aquestes malalties també trobem altres transmeses per mol·luscs, com l’esquistosomiasi urogenital o intestinal, que afecten també al fetge i a les artèries. Aquests paràsits viuen en la sang. Després fiquen ous, i en el cas de la urogenital arriben a la bufeta urinària i com a conseqüència, l’infectat comença a emetre sang a través de l’orina. Quan afecta el fetge, no es detecta amb facilitat i provoca que hi haja un engrossiment de la panxa, com hem vist tots en diferents fotografies de xiquets africans.
Aquest paràsit s’ha de combatre amb medicació i estudiant el vector, que transmet el paràsit a través de l’aigua. No obstant això, el problema es troba en el fet que aquests animals emeten unes cercàries, és a dir, unes fases del paràsit, que travessen i penetren la pell humana per passar a la sang, dins del nostre torrent circulatori. Sols amb ficar la mà o el peu dins l’aigua dolça, et pots infectar.
Hi ha hagut algun cas a Espanya?
Bé, les infeccions ocorren majoritàriament a Amèrica i a Àfrica, però ja hi ha hagut casos ací. El 2015, vaig identificar el caragol vector a Almeria. Hui en dia, hem tingut casos d’infecció a aquest mateix lloc, de forma autòctona, per contacte amb xicotetes piscines que s’utilitzen per regar els cultius i que s’han establert com a zones per a refrescar-se.
Des de la meua experiència, he estat diverses vegades investigant a Angola, on hi ha un alt contagi tant de fascioliasis com d’esquistosomiasis. Allí la gent no té aigua correnta a sa casa i, per tant, fa ús domèstic de l’aigua del riu. En aquest context, llastimosament, pot haver-hi contagis de poblacions senceres.
Hi ha en tots els centres mèdics (hospitals) un especialista en malalties tropicals, però no hi ha especialistes en vectors
És suficient la investigació que s’està duent a terme a nivell autonòmic i/o estatal sobre els possibles papers que tenen diversos animals com a intermediaris de malalties parasitàries?
Les institucions governamentals generalment resolen els problemes quan arriben. Sempre tracten d’acabar amb els focus de les malalties, però no hi ha previsió per tindre un equip format, com sí que tenen altres països, i que siguen capaços de controlar totes les malalties parasitàries que puguen arribar.
No hi ha tampoc molta formació. Per exemple, en el tema de la febra hemorràgica deCrimea-Congo, moltes vegades m’envien de l’hospital fotografies de diverses caparres capturades que han contagiat a xiquets que han anat a l’hospital, perquè els confirme si aquestes poden transmetre la malaltia. Tot açò ocorre perquè no hi ha molt d’interés. L’Estat no pensa que deuen haver-hi persones treballant amb això, no sabem el perquè. Per a fer estes tasques has d’emigrar a països com a França o el Regne Unit, on ho consideren fonamental per a la salut humana.
Un altre estudi interrelaciona la Cova de la Barriada (Benidorm), el paleolític i els moluscos. Què ens pot contar?
Eixa investigació va ser molt interessant. Era un estudi d’arqueòlegs, però com que pel que fa a la zoologia, no eren experts, em varen demanar la meua col·laboració i vaig participar en el projecte.
Vàrem trobar, entre altres coses, els caragols que es mengen a la paella. Mostres de fa trenta mil anys i ens vàrem adonar que aquests caragols ja eren consumits pels humans que habitaven el País Valencià en aquelles dates. És la informació de consum de caragols més antiga que es coneix.
A més a més, vam descobrir que no sols els menjaven sinó que també els criaven, en forma de xicoteta ramaderia, en un recinte tancat i s’anaven consumint a poc a poc. La gent d’aquesta època sabia que els caragols eren una font d’alimentació amb molta proteïna i poc greix, i per tant els proporcionaria molta força.
També cal remarcar que s’han trobat evidències de la cuina d’aquests animals al foc, i en conseqüència, es pot imaginar, sense tindre proves certeres, que no se’ls menjaven crus.
Com definiria el seu ofici d’investigador? Quins obstacles troba al dia a dia per poder continuar lluitant per la ciència?
Doncs des del meu punt de vista, és una professió molt sacrificada. No s’obtenen ajudes per a gairebé res i quan demanes un projecte has d’omplir un muntó de papers, molta burocràcia. Tot això, estem parlant de projectes d’uns 10.000 euros que cobreixen sols els costos essencials de la investigació, no financen per a poder viure de les investigacions. Costa molts diners i molt de temps preparar i presentar els projectes, i en cas de ser denegats, és una decepció tremenda, perquè fas un esforç brutal, tant econòmic com mental, per no rebre res i et quedes sense un «duro».
