Pablo Huertas, investigador y profesor de Genética

“Es muy difícil competir en la Champions League con un presupuesto de segunda”

Fue seleccionado en 2015 como uno de los 23 jóvenes científicos más destacados, y el único español, por la Organización Europea de Biología Molecular (EMBO).

El investigador Pablo Huertas, en su laboratorio. Fuente: Ayuntamiento de Umbrete

La investigación científica en España no atraviesa su mejor momento. Los recortes y la falta de estabilidad obligan a muchos jóvenes investigadores a abandonar el país, en busca de mejores condiciones.

Pablo Huertas es un reconocido joven científico en el campo de la genética. Actual profesor de la Universidad de Sevilla, adscrito al Departamento de Genética y al Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer), se licenció en Biología por esta Universidad, donde hizo su tesis en dicho departamento. En 2004 comenzó una estancia postdoctoral en el Gurdon Institute de la Universidad de Cambridge y seis años después, regresó a Sevilla con una beca Ramón y Cajal, año desde el que dirige un grupo de investigación en Cabimer. En 2016 además fue galardonado con el Premio Manuel Losada Villasante en la categoría de Excelencia en la Investigación Científica. Desde su despacho, y con la experiencia de un investigador que ha vivido en el extranjero, nos cuenta la complicada situación actual de la investigación en España, en comparación con la de otros países.

Pregunta:  Desde muy pequeño, ya tenía claro que quería ser científico, ¿considera que la vocación es importante para esta profesión?

Respuesta: Sí, por una sencilla razón. Esta profesión a veces es muy “injusta” ya que sueles pasar mucho tiempo intentando descubrir algo y finalmente darte cuenta de que estabas equivocado. Sin vocación es fácil frustrarse y muy difícil lidiar con esa frustración.

P: Su grupo se encarga de estudiar los mecanismos de la célula para reparar el ADN que se ha roto. ¿En qué línea se está investigando actualmente?

R: Nuestro grupo trabaja principalmente en investigación básica. Intentamos entender los mecanismos de reparación del ADN, y tangencialmente, debido a su importancia en el desarrollo de enfermedades, su implicación en cáncer y enfermedades raras.

P: Su grupo ha descubierto la causa genética de los síndromes de Jawad y Seckel, ¿a qué se deben estas enfermedades raras?

R:  Ambos casos se deben a mutaciones (modificaciones) puntuales en el mismo gen, que provocan la aparición de una proteína más pequeña de lo normal. Esta proteína tiene varias funciones, y al perder un fragmento específicamente pierde su función en la reparación del ADN. Esto hace que las células que la expresan no puedan en muchos casos lidiar con las lesiones en el ADN que ocurren de manera normal y se mueran, provocando defectos de desarrollo.

«Empiezas a restarle importancia a las limitaciones para dársela a las ideas»

P: Realizó una estancia postdoctoral en Cambridge. ¿Qué le ha aportado desarrollar su profesión en el extranjero?

R: A nivel personal, trabajar en el extranjero permite ver las cosas de una manera muy diferente a la que habitualmente estamos acostumbrados. Este tipo de experiencias te abre bastante la mente. Desde el punto de vista profesional, estar en un lugar de primer nivel donde la financiación no supone un problema, y los recursos son casi ilimitados, te permite crecer como científico. Empiezas a restarle importancia a las limitaciones para dársela a las ideas.

P: ¿Cree que es muy diferente la investigación en España, con respecto a otros países?

R: La formación en nuestro país es muy buena, equiparable a la de otros países, y hay mucho talento. La principal diferencia con otros países se encuentra en la financiación. No es lo mismo supeditar tu investigación al dinero del que dispones, que contar con una financiación prácticamente ilimitada que te permita realizar muchas más cosas. Es muy difícil competir en la Champions League con un presupuesto de segunda.

P: Una buena parte de la labor del científico, a parte del trabajo en el laboratorio, debe ser la obtención de financiación…

R: Sí, totalmente. De hecho dedico la mayor parte de mi tiempo y esfuerzo a conseguir financiación para para poder hacer los experimentos que tenemos planeados. La falta de dinero supone una barrera importante para la investigación. Por poner un ejemplo, hace poco conocí la historia de un joven que había conseguido una beca de un programa de investigadores emergentes en Holanda. Para empezar el proyecto le concedieron una cantidad de medio millón de euros, algo a lo que ni el mejor de los científicos de nuestro país tendría acceso. Eso es lo principal que nos diferencia con respecto a otros países.

Pablo Huertas junto a sus compañeros en Cabimer. Fuente: Cabimer

P: En 2015 recibió una notable distinción por parte de la Organización Europea de Biología Molecular (EMBO). ¿Qué ha significado para su grupo la concesión de esta ayuda?

R: Esta ayuda no es la típica ayuda económica que se concede  a los proyectos, sino más bien una distinción de calidad que le proporciona una mayor visibilidad al grupo. Esto facilita la colaboración de nuestro grupo con otros grupos de investigación del mismo campo y la asistencia a conferencias y congresos, entre otras cosas. Gracias a ella, algunos miembros de mi laboratorio han asistido a distintos congresos. Por otra parte, anualmente se realiza un curso al que asisten doctorandos en el European Molecular Biology Lab (EMBL) en Heidelberg, Alemania. En él aprenden muchas cosas que aquí, por la disponibilidad de recursos, no podrían.

La ayuda también consta de una parte económica de 15000 euros, que son de libre disposición. Es decir, el presupuesto no solo puede destinarse a cuestiones puramente científicas relacionadas con el proyecto y como es lo habitual en las partidas presupuestarias que se conceden, sino para contratación de personal o equipamiento informático, por poner algunos ejemplos.

P: Los recortes en investigación han complicado la situación…

R: Cuando empecé en 2010 con mi grupo del Cabimer, ya estaban haciendo recortes, por lo que apenas he notado la limitación de la financiación nacional.  Pero a nosotros también nos ha afectado. Hay que estudiar muy bien lo que se quiere hacer, porque hay experimentos que son muy caros, y a menos que tengan una justificación muy potente, no se pueden realizar. De hecho, a veces para aportar esa justificación se requiere de un bagaje importante de información previa, algo que precisa de tiempo y esfuerzo.

«La enorme inversión en la formación del talento de nuestro país acaba convirtiéndose en un desperdicio»

P: Muchos jóvenes se ven obligados a emigrar en lo que se ha dado a conocer como “fuga de talentos”. ¿Le gustaría trasladar algún mensaje a las administraciones?