En les universitats, es cobra per donar classe i les investigacions són un afegit. Però entitats com la nostra, en què la investigació té un paper fonamental per guanyar-nos un sou, necessitem més recursos. En molts casos, hem de demanar préstecs al banc per poder cobrir projectes que sols finança parcialment la Generalitat.
No obstant aquestes penúries, la vida continua, el museu continua i seguirem lluitant.
Laura Rodríguez, investigadora en Biología Química: «Aún no se conoce exactamente bajo qué mecanismo actúan ciertas enzimas, qué sustratos aceptan… E investigar sobre ello puede delinear cuál es su papel en algunas enfermedades genéticas»
El pasado 25 de abril se celebró el Día Mundial del ADN, que conmemora el descubrimiento de la estructura de doble hélice del ADN. Este año es el 70 aniversario de este hallazgo, además de cumplirse 20 años desde la finalización del Proyecto Genoma Humano. Laura Rodríguez, investigadora predoctoral en el Departamento de Biología Química de la Universidad de Mánchester, ha colaborado en la reciente publicación del artículo «Síntesis biocatalítica de enlaces amida mediada por tioésteres con reciclaje in situ de tioles»en la revista Nature Catalysis. Durante la investigación ha estudiado las histonas, proteínas a las que se asocia el ADN conformando los cromosomas.
¿Qué relación tiene el artículo que has publicado en Nature Catalysis junto con tu grupo de investigación con el ADN y la genética?
Mi trabajo dentro de la investigación se ha centrado en la modificación de péptidos, que son moléculas constituídas por aminoácidos, al igual que las proteínas.Las histonas son proteínas que están en el núcleo de las células y en ellas se enrolla el ADN. Esto se debe a que las histonas tienen carga positiva, y el ADN, carga negativa, así que tienen afinidad. Las células modifican químicamente la histona para eliminar su carga positiva. De este modo, el ADN se desenrolla de la proteína, quedando accesible para su lectura y transcripción. Las enzimas son cruciales para los seres vivos, ya que influyen en la transcripción de la información genética, afectando a la expresión de los genes. Un fallo en este sistema puede implicar el desarrollo de enfermedades genéticas. Por eso es tan importante el estudio de las enzimas, ya que hay algunas para las que aún no se conoce exactamente bajo qué mecanismo actúan, qué sustratos aceptan… E investigar sobre esto puede delinear cuál es el papel de esas enzimas en ciertas enfermedades genéticas como puede ser el cáncer.
En nuestra vida cotidiana usamos algunas enzimas, como por ejemplo, empleando levaduras para la fermentación del azúcar y obtener alcohol, o para conseguir que un bizcocho se hinche. ¿Cómo explicarías qué es una enzima o catalizador?
Para entender lo que es un catalizador primero hay que explicar lo que es una reacción química.
Una reacción química consiste en romper enlaces existentes entre átomos para formar nuevos enlaces. Esto no puede suceder sin un aporte de energía. A veces, sin la presencia de un catalizador, esta energía para romper y formar nuevos enlaces puede ser tan alta que la reacción ni siquiera llega a ocurrir. Añadir un catalizador facilita esa rotura y formación de enlaces, permitiendo que la reacción tenga lugar o simplemente haciendo que ocurra más rápido.
Hay dos tipos de catalizadores: están los catalizadores químicos, como los metales de transición, y también existen los catalizadores que emplea la naturaleza, conocidos como enzimas. Las enzimas son proteínas que usan las células para llevar a cabo las reacciones que ocurren en su interior. Los sustratos entran dentro de la enzima, la cual facilita la reacción química, interviniendo en la rotura de los enlaces para formar otros nuevos.
Aunque la naturaleza ha “fabricado” las enzimas para que funcionen con un sustrato determinado, estas tienden a ser promiscuas, pudiendo llevar a cabo muchas más reacciones químicas de las que se solía creer.
El uso de metales de transición como catalizadores resulta contaminante, mientras que las enzimas son biodegradablesy no requieren emplear disolventes tan dañinos para el medio ambiente
¿Qué beneficios podría tener esa “promiscuidad” de las enzimas?
Se está empezando a considerar el uso de enzimas en ámbitos donde anteriormente no se incluían tanto, por ejemplo, en la industria farmacéutica. Es un concepto relativamente nuevo que se denomina biocatálisis.
En la industria farmacéutica, los catalizadores que se suelen usar son de tipo químico, como es el caso de los metales de transición. Estos se emplean en grandes cantidades y resultan bastante contaminantes. Sin embargo, las enzimas se producen mediante cultivos celulares, lo que se considera energía renovable, y son biodegradables, al contrario que los metales de transición. Además, las condiciones en las que suceden las reacciones mediadas por enzimas son más “suaves”, sin necesidad de un aporte energético tan alto, y pueden llevarse a cabo en agua en vez de disolventes orgánicos más contaminantes. Por otra parte, usar metales de transición durante la preparación de productos farmacéuticos no resulta demasiado conveniente, ya que posteriormente hay que realizar una purificación mucho más exhaustiva para eliminarlos del producto final y evitar que lleguen al paciente.
Actualmente, tanto mi laboratorio como muchos otros, se centran en el estudio de las enzimas. Cada año se descubren nuevas reacciones que pueden ser catalizadas por estas proteínas y que resultan de gran interés para la industria farmacéutica. Uno de los enlaces más interesantes para la industria es el enlace amida, fundamental en la síntesis de medicamentos. Se ha investigado mucho acerca de este enlace, ya que no es fácil de conseguir: las síntesis químicas son muy largas y costosas económicamente. En nuestro estudio hemos descubierto una forma de simplificar este proceso empleando enzimas.
He visto que gran parte del artículo está ocupado únicamente por figuras. En química, ¿una imagen vale más que mil palabras?
Sin lugar a duda. Las figuras son a lo que más tiempo le hemos dedicado, necesitábamos que fuesen claras y que estuviesen impecables. Cuando abres un paper, tus ojos van directamente a las figuras. Por eso, es muy importante reflejar en ellas el tema del que trata el artículo y cuáles fueron los resultados. De ese modo, el lector decidirá si el paper le resulta de interés o no, y eso influirá en si se queda leyéndolo. De hecho, las figuras son lo primero que elaboramos del artículo, y alrededor de ellas escribimos el texto. Las figuras cuentan la historia; el texto la acompaña.
¿Cómo fue el proceso de investigación y qué implica publicar en una revista como Nature?
La investigación se llevó a cabo en colaboración con Astrazeneca. Empezamos a investigar sobre marzo de 2021, yo me incorporé en junio. Comenzamos a redactar el artículo en diciembre de ese año. En primer lugar, todo debe tener la aprobación de los investigadores principales, y luego, Astrazeneca revisa el trabajo, ya que puede haber conflicto de intereses. Por ejemplo, podrían querer reservarse parte de la investigación para hacer patentes en vez de publicarla en el artículo. Cuando todo estaba listo, lo enviamos a la revista para publicarlo. Los editores lo revisaron y nos mandaron sus correcciones. Preparamos nuevos experimentos, hicimos los cambios pertinentes y remitimos el texto corregido. Los editores estudian los cambios y vuelven a hacer nuevas correcciones. Este proceso se repitió varias veces. En resumen, enviamos el artículo en mayo de 2022, y se publicó el 28 de diciembre de ese año. Es un camino muy largo, he escuchado casos de personas que han esperado un año entero desde que enviaron su artículo a Nature hasta que este es aceptado. Se tarda mucho en publicar en esta revista porque es una de las más rigurosas, tienen que asegurarse de que los datos no están “fabricados” para mantener su prestigio. ¡Incluso pensé que no se iba a publicar tras tanto esperar!
“El ámbito académico deja bastante espacio para ser creativo y original en la investigación”
Hablando de largos tiempos de espera… En la metodología del artículo se describen ciertos procesos de laboratorio, como la incubación, que tardan en completarse hasta 24 horas y que se repiten con bastante frecuencia. ¿Qué hacéis en “los ratos muertos”?
Para evitar perder tiempo ponemos las reacciones a última hora y las dejamos preparándose durante la noche para que todo esté listo el día siguiente. Aún así, a veces sí que tenemos ratos muertos. Los empleamos para hacer otras tareas como estudiar y analizar los datos obtenidos hasta el momento, escribir o, muy de vez en cuando, hacemos crucigramas. Lo normal es que nos organicemos bien para seguir trabajando, pero a veces también aprovechamos para hablar entre nosotros.
En un trabajo tan técnico como el tuyo, ¿hay espacio para la originalidad y la creatividad?
Yo diría que sí. Dentro del mundo de la ciencia, considero que el ámbito académico deja bastante espacio para ser creativo y original en comparación con la industria farmacéutica. Hay menos presión para conseguir ciertas metas y para enfocar la investigación “a tu manera”. Puedes estudiar las cosas que te gustan en vez de centrarse únicamente en lo que se supone que va a generar beneficios para la empresa. Esa es una gran diferencia entre el trabajo académico y el industrial.
En el artículo habláis de reacciones “one-pot”, término que también se utiliza en cocina y que implica que todos los ingredientes se cocinan y se mezclan en una misma olla. ¿Es el mismo concepto para la química?
Las reacciones químicas, normalmente, se hacen paso a paso. A partir de unos reactivos se obtienen productos que, a su vez, se pueden emplear como reactivos para comenzar otras reacciones químicas. Las reacciones se pueden encadenar sucesivamente hasta que consideres alguno de los productos obtenidos como el producto final o definitivo. En las reacciones “one-pot” se mezclan a la vez todos los reactivos, sustratos, catalizadores… y se obtiene el producto final en un solo paso. De este modo, no tienes que preocuparte de hacer varias reacciones, ahorrando tiempo.