R: El problema de las administraciones es que son muy “cortoplacistas”. Parece que no se percatan de que la enorme inversión en la formación del talento de nuestro país acaba convirtiéndose en un desperdicio. Se emplea gran cantidad de dinero en formación mediante becas predoctorales y doctorales, que no tiene una posterior repercusión económica o social en nuestro país. Los mejores científicos se van a otros sitios y apenas hay atracción de talento exterior.

Una vez en el extranjero, las trabas administrativas son tan grandes que hacen que finalmente no regresen, ya que además tienen trabajos muy bien valorados y renumerados. El caso de Gran Bretaña es el contrario, pero se beneficia de nuestra situación. En general existe poca inversión allí, pero suele atraerse mucho talento exterior.

P: ¿Cómo de complicado ve para un científico compaginar la vida laboral con la familiar?

R: Es complicado, porque el trabajo del científico no tiene horarios, pero se debe hacer un esfuerzo para mejorar la conciliación de trabajo y familia.  El no tener horarios podría tener la ventaja de poder trabajar desde casa, aunque esto sería imposible si trabajas en el laboratorio.  La realidad es que el trabajo es muy absorbente. Hay experimentos que requieren un tiempo largo, y te encuentras supeditado a esos tiempos. De cualquier forma, no creo que se deba llevar el trabajo a casa, y la familia ayuda mucho en este aspecto ya que te “obliga” a desconectar.  En ese sentido, creo que la familia favorece mucho la labor del científico.

P: Siempre le gusta recalcar a sus estudiantes la importancia de la ciencia y de la divulgación, ¿por qué considera la divulgación tan importante?

R: Por un lado, creo que hay mucho talento en este país. La divulgación de la ciencia posibilita que todas aquellas personas que no son conscientes de que les gusta la investigación, inicien  carreras investigadoras.

Por otra parte, y aunque exista una escasa percepción de ello, el dinero que recibimos los científicos es dinero público. Nuestro trabajo se paga con los impuestos de todos, por lo que creo que estamos obligados a fiscalizar lo que hacemos delante del público, es decir, a divulgar. Debemos estar obligados a contarle al público que su dinero se está invirtiendo correctamente y todo lo que se está consiguiendo con él.

Esa baja percepción se debe a que los científicos no hacemos un gran esfuerzo por divulgar. En el sistema anglosajón, hay más personas que invierten en ciencia ya que el público suele tener una mayor percepción de en qué se está empleando su dinero. De hecho, muchos de los científicos británicos más reconocidos son divulgadores. Sin embargo, si se considera que el dinero destinado a ciencia va a una “caja negra”, sin saber qué ha ocurrido, es más complicado que haya inversión. Todo esto lo aprendí mientras estaba en Cambridge y era algo que mi jefe siempre me repetía.

«Nuestro futuro está ligado a ser capaces de avanzar en el conocimiento»

P: Tiene un canal en Youtube, GHbiomedicina, en el que sus alumnos explican, en inglés y con un toque de humor, algunos conceptos de la asignatura Genética Humana que usted mismo imparte. ¿Cómo se le ocurrió esta idea?

R: La idea tenía como objetivo enseñar dos competencias que considero cruciales para la formación de mis alumnos.  Por un lado, considero que la ciencia es un trabajo creativo, por lo que veo esencial impulsar la creatividad en los estudiantes. Por otro lado, uno de los retos del científico es ser capaz de mandar mensajes de forma muy clara, y para eso es necesario trabajar la capacidad de síntesis. Pensé en trabajos escritos y también barajé la opción de seminarios; pero estos últimos, al ser en inglés y en directo, podían suponer un problema para muchos de mis alumnos. La mejor herramienta que se me ocurrió, y por la que finalmente me decanté, fue el vídeo. El vídeo es corto, conciso y divertido y permite repetirlo tantas veces como se quiera, evitando así los problemas del directo. Con él también pretendo acostumbrar a mis alumnos al inglés, el lenguaje vehicular de la ciencia.

P: Como profesor, ¿cree que sus estudiantes son conscientes de la situación actual a la que se enfrentan en investigación?

R: Cuando empiezan no, pero poco a poco se van dando cuenta. Por mis manos pasan estudiantes con mucho potencial, pero desgraciadamente, es complicado que todo el mundo acabe haciendo una carrera científica. Yo intento ser realista con mis alumnos, pero siempre les transmito que, aunque es difícil, no es imposible. Sobre todo si tienen movilidad geográfica. De hecho, me gustaría ser optimista y pensar que en unos años la situación mejore al menos algo y se recupere el talento perdido. También he de decir que los que se están marchando ahora se encuentran en una situación muy ventajosa.  Están en el extranjero, lo cual es esencial para completar su formación, y pueden esperar a que mejore la situación en este país y así aprovechar nuevas oportunidades que aparezcan.

«Es como si te pagaran por resolver un crucigrama»

P: ¿Qué mensajes le gustaría transmitir a las nuevas generaciones de jóvenes científico/as?

R: Principalmente que no caigan en la frustración o el desánimo. La situación de la investigación en España pasa por altibajos, y ahora nos encontramos en uno de los “bajos”.  Esto quiere decir que estamos atravesando un período muy malo, pero no tiene por qué ser siempre así. La ciencia, aunque tenga muchos sin sabores, es una labor muy satisfactoria. Es difícil encontrar una profesión más bonita, ya que en definitiva al científico le pagan por resolver problemas pensando. Es como si te pagaran por resolver un crucigrama. Y eso, desde el punto de vista personal, es muy gratificante. Lo que hemos conseguido como sociedad se debe a nuestra capacidad de conocer y de inventar y nuestro futuro está ligado a ser capaces de avanzar en el conocimiento. Formar parte de esa nueva generación que está avanzando en el conocimiento es algo impagable.

 

Timeline Historia de la Ciencia 1543-1953

Alumnos del Master de Historia de la Ciencia y la Comunicación Científica han trabajado en la elaboración de esta cronología interactiva  que comprende desde la publicación del «De Revolutionibus Orbium Coelestium» de Copérnico en 1543, hasta la descripción el Descubrimiento de la estructura de doble hélice del ADNpor  Watson y Crickn en 1953. Esperamos que se convierta en un recurso útil para todos los amantes de la divulgación científica.

 

La fauna superviviente de Chernóbil

La vida se regenera después de la mayor catástrofe nuclear de la historia.

Antes de leer os invito a hacer un rápido juego previo.

Escuelas y parques sin vida, una noria eternamente parada y muñecas rotas y desnudas en las que una vez fueron camas. Hierros oxidados por el paso del tiempo, unos cochecitos que nunca llegaron a funcionar, y una gran pila de recuerdos olvidados. Así se encuentra actualmente Prypiat, vaciada de todo rastro de vida humana. Una ciudad fantasma.  