En cocina, puedes ir añadiendo ingredientes uno tras otro hasta conseguir tu producto final, que es el plato que deseas preparar; igual que en química, donde añades reactivos sucesivamente hasta que consigues tu producto. Dependiendo del plato también puedes añadir todo a la vez en una olla, es decir, “one-pot”.
Tras hablar de tanta cocina, ¿tú dirías que los químicos tienden a ser buenos cocineros?
Hay varias similitudes entre preparar reacciones y cocinar platos. Obviamente, cuando haces reacciones tienes que ser mucho más exacto con las medidas. Si estás acostumbrado a ser preciso para la química, también lo serás para la cocina. Otro punto en común es que, en la química se sigue un protocolo: “añade este volumen de reactivo en el disolvente y espera tanto tiempo…” y en la cocina se sigue una receta, y vas añadiendo los mililitros y gramos de los ingredientes que se indiquen en ella. Entonces creo que sí, es posible que a muchos químicos se les dé bien la cocina.
El pasado 4 de marzo, el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana publicó la resolución del 22 de febrero de 2022 por la que se reconocía la Colección Científico Médica del Instituto Interuniversitario López Piñero (IILP) de Valencia como Colección Museográfica Oficial. En sus fondos confluyen objetos de orígenes variados: desde instrumental proveniente de las facultades de Medicina y de diversas Facultades de Ciencias de la Universitat de Valencia, hasta piezas originadas en algunos hospitales de Valencia, pasando por donaciones de particulares (especialmente médicos) de origen valenciano, aunque no restringidos al ámbito local.
Los antecedentes del Instituto López Piñero y su colección museística se remontan a los años 60 del siglo pasado, de ahí que en palabras de Josep Simón, conservador del Museo e investigador del Instituto, este reconocimiento actual lo sea también al trabajo de muchos años y de muchas personas poco valoradas en el marco universitario, así como de un patrimonio a menudo desestimado por humanistas, científicos y médicos. “Es un buen revulsivo para seguir haciendo crecer el Museo y sus actividades”, ha dicho Simón, quien considera la resolución oficial “un paso ineludible para poder avanzar en la construcción de un equipo de trabajo profesional vinculado al Museo y financiado en condiciones laborales adecuadas, además de una oportunidad para jóvenes investigadores y profesionales en formación”.
Es la primera vez que el IILP solicita este reconocimiento para su colección. Y, aunque el procedimiento ha recaído fundamentalmente en los esfuerzos de Josep Simón y de José Ramón Bertomeu, director del Instituto, desde el Museo se ha querido recalcar el esfuerzo colectivo conducente a este logro. “Cabe reseñar el trabajo de voluntarios como Javier Balaguer y José Garaboa. También el de los profesores del Instituto, que han integrado las exposiciones en las actividades de sus clases, investigado sobre objetos de la colección, preparado exposiciones y canalizado donaciones”, ha explicado el conservador.
“En el Museo de Historia de la Ciencia se pueden desarrollar acciones que realmente impacten social y culturalmente»
Josep Simón
Esta distinción constituye una oportunidad para reflexionar sobre el rol en el siglo XXI de los Museos en general y de los Museos de Historia de la Ciencia en particular. Según Simón, las exposiciones históricas sobre aspectos científicos están llamadas a tener un papel crucial en la interpretación de la cultura. Esto se debe, según el científico, a una pluralidad de miradas, complejas e irreverentes, sobre problemas que difuminan las fronteras entre Humanidades, Ciencia y Técnicas. “En el Museo de Historia de la Ciencia se pueden desarrollar acciones que realmente impacten social y culturalmente, y vayan más allá de los elementos más restrictivos, tediosos y neoliberales de la actual carrera académica, o de ciertos discursos vacuos y elitistas del arte y su mercado”, ha argumentado Simón. Sin embargo, ha querido destacar que este horizonte requiere de una implicación institucional que pasa, en buena medida, por los recursos proporcionados a las Instituciones para crear y crecer.
Una enfermedad rara es aquella que afecta a 1 de cada 2000 personas. El director científico del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS la Fe), Guillermo Sanz, explicó en la Jornada acogida por su institución con motivo del Día Mundial de las Enfermedades Raras, que estas se caracterizan por ser crónicas, incapacitantes, progresivas, potencialmente mortales y con un destacado componente genético. Con el objetivo de visibilizar los principales temas ligados a estas patologías, la jornada, que tuvo lugar el 28 de febrero, se centró en la innovación y en la demora en el diagnóstico como principales retos en torno a estas afecciones de baja prevalencia.
El instituto abre sus puertas al estudiantado femenino de diversos colegios valencianos para promover la igualdad en la investigación con talleres y charlas
El Instituto de Física Corpuscular (IFIC), centro de investigación mixto del CSIC y de la Universitat de València, organizó una jornada el 11 de febrero para celebrar el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Con motivo de esta conmemoración, el instituto acogió en sus instalaciones a 66 alumnas pertenecientes a 22 centros educativos de la provincia de Valencia. Durante la jornada, investigadoras del IFIC, alumnas y profesoras acompañantes vivieron juntas un día lleno de inclusión, visibilidad y ciencia, en el que realizaron una masterclass femenina de física de partículas y donde unieron sus voces para clamar por un futuro científico con acceso y participación equitativa e independiente del género.
La investigadora de l’Institut Català de Nanotecnologia és una de les responsables del projecte CoNVat, una de les primeres iniciatives finançades per la Comissió Europea com a resposta a la crisi del coronavirus.
A l’inici de la pandèmia, la Comissió Europea va decidir llançar una sèrie d’ajudes destinades a finançar d’urgència projectes d’investigació relacionades amb la COVID-19. El projecte CoNVat va ser una de les iniciatives seleccionades, l’única liderada per un grup d’investigació espanyol. El seu objectiu principal és desenvolupar un biosensor de tipus point-of-care (dispositius dissenyats per a ser utilitzats directament allà on es troba el pacient) per a la detecció ràpida i específica del virus SARS-CoV-2. El mateix sistema, a més, podria usar-se per controlar l’evolució dels coronavirus als animals reservori, tal i com proposa l’epidemiòleg Jordi Serra Cobo, que col·labora per part de l’Institut de Recerca de la Biodiversitat de la Universitat de Barcelona.
Una de les responsables de la coordinació de CoNVat és la valenciana Maria Soler, investigadora sénior del grup de Nanobiosensors i Aplicacions Bioanalítiques (NanoB2A) de l’Institut Català de Nanotecnologia (ICN2), dirigit per Laura Lechuga. La doctora en química ens explica els detalls dels sistemes que estan desenvolupant per a la detecció del virus i comparteix les seues reflexions al voltant dels reptes que suposa emprendre una carrera al món de la investigació.
En què consisteix el projecte ConVAT?
L’objectiu del projecte és desenvolupar un sensor basat en nanotecnologia fotònica. Fem servir la llum per a sistemes de diagnòstic clínic. Els nostres xips els tenim ja desenvolupats i demostrats per a altres tipus de diagnòstic com bactèries o biomarcadors de càncer. Ara, els estem aplicant per a la detecció del SARS-CoV-2 de dos maneres diferents. Una és la detecció del virus sencer[detecció directa del microorganisme sense tractament previ] en mostres de saliva o de fluids respiratoris, que seria similar als test ràpids d’antígens però amb una sensibilitat molt major. L’altra és la detecció del seu material genètic però sense necessitat d’amplificar mitjançant tècniques PCR. Nosaltres directament detectem l’RNA del virus i obtenim una senyal quantitativa, això ens permet determinar la càrrega viral que presenta el pacient. A més, no només ho volem aplicar a pacients humans sinó que volem fer servir els dispositius per poder detectar i controlar els coronavirus en animals com rates penades, o altres rosegadors, que puguen ser reservoris d’aquests virus. És a dir, poder detectar qualsevol mutació o evolució dels coronavirus que puga resultar perillosa per a desencadenar una nova pandèmia en el futur.
«Detectem concentracions molt baixes de virus, cinc o sis partícules per mil·lilitre»
Explica’ns com funcionen els vostres sensors. Quina diferència hi ha amb els test d’antígens que s’estan utilitzant actualment?
Són guies interferomètriques basades en xips de silici. Fem passar llum a través del que s’anomena una guia de ona, la llum circula a través del xip de silici i ix pel final d’aquest. Al mig del xip es troba la superfície sensora. Qualsevol interacció biomolecular que es done en aquesta superfície afectarà a com es transmet la llum a través de la guia d’ona. En aquest cas el que detectem és un canvi de fase, similar a un canvi en la velocitat de la llum. Quan capturem el virus damunt del xip, la llum canvia la velocitat a la que el travessa i això, al final del xip, es tradueix en una senyal interferomètrica que transformem en una senyal lineal que podem interpretar. Quanta més quantitat de virus capturem, major intensitat de senyal tenim. Això és el que ens permet detectar el virus directament sense necessitat de qualsevol tipus de marcatge fluorescent o colorimètric. A més, fa que siga molt ràpid. Detectem el virus en el moment que està entrant en el xip, serien assajos d’entre deu i quinze minuts com a molt.