El 26 de abril de 1986 algo cambiaría para siempre en esta pequeña localidad situada al norte de Ucrania. A las 01h23 local, el reactor 4 de la central de Chernóbil, situada a tan solo 3 kilómetros, explotó debido a un error de manipulación, provocando emisiones radiactivas equivalentes a unas 200 bombas de Hiroshima y contaminando a gran parte de Europa. La mayor catástrofe nuclear de la historia de la humanidad se saldó con la muerte de miles de personas y la evacuación de otras tantas, que nunca regresaron a sus hogares. Las autoridades evacuaron un área de un radio de 30 kilómetros alrededor de la central y que incluía a Prypiat: la zona de exclusión.  Más de treinta años después, la naturaleza de Chernóbil ha recuperado lo que era suyo.

Imagen de los cochechitos de la feria local que esperaba ser inaugurada. Fuente: National Geographic

Un paisaje apocalíptico que sirve de paraíso natural a multitud de especies que han logrado ganarle el pulso a la radiactividad.  Alces, corzos, ciervos y lobos, entre otros, campan a sus anchas. “Hace diez años, era como un pueblo invadido por el bosque. Hoy es como un bosque que se ha tragado unos cuantos edificios”, explica Jim Smith, investigador de la Universidad de Porthsmouth (Reino Unido), que lleva años estudiando las consecuencias del desastre de Chernóbil.

Tras la catástrofe

La liberación de miles de átomos radiactivos, los radionucleidos, desencadenó en los organismos vivos una lucha a la que aún se enfrentan sus células. La radiación produce roturas en el ADN, bien directamente o a través de la aparición de radicales libres, que son ´trozos de moléculas´ que quedan a la deriva y son tóxicos pues destruyen a su vez más moléculas. Aunque existen mecanismos celulares para reparar los daños producidos en el material genético, altas dosis de radiación provocan la irremediable muerte de las células y los tejidos. Es como si una ráfaga de balas atravesara a los organismos.

En los días posteriores al accidente, se encontraron miles de cadáveres de insectos y restos de flores y vegetales en la zona de exclusión. Miles de pinos murieron adoptando una coloración rojiza que le da nombre al conocido como ´bosque rojo´. Según la Organización Mundial de Salud (OMS), murieron unos 9.000 animales, mientras que Greenpeace predice una pérdida de 93.000 de ellos.
Una multitud de animales domésticos, en los meses siguientes, nacieron con anomalías y malformaciones que han suscitado el interés de miles de curiosos y han servido a la industria de la ciencia ficción y a muchos mitos que se han creado en torno a esta cuestión. Y no son los pocos los estudios que avalan el aumento de las tasas de mutación en toda la fauna. Solo cuando las dosis de radiactividad no representaban una amenaza real para sus vidas, la fauna ocupó su hábitat anterior.

Modelo de un cuerpo de perro mutante. Fuente: Museo Nacional de Chernóbil, Kiev, Ucrania.

En la actualidad

Chernóbil se encuentra actualmente en una fase conocida por los científicos como ´fase de radiactividad crónica de dosis bajas´. Aunque las dosis son menores que las de años anteriores, siguen siendo miles de veces superiores a las normales en las zonas más contaminadas. Solo para hacerse una idea, la cantidad de radiación que recibe un individuo durante 10 días en esa zona es semejante a la cantidad de radiación que recibe un estadounidense en todo un año.

“La actividad humana parece dañar más los ecosistemas que un accidente nuclear”

La radiación, sin embargo, no es un obstáculo para la vida. La zona de exclusión está habitada por numerosas especies de animales salvajes; algunos ni siquiera vivían en la zona antes del accidente.  Todos ellos vagan libremente, acompañados de una vegetación exuberante que inunda las inmediaciones de la central y en un lugar totalmente inhóspito donde nadie podría imaginar que la vida fuera posible.

La vegetación florece en los lugares menos esperados. Fuenfe: National Geographic

«La amplia gama de animales que prosperan dentro de la zona evacuada por los humanos tras el accidente nuclear de Chernóbil ilustra la capacidad de recuperación de las poblaciones de fauna silvestre cuando se ven liberadas de las presiones de las actividades humanas», afirma Jim C. Beasley, investigador de la Universidad de Georgia (EE.UU.). De hecho,  el número de grandes mamíferos, incluyendo alces, corzos, ciervos rojos, jabalíes y lobos es similar a los de cuatro reservas naturales de la región, no contaminadas.

“La actividad humana parece dañar más los ecosistemas que un accidente nuclear”, sentencia Smith, en la misma línea. “Esto no quiere decir que la radiación sea buena para los animales, sino que las consecuencias de la ocupación humana, la caza, la agricultura y la silvicultura pueden ser mucho peores”, matiza. También sugiere que “es muy probable que las poblaciones de fauna salvaje actuales sean superiores a las existentes en la zona antes del accidente de la nuclear”. El lince europeo y el oso pardo europeo no habían sido vistos en la región desde hacía casi un siglo y los lobos alcanzan niveles poblacionales siete veces mayores en comparación con reservas no contaminadas por la lluvia nuclear.

Una gran cantidad de fungicidas y pesticidas fue extendida por los campos de los alrededores de Chernóbil durante los años anteriores al accidente. La contaminación química llegó a su fin en abril de 1986. Además, los bosques industriales de los aledaños de la central estaban sometidos a un férreo control por parte de los agricultores. Aquellos árboles que parecían enfermos eran inmediatamente talados para evitar la propagación de la enfermedad. «Desde el accidente, hay muchos árboles enfermos y muertos», asegura el científico Schargai Gassac. A juicio de este experto estudioso de las consecuencias del ser humano en los hábitats, paradójicamente, esta es la causa del aumento de la biodiversidad en los bosques: «Murciélagos, insectos, aves y mamíferos viven en los árboles viejos y huecos”, apunta.

Ejemplar de lobo gris europeo rondando por las inmediaciones de la central. Fuente: Sergey Gashchak

Por su parte, Anders Moller, miembro del Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia, critica que Chernóbil sea un paraíso natural, y afirma que este supuesto “se basa únicamente en informes anecdóticos; no en estudios empíricos”. Un estudio de 2009 liderado por este investigador reveló que el número de abejas, mariposas, arañas, saltamontes, y otros invertebrados, había disminuido en mayor medida en lugares contaminados con respecto a otras áreas. El estudio concluye que las especies de estos animales que vivían cerca del reactor nuclear de Chernóbil presentan más deformidades, incluidas la decoloración. «Normalmente los animales (deformados) son devorados con rapidez y es difícil escapar si tus alas no tienen el mismo tamaño», explicó Moller y añadió: «En este caso, encontramos un alto índice de anomalías en animales deformados». Algunas especies desarrollan conductas anormales. En el caso de las arañas, por ejemplo, tejen telas erráticas y tienen más y distintas manchas que otras de su mismo género en otra localización.