La diferencia principal amb els test ràpids és que la nostra sensibilitat és molt major, seriem capaços de detectar concentracions molt baixes de virus, cinc o sis partícules de virus per mil·lilitre, quan els test ràpids estan en sensibilitats d’un milió de partícules per mil·lilitre. En els dos casos fem servir anticossos que són els receptors que van a capturar el xip a través de la proteïna espiga exterior. Fem servir el mateix sistema biològic perquè és el que major especificitat dona a l’assaig.
En quin punt del projecte esteu?
Acabem de complir un any i anem molt bé. El projecte és per dos anys, pel que estem just a la meitat. Ara mateix estem provant ja amb mostres de virus inactivats. Al nostre laboratori no podem treballar amb virus actius, com a molt tenim disponibles laboratoris BSL-2 [nivell de bioseguretat 2] on treballem amb virus inactivats per llum ultraviolada. Les mostres ens arriben de col·laboradors com l’Institituto Nazionale de Malattie Infettive d’Itàlia, que estan dins del projecte, i d’altres col·laboradors espanyols com el Centre Nacional de Biotecnologia de Madrid. Hem optimitzat tot l’assaig, detectem el virus de manera específica i molt sensible, arribem a límits de detecció de poques partícules de virus per mil·lilitre. Estem provant amb mostres de saliva i fluids nasals, simplement acabant de posar-ho a punt i pensant com fer la validació clínica. Per a aquesta validació haurem de traslladar el nostre sensor als laboratoris de l’institut italià per posar-los a un laboratori de BSL-3 on poder demostrar que segueix funcionant igual amb mostres actives. Esperem poder fer-ho prompte, si la pandèmia ens ho permet.
«Passe la meitat del temps no dedicada a fer ciència sinó a demanar finançament»
En el teu cas, eres una investigadora jove encarregada del gestió d’un projecte de gran envergadura, junt amb la directora de NanoB2A Laura Lechuga. Quina és la teua situació laboral i com és actualment el camí per desenvolupar carrera investigadora?
El camí és difícil, sobretot a partir d’ara. Al principi és molt fàcil, fas el doctorat, jo vaig tindre sort que em van oferir després un postdoc a Suïssa, a l’École Polytechnique Fédérale de Lausanne, on vaig estar tres anys a un bon laboratori i després també em van oferir tornar ací a seguir investigant al laboratori on estic ara. Fins ací diguem que tot m’ha anat sobre rodes. Ara, el meu contracte és temporal. Jo tinc un contracte de cinc anys amb impossibilitat d’ampliar-lo. Vaig pel tercer i quan acabe hauré de buscar un altre contracte. En això estic. Ara he de buscar-me finançament jo mateixa per poder seguir treballant. Bé siga amb finançament públic, com puga ser una beca de tipus Ramón y Cajal o similar, amb finançament de fundacions privades com podria ser la Caixa, o anar directament a per finançament europeu amb una beca del Consell Europeu d’Investigació(ERC), però aquest finançament cada volta és mes complicat d’aconseguir. El pitjor de tot és que jo passe pràcticament la meitat del meu temps no treballant en la ciència en si, sinó escrivint projectes i demanant finançament per a poder seguir treballant.
Es queden molts investigadors pel camí?
Moltíssims. Dels deu doctorands que estàvem fent el doctorat al mateix temps només tres seguim a l’acadèmia. Els altres han anat a empreses o han deixat la ciència i estan a consultories o buscant feina de qualsevol altra cosa. Cadascú per motius diferents. Bé per l’èxit, bé per capacitats o bé per no tenir ganes de lluitar dia a dia per simplement aconseguir un sou sense tindre una estabilitat laboral, que al final es el que tots busquem.
«Pesa molt la falta d’ambició amb que ens eduquen de menudes»
En el vostre cas, sou majoritàriament dones les que esteu al capdavant d’un grup exitós. Per contra, quan acudim a les dades, observem que aquesta situació encara no es dona amb normalitat. Per què creus que encara no s’ha superat aquesta fase?
Sí, som l’excepció que confirma la regla. No només perquè som dones les que estem a les posicions més altes, les dues sèniors que som i les quatres investigadores postdoctorals. És que ara realment pràcticament el 90% de les investigadores del meu grup som dones i no és que ho hagem buscat sinó que ha sorgit així. És molt curiós, i molta gent ens ho diu, perquè, a més, som un grup basat en enginyeria on normalment són molts homes i nosaltres som tot dones. Tenim moltes biotecnòlogues, biòlogues i químiques però també tenim enginyeres , programadores i matemàtiques. En aquests camps és més difícil trobar dones i crec que les tenim totes al nostre grup.
Per què no hi ha més dones liderant l’activitat científica?