Más animales, pero radiactivos.

La realidad es que, independientemente de las alteraciones causadas por la radiación, los alrededores de Chernóbil son el hogar de una rica fauna de mamíferos. Es de esperar que esta fauna ingiera, a través de la cadena alimenticia y de su contacto con el suelo contaminado, miles de átomos de cesio y estroncio a diario. Los animales de Chernóbil son animales radiactivos, a pesar de su buen aparente estado de salud.

“Lo sorprendente es que los animales están logrando sobrevivir y multiplicarse con este enorme número de mutaciones”

Los ratones, a pesar de registrar altos niveles de radiactividad, mantienen una apariencia totalmente normal.  En 1995, un grupo de investigadores estadounidenses de la Universidad de Georgia detectó 46 mutaciones al analizar un gen en nueve ratones que se hallaban dentro de la zona restringida de 30 kilómetros, frente a sólo cuatro mutaciones en 10 roedores recogidos más lejos. “Lo sorprendente es que los animales están logrando sobrevivir y multiplicarse con este enorme número de mutaciones”, dice Ron Chesser, jefe del grupo. ¿Cómo son capaces de vivir y reproducirse como si nada estuviera ocurriendo en su interior?

La respuesta a la pregunta anterior no es fácil. Una posible podría ser que “se encuentran en el límite de lo que pueden tolerar”, explica Chesser. Sin embargo, la explicación más aceptada es que la radiactividad en Chernóbil sigue un patrón desigual, con zonas contaminadas que lindan con no contaminadas. Con la lluvia, los radionucleidos de la nube nuclear cayeron en algunas regiones, algo que no sucedió en aquellas zonas donde no llovió. Por tanto, todos los animales no se ven igualmente afectados.

Una rica fauna habita la zona. Fuente: National Geographic

El accidente de Chernóbil ha convertido la zona en un ´laboratorio´ de gran interés científico donde es posible estudiar los efectos a largo plazo de la radiación sobre la vida.  La enorme presión radiactiva ha provocado adaptaciones en animales que habitualmente se observan tras muchas generaciones. “Ha habido muchos experimentos de laboratorio sobre los efectos de la radiación en animales y plantas, pero estos suelen ser bastante a corto plazo. Chernóbil nos permite estudiar los efectos en los animales después de años de exposición a la radiación”, explica Smith.

Por su parte, Tom Hinton, profesor de la Universidad de Fukushima, manifiesta que los resultados del análisis de la biodiversidad en Chernóbil “pueden ayudar a comprender el potencial impacto ambiental a largo plazo del accidente de Fukushima”.

La adaptación a lo extremo

Chernóbil es un ejemplo más de que la vida se abre paso en las condiciones más extremas. El extremo calor de unas aguas termófilas o las gélidas temperaturas de la Antártida sirven de hogar a diferentes especies que utilizan complejas estrategias de adaptación. La radiactividad no iba a ser menos. Las estrategias de la vida de Chernóbil para enfrentarse al enemigo invisible de la radiación no dejan de ser espectaculares. Algunas especies de plantas son capaces de adaptarse reteniendo la radiación en el tallo o en sus hojas, para evitar la propagación a las semillas.

No menos llamativas son las estrategias de las golondrinas. Timothy Mousseau es profesor de la Universidad del Sur de Carolina y desde 1999 estudia las consecuencias de la contaminación radiactiva sobre las poblaciones de aves, insectos y humanos de la región de Chernóbil, y las diferencias en la sensibilidad a la radiactividad en distintas poblaciones. Los trabajos de Mousseau determinaron que las golondrinas utilizan antioxidantes para combatir la multitud de radicales libres de las zonas más contaminadas. Cuando las golondrinas se quedan sin antioxidantes, los radicales libres destruyen sus tejidos, haciendo visibles los efectos de la radiactividad. Malformaciones como picos deformes o plumaje poco desarrollado, entre otras, fueron encontradas con frecuencia. Así mismo, Mousseau observó especies de estas aves que mostraron mejor capacidad de adaptación y menor daño a nivel genético que otras.

Vuelo de una golondrina en una zona contaminada.
Fuente: El Heraldo

Durante los últimos 31 años, hay poblaciones enteras de golondrinas que han desaparecido, pero las pocas que han sobrevivido son más resistentes. Un equipo internacional liderado por la investigadora Magdalena Ruíz-Rodríguez, de Almería, ha comprobado muy recientemente que ciertas poblaciones de golondrinas que viven en las zonas más contaminadas de Chernóbil presentan una mayor resistencia ante distintas bacterias, en comparación con otras poblaciones de golondrinas que viven en zonas menos o no contaminadas. “Las presiones selectivas en las zonas contaminadas con radioactividad fueron tan altas que sólo aquellos individuos que fueron capaces de sobrevivir a las nuevas condiciones pudieron mantenerse con vida y reproducirse”, apunta la investigadora.

Y así es como se encuentra actualmente Prypiat: vaciada de todo rastro de vida humana, pero rebosante de vida animal y vegetal.  Una fauna y una exhuberante vegetación que ve correr la radiación por su interior pero que ha sabido adaptarse a lo más extremo, sin la presencia del ser humano. Un misterio de la vida que aún los científicos tratan de comprender y una herida aún abierta que recuerda el terrible poder destructivo de nuestra especie. 

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El I3M y la tecnología que ha revolucionado la cirugía convencional

El Instituto de Instrumentación para la Imagen Molecular (I3M) investiga y desarrolla nuevas técnicas científicas para aplicaciones de imagen en el ámbito biomédico. 

Las enfermedades oncológicas están entre las primeras 5 causas de muerte a nivel mundial, según estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este padecimiento solo es superado por problemas cardíacos, cerebrovasculares, enfermedades pulmonares obstructivas crónicas y de la vía respiratoria.

Según un comunicado de prensa, publicado a principios de febrero del 2017 por la OMS titulado “El diagnóstico temprano del cáncer salva vidas y reduce los costos de tratamiento”, cada año mueren de cáncer 8,8, millones de personas. Uno de los problemas es que muchos casos se diagnostican demasiado tarde, cuando es más difícil que el tratamiento de buen resultado.

Incidencia actual y previsión de incidencia de mujeres afectadas por cáncer de mama según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC):

Mama Total Incremento % Incremento
2012 25,215
2015 26,282 1067 4
2020 28,010 2795 11
2025 29,513 4298 17

El Instituto de Instrumentación para la Imagen Molecular (I3M) tiene objetivos muy sólidos en cuanto a la necesidad de un diagnóstico temprano y preciso para combatir al cáncer. El centro de investigación mixto, creado en el 2010 por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), se encuentra ubicado en el campus de Vera de la UPV y su actividad principal consiste en la investigación y el desarrollo de nuevas técnicas de instrumentación científica para aplicaciones de imagen en el ámbito biomédico.

Origen

En el año 1993, el doctor Ángel Sebastiá Cortés creó el Grupo de Diseño de Sistemas Digitales, perteneciente al Departamento de Ingeniería Electrónica (DIE) de la Universidad Politécnica de Valencia. Entre las razones que llevaron a crear esta línea de investigación se encontraban: el hecho de que diversos profesores del departamento estaban trabajando y dirigiendo proyectos por separado en áreas similares y podían utilizar recursos comunes y que esta unión traería consigo la obtención de proyectos financiados por empresas de la Comunidad Valenciana y por instituciones públicas tanto autonómicas como nacionales. Como resultado del desarrollo de las líneas de investigación se generaría gran interés como apoyo a la docencia y también podía servir como apoyo de algún proyecto desarrollado por cualquier otra línea de investigación en el departamento.

Las líneas de trabajo iniciales incluían, básicamente, el diseño, estudio y desarrollo de sistemas con microprocesadores, microcontroladores y procesadores digitales de señal. También el diseño de sistemas digitales y de adquisición de datos utilizando buses normalizados (los elementos responsables de establecer una correcta comunicación entre dos o más dispositivos del ordenador). En el año 2000, el Grupo de Diseño de Sistemas Digitales, junto con otros grupos de la Universidad Politécnica de Valencia, crea el Instituto Universitario de Aplicaciones de las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones Avanzadas (ITACA).

Durante la última década, el grupo ha puesto en marcha una nueva línea de investigación centrada en el desarrollo de electrónica para la instrumentación médica en el campo de la obtención de imágenes moleculares. Esto ha sido posible gracias a la realización de proyectos de investigación en colaboración con el investigador del CSIC el doctor José María Benlloch Baviera. Como resultado de esta colaboración fue creado en el 2010 el Instituto Mixto de Instrumentación para la Imagen Molecular (I3M). Es entonces cuando el grupo de Diseño de Sistemas Digitales, pasa a integrarse a este nuevo Instituto como Área de Diseño de Sistemas Electrónicos, por abarcar tanto la electrónica digital como la analógica entre sus líneas de investigación.

Actualmente, José María Benlloch Baviera dirige el I3M. Aunque su formación en física de partículas difiere a la actividad que realiza el Instituto en estos momentos, su carrera como investigador le ha otorgado importantes logros. Tras concluir su primera estancia post doctoral en el Fermi Nacional Accelerator Laboratory (Fermilab) en Estados Unidos, regresó a España y se dio cuenta de que lo que había aprendido en detectores de partículas podría ser bastante útil para la medicina.

José María Benlloch Baviera junto a su mentor mientras se encontraba en el MIT, el Premio Nobel Jerome Friedman / Foto: cedida por José María Benlloch

La primera línea que empezaron a desarrollar fue la detección de rayos gamma, con las cámaras gamma o SPECT o tomografía computarizada de emisión monofotónica (en inglés single photon emission computed tomography)  y también las cámaras PET o tomografía por emisión de positrones (en inglés positron emission tomography), que se utilizan en la medicina nuclear para la detección de cáncer y de otras enfermedades. Luego continuaron con el desarrollo de equipos de resonancia magnética nuclear. Y actualmente también cuentan con una nueva línea de ultra sonidos y, por otro lado, una línea de rayos X y TAC o tomografía axial computarizada, es decir, que están abordando prácticamente las líneas más importantes de imagen médica en el Instituto. Benlloch comenta que en la actividad del PET es en la que más tiempo llevan trabajando, aproximadamente desde el año 1998, o sea casi veinte años.

Maqueta de equipo de resonancia magnética- Instituto de Instrumentación para la Imagen Molecular (I3M) / Foto por: Carolin Batista

El Instituto cuenta con financiación privada a través de proyectos y contratos con empresas para desarrollar equipamiento. Una de estas empresas es Onconvisión, líder en desarrollo y comercialización de equipos para diagnóstico por imagen y tratamiento del cáncer. Oncovisión, que en sus inicio fue nombrada Gen-Imaging S A, es un Spin-off del I3M que surgió gracias a la tecnologías que se encuentra específicamente en la cámara Sentinella. Se trata de un PET dedicado al diagnóstico del cáncer de mama que se llama Mammi y también en la investigación pre-clínica en una serie de equipos, uno de ellos denominado Albira.

Sentinella

Punto láser para localizar el nodo / Foto: cedida por el I3M

La gamma cámara Sentinella es un equipo para cirugía radioguiada. La localización del nodo centinela es el objetivo principal de cualquier técnica de detección. El procedimiento consiste, en primer lugar, en inyectar al paciente el radiotrazador (o radiofármaco que al distribuirse por el órgano a examinar, permite ser detectado por un aparato detector de radiación), luego la cámara gamma, que es el componente principal del equipo, recoge imágenes preoperatorias, posteriormente se utiliza la sonda gamma para localizar ganglios linfáticos, finamente los ganglios linfáticos se extraen en el quirófano. La cirugía radioguiada permite realizar el proceso con imágenes en tiempo real. Sentinella es la única cámara gamma portátil integrada en el mercado.

“La cirugía radioguiada permite realizar el proceso quirúrgico con imágenes en tiempo real. Sentinella es la única cámara gamma portátil integrada en el mercado”, según Oncovisión

Nodo centinela en tiempo real / Foto: cedida por el I3M

Gabriel González Pavón, director médico de Oncovisión explica: “Si tomamos como ejemplo lo que se hacía antes en un tumor en la mama, el procedimiento previo era extirpar el tumor de la mama o la mama completa y quitar la mayoría de ganglios de la axila. Se estaba trabajando de una manera muy agresiva”. González agrega: “Se producía con mucha frecuencia un problema denominado Linfedema, que es cuando se bloquea el drenaje de los vasos linfáticos y se acumula líquido, en este caso en el brazo del lado en el que se quitaron los ganglio de la axila. Muchas mujeres, tras la extirpación de tumores de mama producían un Lifedema que podía llevar el brazo a tener casi el diámetro de la pierna, algo muy molesto, e incluso causar discapacidad”. Y continua explicando: “La cámara Sentinella permite encontrar cualquier ganglio linfático, por pequeño o profundo que sea, evitando las alternativas más primitivas que eran las cirugías ‘a ojo’ basándose en conocimientos anatómicos. Cada persona es diferente, y con Sentinella se puede hacer por fin cirugía a medida”.