La veritat que és una pregunta difícil de respondre per a mi. Normalment la gent diu que és per la falta d’estabilitat de la carrera investigadora i també pel tema de la maternitat. Pot ser, tot i que ara qualsevol tipus de beca o projecte ja et deixa dir que has dedicat eixos anys a la maternitat i no et compta en el període de temps avaluat. Però jo crec que també pesa molt la falta de motivació i ambició amb que ens eduquen a les dones quan som menudes. Mai ens diran que serem la cap de la empresa o que ens muntarem la nostra pròpia empresa. En canvi als xiquets: “Tu seràs el jefe de major, veritat?” Jo crec que això és el que realment fa que les dones no tinguem aquesta ambició per arribar a les posicions més altes i crec que és el que hem de canviar. Tant a nivell personal, familiar i a l’escola. Tenim tots i totes molta responsabilitat en canviar això.
Victoria Bueno González, licenciada en Biología y especializada en conservación de la biodiversidad, salió de España en 2016 hacia Reino Unido en busca de un futuro dentro de la investigación. Cuatro años mas tarde, la bióloga nacida en Zamora no solo se ha labrado un puesto como investigadora fuera de su país, su principal objetivo, sino que ha vivido multitud de experiencias tras su paso por Leeds y Bristol. Ahora, avalada por su veteranía en el extranjero, Bueno anima a salir de la zona de confort a todos aquellos científicos y científicas españoles sin oportunidades en España.
Decidió salir de España para buscar nuevas oportunidades en Inglaterra y apareció Leeds, ¿Qué estuvo haciendo allí durante su estancia?
Cuando llegué empecé a trabajar en hostelería para pulir el lenguaje. Ya sabes cómo somos los españoles, nos cuesta mucho creernos preparados cuando llegamos a un país nuevo. Después, cuando sentí que estaba lista, comencé a aplicar a las ofertas de trabajo en las que mejor podía encajar según mi especialización. Me dieron un puesto de técnica de laboratorio docente en la Facultad de Bioquímica. Me valió mucho para adentrarme en este mundo, conocer a mucha gente, adquirir experiencia y lograr empezar un doctorado.Descubrí mi verdadera pasión.
Ha dicho que su principal objetivo era empezar un doctorado, ¿Cómo consiguió esa beca de doctorado en Bristol?
Aplicando online a través de todas las páginas web
especializadas. Es muy sencillo obtener una beca de doctorado y existen muchos
puestos vacantes y la mayoría están
financiados. Además, muchas facultades
de Reino Unido se matan por conseguir científicos procedentes de España.
¿Por qué dice que las
facultades de Reino Unido están tan interesadas en los científicos españoles?
Porque la mayoría de los investigadores e investigadoras
españolas que vienen de España tienen una mayor formación. Muchos de los jóvenes de Reino Unido se gradúan
y deciden dar el salto, sin ninguna experiencia.
¿Por qué tenía tan
claro hacer el doctorado?
Cuando entré en el laboratorio todos mis compañeros eran
técnicos y ninguno tenía doctorado, llevaban toda su vida dentro del mismo
área. Es totalmente respetable, de hecho, me encantaría volver a trabajar en un
laboratorio. Sin embargo, sin un logro de este tipo no puedes avanzar más allá.
No quería quedarme en ese puesto para siempre. Necesitaba seguir aprendiendo y
descubriendo.
Una vez que consiguió esta beca en el departamento de Biología de la Universidad del Oeste de Inglaterra, ¿Se le preestableció el tema a investigar o usted ya tenía planeada la temática?
La razón por la que escogí aplicar a este doctorado estaba
en que se trataba de una mezcla de biología y conservación de la biodiversidad,
una temática en la que yo me había especializado con la realización del máster.
Lo vi el proyecto perfecto para continuar con mi carrera profesional. Yo
siempre me había considerado bióloga de bota y no de bata pero, actualmente, no
existe nada estrictamente de campo. Al final, todo se basa en ADN y proteínas.
Estáis trabajando en un método diagnóstico para una enfermedad bacteriana en robles, cuya bacteria puede llegar a matarlos en cinco años. ¿Cómo lo está llevando a cabo?
El método que estamos desarrollando es una técnica aplicada basada en la polymerase chain reaction (PCR) y, dentro de esta, la High Resolution Melting (HRM). Lo más especial e interesante de este proceso es un colorante fluorescente que se intercala con el ADN cuando está en forma de doble cadena. Al poner la muestra sobre dicho colorante, sabremos si hay bacterias, el número concreto y el tipo al que pertenece.
Y tras la utilización de este método diagnóstico, ¿Qué resultados ha obtenido hasta el momento?