Según el doctor González, la prueba de concepto de la cámara Sentinella se produjo entre el año 2003 y el año 2006. Tras obtener aprobaciones regulatorias y cuando ya se había evaluado en hospitales en Valencia y Barcelona, pasó a utilizarse también en Madrid y otras ciudades de España, confirmando que hacia una aportación clínica muy importante en numerosos tipos de cáncer. El doctor González también explica que es entonces cuando la empresa Gen-Imaging cambió a una denominación más comercial, más práctica (Oncovisión). Encontró financiación de capital riesgo (la empresa Española Bullnet Capital) para poder desarrollar el negocio y convertir los prototipos en productos que cumplieran con los estándares exigidos, que se fabricaran de una manera fiable y segura y, sobre todo, que tuvieran en cuenta todas las normas de seguridad internacionales, a la vez que fueran fáciles de usar. El modelo original fue creado por el profesor José María Benlloch y su equipo y el trabajo de desarrollo posterior se hizo desde Oncovision con cirujanos y médicos nucleares de todas partes de España.

Por su parte, Benlloch señala el papel que desempeña el médico en el desarrollo de los equipos: “Pensamos que es de vital importancia trabajar con los médicos porque al final son los usuarios de los aparatos que desarrollamos, por lo cual, es importante que desde el principio intervengan en el diseño, para que sea ergonómico y para que sea útil”.

Así mismo, el doctor César David Vera-Donoso, coordinador del Comité de Tumores Urológicos del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia comenta que comenzaron a utilizar la cámara Sentinella desde el año 2013 aproximadamente, cuando iniciaron su validación de la técnica de ganglio centinela en el cáncer de próstata en dicho hospital. Vera destaca que con respecto a las técnicas usuales de linfadenectomía, es decir, en la extirpación de los ganglios linfáticos, en el cáncer de próstata, permite ahorrar 3 de cada 4 linfadenectomías. Vera afirma: “Te ahorras en 3 de cada 4 pacientes una hora o cuarenta minutos de cirugía, eso es dinero pero también te ahorras la morbilidad o efectos secundarios del procedimiento”. El doctor aclara: “Una linfadenectomía es extirpar todo ganglio linfático que usualmente va adherido a los grandes vasos sanguíneos iliacos, es un procedimiento que tiene sus efectos secundarios y tiene sus riesgos. Si te ahorras 3 de cada 4 pacientes en realizar toda deserción quirúrgica, evitas problemas”.

Según la Asociación Española Contra el Cáncer  (AECC), la incidencia más alta en los varones corresponde al cáncer de próstata. A nivel mundial es el segundo cáncer más diagnosticado en los hombres y, en Europa y España es el primero en número de diagnóstico, cuatrocientos treinta y seis mil en Europa y treinta y dos mil seiscientos cuarenta y uno en España en el 2014.

Para Vera, la investigación es algo muy importante. El doctor destaca que dedica su tiempo no asistencial en el hospital a esta actividad. Tiene un grupo propio de investigación en el cual están incorporados varios miembros del Instituto de Instrumentación para la Imagen Molecular (I3M). Hay médicos nucleares, hay biólogos, hay químicos y profesionales de diferentes áreas de la investigación, para conseguir objetivos multidisciplinares que los integran para un propósito común. La investigación se realiza desde el Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital La Fe, es decir, que el canal adecuado e imprescindible es el Instituto. También señala que se encuentra trabajando en un proyecto de investigación con el I3M. El doctor afirma: “El I3M está lleno de gente maravillosamente formada, gente con mucha potencialidad científica, pero los que tenemos los problemas somos los médicos y los pacientes”. Y continúa diciendo: “Estamos en la primera línea de batalla con los padecimientos; pues el médico es el que tiene que generar la inquietud en los investigadores básicos y en los científicos, para resolver los problemas que tenemos con los pacientes”.

“El I3M está lleno de gente maravillosamente formada, gente con mucha potencialidad científica, pero los que tenemos los problemas somos los médicos y los pacientes. Estamos en la primera línea de batalla con  los padecimientos; pues el médico es el que tiene que generar la inquietud en los investigadores básicos y en los científicos, para resolver los problemas que tenemos con los pacientes”, sostiene Vera

Actualmente el I3M y el doctor Vera se encuentran en una etapa avanzada en el diseño de un PET, tomógrafo emisión de positrones portátil dedicado solamente a la próstata, para generar imágenes fiables del cáncer de próstata. Vera afirma que se trata de un problema relevante, porque del cáncer de próstata actualmente no se ha podido obtener una imagen segura para tratarlo. El doctor explica que en estos momentos en la práctica médica diaria hay que quitar o hay que irradiar toda la próstata, porque se desconoce cuál es el volumen del tumor. Con el proyecto denominado PROSPEC, están intentando conseguir una imagen fiable de lo que es este tipo de cáncer.

Vera señala: “Yo soy el principal coordinador del proyecto, que está financiado por el Instituto Carlos III de Madrid, el Ministerio de Economía y los Fondos Europeos de Desarrollo. Parte de la idea es nuestra”. También aclara: “Coordino al grupo de físicos del I3M y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, a los investigadores del Hospital La Fe, los médicos nucleares, los radiofísicos y urólogos. También estoy coordinando las discusiones y la elaboración de los modelos”. Y finaliza diciendo: “Hemos hecho tres versiones de modelos, así avanzan los proyectos y los ensayos, hasta que lleguemos a un modelo final. Cuando ya esté listo el dispositivo final tenemos que hacer las validaciones clínicas. Pero la verdad es que es una interacción, nos reunimos, vienen todos los físicos del I3M, los médicos nucleares y los urólogos, nos sentamos alrededor de una mesa y vamos discutiendo como avanza el proyecto”.

Maqueta de PET de próstata-Instituto de Instrumentación para la Imagen Molecular (I3M) / Foto por: Carolin Batista

“Sentinella es una de esas innovaciones que tienen cada día un impacto enorme para la vida”, afirma González

Según González, la cámara Sentinella está instalada en 38 hospitales de España y, en el resto del mundo hay más de cien aparatos al servicio de instituciones de gran prestigio en la Unión Europea, Estados Unidos, Australia, Japón, China y en algunos países de Oriente Medio. El doctor subraya que le gustaría que fuera algo a lo que tuvieran acceso pacientes de todo el mundo, y que por ello piensa que el éxito ha sido limitado. También destaca que la nueva tecnología ayuda a que las personas puedan vivir más y mejor, y que este es un buen ejemplo. Para González, Sentinella es una de esas innovaciones que tienen cada día un impacto enorme para la vida.

Las golondrinas de las zonas más contaminadas de Chernóbil son más resistentes a las bacterias

Los ejemplares con más defensas han sobrevivido y se han reproducido durante los últimos 31 años, a pesar de los altos niveles de radiactividad.

 

 

Un equipo internacional con participación de la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA), centro adscrito al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en Almería, ha demostrado que ciertas poblaciones de golondrinas que viven en zonas de Chernóbil (Ucrania) en las que aún existen niveles altos de radiactividad, presentan una mayor resistencia ante distintas bacterias que aquellas que pueblan zonas menos o no contaminadas.

Un cambio tan drástico en las condiciones ambientales como fue el accidente nuclear de Chernóbil, ocurrido en Ucrania el 26 de abril de 1986, tuvo un gran impacto no solo en los organismos, sino en las relaciones parásito-hospedador.  “Las bacterias tienen una gran capacidad de adaptación a los cambios, y en Chernóbil presentan altas tasas de mutación y resistencia a la radiación.  Por tanto, las golondrinas se enfrentan a `nuevas` comunidades bacterianas que pueden producir otros daños a sus hospedadores”, ha explicado Magdalena Ruiz-Rodríguez, investigadora de la EEZA y autora principal del artículo.  

Golondrina del estudio

En este estudio, a través de un análisis de laboratorio, se enfrentó el plasma sanguíneo de diversas poblaciones de golondrinas, algunas cercanas a la antigua central de Chernóbil, a doce especies de bacterias diferentes. El objetivo era saber si se había producido una adaptación como consecuencia de la convivencia entre estas aves y las comunidades bacterianas que cambiaron rápidamente. Los resultados del análisis indicaron que los individuos criados en las zonas más contaminadas tenían mayor capacidad de resistencia a las bacterias.

Tras el accidente nuclear, el sistema inmune de las golondrinas de Chernóbil fue dañado y debilitado, por lo que su capacidad para defenderse de las bacterias cayó en gran medida. En tan solo 31 años, la radiactividad ha provocado transformaciones que habitualmente se observan en un largo período de tiempo. Apunta Ruiz Rodríguez que probablemente ha existido un proceso de selección natural muy intenso en las zonas con más radiactividad, de manera que solo las golondrinas que tenían más defensas fueron capaces de sobrevivir y reproducirse.

“Durante estos 31 años han muerto muchísimas golondrinas, pero las pocas que han sobrevivido tienen una mayor capacidad de defensa. El resto ha ido muriendo sin dejar descendencia”, ha apuntado la investigadora. “Aunque en algunas poblaciones, como es el caso de las golondrinas, se haya producido una selección sobre los individuos más fuertes, la tendencia de las poblaciones es a desaparecer, ya que las mutaciones disminuyen la esperanza de vida, el éxito de reproducción, y algunas de ellas son directamente letales”, ha concluido.

En una investigación anterior de este equipo se estudiaron las bacterias que degradan las plumas de las golondrinas y la conclusión fue muy similar. Los individuos que poblaban las zonas más contaminadas presentaban mayor capacidad de defensa. “Es decir, las golondrinas que crían en zonas con mayor radiactividad son más resistentes al ataque por bacterias en las plumas, pero también cuentan con más defensas en su sangre”, ha afirmado Ruiz-Álvarez.  Estas investigaciones se separan de la tendencia mayoritaria de estudiar la salud de las especies después del accidente nuclear, para adentrarse en las adaptaciones y cambios que en tan poco tiempo se han producido en ellas.

Timothy Mousseau, otro de los autores de la investigación, y que ha estado estudiando las poblaciones de aves en Chernóbil durante más de una década, demostró en un estudio reciente que las golondrinas Mousseau que viven en zonas altamente contaminadas tenían altas tasas de anomalías, desde albinismo parcial a picos deformados.

Un estudio anterior, del año 2012, realizado por científicos de la Universidad de Portsmouth y publicado en la revista científica Biology Letters concluyó que las golondrinas de los alrededores de la central nuclear de Chernóbil resisten mejor de lo que se pensaba a dosis bajas de radiación. Según Jim Smith, el autor principal de este estudio, el aparente daño a las poblaciones de aves de Chernóbil se debía a diferencias en su hábitat y en la estructura del ecosistema o en su dieta, y no a la contaminación radiactiva. “Los niveles de contaminación radiactiva detectados en los alrededores de la central de Fukushima tampoco deberían causar daño a largo plazo a las aves de esa región”, ha apuntado el experto.

Sin embargo, los efectos del desastre de Chernóbil aún pueden apreciarse en la actualidad. Más de 30 años después, el paisaje sigue siendo desolador y en ciertas zonas apenas pueden verse animales debido a la contaminación radiactiva. Viacheslav Shestopálov, director de un centro científico y de ingeniería de Chernóbil, manifestó que las dosis de baja radiación deterioran la elasticidad de los nervios y la memoria y señaló que los animales residentes en Chernóbil no están a salvo de las mutaciones. Afirmó también que las golondrinas de la zona de Chernóbil tienen 28% de posibilidades de llegar a la próxima estación, mientras que las golondrinas de zonas no contaminadas tienen un 40% y las de España, un 45%.

Las universidades de Barcelona destacan por su calidad investigadora en el panorama nacional

Alumnos de Periodismo Científico de la UMH analizan el Ranking de Shanghái sobre I+D en centros académicos de todo el mundo

La Universidad Pompeu Fabra, la Universidad de Barcelona y la Universidad Autónoma de Barcelona se encuentran entre las cinco universidades españolas con mejor valoración en el Ranking de Shangái de 2017. Este acreditado ranking clasifica las universidades de todo el mundo principalmente por su capacidad investigadora. Según el vicerrector de Investigación e Innovación de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, Manuel Miguel Jordán Vidal, este ranking ha alcanzado mucho prestigio en el ámbito de la investigación ya que evalúa la calidad de investigadores y estudiantes.

El Ranking de Shanghái se realiza anualmente desde el año 2003 y evalúa más de 1.200 universidades – tanto públicas como privadas – entre las que se seleccionan las 500 mejores. Los criterios que tiene en cuenta este ranking son: premios Nóbel y medalla Fields (máximo galardón otorgado por la academia matemática) tanto obtenidas por sus profesores como por sus alumnos; investigaciones publicadas en revistas académicas de alto impacto, especialmente Nature y Science; investigadores altamente citados y rendimiento per cápita del equipo investigador a tiempo completo respecto al tamaño de la institución, entre otros.