He descrito tres nuevas especies de bacterias dentro del grupo de las pseudomonas. Para conocer su posible función hemos experimentado con tres tejidos vegetales, inyectándoles las bacterias para poder así describirlas. Esto permitirá ahorrar tiempo a aquellos investigadores que se encuentren con este tipo de bacterias en un futuro.
¿Cuál es el objetivo que se le planteó desde el principio?
La idea de esta investigación viene del Forest Research. La
principal organización de Reino Unido para la investigación forestal. Necesitaban
un método rápido y barato. Ellos poseen una técnica que es seis veces más cara,
por lo que no les era rentable procesar grandes cantidades de muestras. El
Forest Research recibe numerosas cantidades de ejemplares de todo Reino Unido.
Me ha contado que
esta enfermedad mata a los robles en cinco años, ¿Hay alguna forma de evitar
que los robles mueran?
No. No es tan fácil como ponerles una inyección de antibiótico y matar las bacterias. Hasta ahora existen muchas líneas de investigación que están intentando averiguar cómo se transmite. Muchas de ellas relacionan las causas con dos hechos. Por un lado, que estas bacterias encontradas en el ADN crean sangrados verticales cuyos fluidos pueden llegar a contagiar. Por otro lado, han encontrado agujeros de salida en forma de ‘D’ realizados por escarabajos que almacenan sus huevos en la corteza y, una vez eclosionan, las larvas entran dentro. A su vez, están investigando si estos escarabajos tienen dentro de su organismo esas bacterias encontradas en los robles.
Teniendo en cuenta que no existe una cura y que todavía no se sabe
ciertamente como se transmite, ¿La mayoría de robles acaban muriendo por esta
enfermedad?
Existen casos de robles que se han recuperado volviéndose resistentes a la bacteria. Por un momento piensas: vamos a clonarlos y los plantamos por todo Reino Unido. Esto los haría resistentes a las bacterias. En cambio, esta acción podría tener consecuencias como hacerles más vulnerables a la sequía. Acabaría matándolos a todos. En este sentido, hay que dejar obrar a la naturaleza.
Afirma que clonar a los robles podría matar a todos ellos en ambientes de sequía, ¿Por qué?
Esto es equiparable con todas las especies. Lo sencillo es clonarse (reproducción asexual). Sin embargo, que no seamos todos clones, la variabilidad genética entre individuos debida a la reproducción sexual, hace que cada uno seamos más o menos aptos para potenciales amenazas a la supervivencia. Es decir, imagine que usted y yo hemos sido clonados y somos más vulnerables al frío. En una situación de condiciones adversas podríamos morir ambos. Que seamos diferentes posibilita que uno de los dos sea más resistente al frío y pueda sobrevivir. Es el éxito evolutivo de un individuo.
¿Qué tiene pensando hacer cuando acabe la tesis doctoral?
Tengo pensando seguir con un postdoctorado. De hecho, tengo
una entrevista próximamente en el John Innes Centre de Norwich. Es uno de los
centros más prestigiosos en relación a las ciencias de las plantas y los
microbios. Trata problemas reales a nivel nacional e internacional. Cruzaré los
dedos porque sería un paso muy grande para continuar con mi carrera.
Entonces, ¿No contempla
volver a España?
Si me ofrecieran el mismo puesto con las mismas condiciones
que tendría en Norwich, me lo pensaría. Por desgracia, no se invierte lo
suficiente en mi campo de investigación.
¿Cree que su profesión está mejor valorada en Reino Unido que en España?
Yo creo que sí. No solo en mi campo, sino hablo ya de la
profesión de científico como tal. Creo que realmente la sociedad en general no
sabe lo que hacemos. Este hecho también
puede influir en la cantidad de dinero que se invierta en ciencia.
¿Cree que existe una
mala imagen del científico?
Sí, y en parte es culpa nuestra porque quizá no divulgamos
lo suficiente nuestro conocimiento o la forma de comunicarlo no es la más
eficiente y accesible. Sin duda, todo científico debería poner de su parte para
acercar su conocimiento a toda la gente.
El 8 de marzo fue el
día internacional de la Mujer. Hemos avanzado mucho aunque aún queda camino por
recorrer. ¿Cree que en Reino Unido se está
valorando más a la mujer en el terreno de la ciencia?
Creo que se está haciendo mucho para conseguir la igualdad
eliminando muchos sesgos que siempre han existido. Un ejemplo claro es el grupo
de investigación del que formo parte, donde somos todos mujeres. En cambio, en
el área de ingeniera solo el 10% son mujeres, siendo uno de los porcentajes más
bajos de Europa. En mi opinión, existen
áreas de la ciencia que atraen más a un sexo que a otro. Depende mucho del
ambiente en el que se haya crecido. A pesar de esto, creo que se está haciendo
un esfuerzo evidente aunque el objetivo no es solo que se valore más a la
mujer, sino que camine al mismo paso que el hombre.