Los gráficos que se muestran a continuación analizan algunos de los resultados del ranking de Shanghai. En primer lugar, se presenta un listado de los diez países con más universidades dentro del top 100 del ranking de 2017. Después, se exponen las diez universidades con mejor valoración en los últimos cinco años.

Asimismo, el análisis se centra en la posición de las universidades españolas dentro del ranking de Shangai: se detalla qué universidades del país aparecen en el ránking de 2017 y, además, cuáles destacan en cada uno de los campos de estudio. Este estudio también valora la aparición de las universidades de España desde 2003. Por último, se contempla la aparición de la Universidad Miguel Hernández (UMH) en el ranking.

Top ten de países en el top 100 del Ranking de Shanghái (2017)

 

En el año 2017, Estados Unidos continúa liderando el ranking con una gran diferencia respecto al resto, un 48% que supone casi la mitad de presencia en el top 100. El país europeo con más fuerza es Reino Unido, aunque se observa una gran distancia respecto al primer país con su 9% respecto al 48% de este. Australia es el tercer país en aparecer, con un 6%, siendo así tres países de continentes diferentes los integrantes del top 3. Suiza es el siguiente con un 5%, seguido muy de cerca por Canadá, Alemania y Países Bajos con un 4% cada uno y Japón, Francia y Suecia con el 3 %. Para encontrar a China, país creador de este ranking, hay que trasladarse hasta el meridiano de la tabla donde comparte un porcentaje del 2% con Bélgica y Dinamarca. Rusia, Noruega, Singapur, Finlandia e Israel ocupan la parte baja de estos 100 primeros países con un sencillo 1%.

Top ten de universidades en el Ranking de Shanghái, comparativa de los últimos 5 años

El top diez de las mejores universidades en el Ranking de Shanghái no presenta grandes cambios en los últimos cinco años. Desde el año 2013 hasta el 2017 las mismas diez universidades se han disputado los primeros puestos, destacando los casos de Harvard y Stanford, ya que la primera ha encabezado la clasificación durante los últimos cinco años y la segunda ha mantenido el puesto de subcampeona durante el mismo periodo de tiempo. En cuanto al resto de universidades (Berkeley, MIT, Cambridge, Princeton, Columbia y Chicago) su clasificación en el top no ha variado de forma significativa y apenas se han desplazado un puesto o dos. Este inmovilismo se debe en gran medida al gran peso que tienen los Premios Nobel y Medallas Fields en el sistema de evaluación del Ranking de Shanghái, contabilizando los galardones ganados tanto por el profesorado como por los alumnos de las universidades. De esta forma se favorece a las universidades más antiguas y de más prestigio. Por tanto, no es de extrañar que Harvard sea la universidad con más premios Nobel (158 en total y 144 computables para el Ranking de Shanghái), entre los cuales se encuentra Adam Riess, ganador del Premio Nobel de Física en 2011. Sin embargo, son reseñables los casos del California Institute of Technology y de Oxford, ya que el California Institute pasó de estar en el sexto puesto en el 2013 a quedar noveno en el 2017, mientras que Oxford ascendió en un solo año (del 2015 al 2016) del puesto número diez al número siete debido probablemente a los ganadores del Premio Nobel J. Michael Kosterlitz (premio de Física en el 2016) y Sir John Gurdon (premio de Medicina en el 2012).

Universidades españolas que aparecen en el último Ranking de Shanghái

  1. Pompeu Fabra
  2. Universidad de Barcelona
  3. Universidad de Granada
  4. Autónoma de Barcelona
  5. Autónoma de Madrid
  6. Complutense de Madrid
  7. Universidad de Santiago de Compostela
  8. Politécnica de Valencia
  9. Universidad Jaume Primer
  10. Universidad del País Vasco
  11. Universidad de Valencia

En el top 500 aparecen prácticamente las mismas universidades españolas que han formado parte del Ranking de Shanghai durante los últimos 5 años (2012-2017). En el podio de esta clasificación destaca la presencia de Barcelona, siendo la Pompeu Fabra y la Universidad de Barcelona primera y segunda respectivamente. La Universidad de Granada se sitúa, por primera vez, en tercer lugar por delante de universidades tan prestigiosas a nivel nacional como la Autónoma de Madrid, que desciende hasta una quinta posición. Respecto al resto de universidades que aparecen en el ranking, su clasificación no varía en gran medida, excepto en el caso de la Universidad de Valencia relegada a una última posición, cuyo descenso es considerable respecto a años anteriores. La Universidad de Zaragoza, presente en este top desde 2012,  desaparece en esta última selección.

Evolución de la aparición de las universidades españolas en el Ranking de Shaghái

 

Respecto a la evolución de las universidades españolas en el Ranking de Shanghai se puede observar que ha sufrido un vaivén constante. En 2003, primer año en el que se efectuó el listado aparecen 13 universidades españolas. Este hecho coincide con el gran aumento del presupuesto destinado a la investigación científica en España se situó en el 1,07% del PIB del país.

Por otra parte, existe una “tendencia inversa en España con respecto a lo sucedido en la Unión Europea. Mientras que en España el gasto público pasa, entre los años 2000 y 2010, del 74,4% al 78,2%, en la Unión Europea (de 21 países) dichas cifras son 85,5% y 76,4%”, según un estudio de Josep-Oriol Escardíbul Ferrá y Carmen Pérez Esparrells en la Revista de Educación y Derecho de la Universidad de Barcelona.

Según el informe del Observatorio del Sistema Universitario de 2015, en el período 2009-2015, los ingresos totales de las universidades públicas españolas disminuyeron un 20,2%. Pese a ello, durante este periodo, las instituciones universitarias han mantenido su presencia en el Ranking. Durante el último año de la legislatura de Mariano Rajoy, se produjo una leve subida del presupuesto de un 0,4%.

Universidades españolas destacan en el último Ranking de Shanghái

Cataluña es la comunidad autónoma española con más presencia en el ranking. En cada área de conocimiento aparece una, o más, universidades catalanas. Entre las que destaca la Universidad de Barcelona, presente en tres de estas áreas. Sin embargo, la universidad mejor posicionada en su rama es la Universidad de Granada; puesto 45 en Tecnología y Ciencias de la computación. Un caso sorprendente ya que en el 2015 se encontraba entre los puestos 101 y 150.

Ciencias naturales y Matemáticas es el área con más representación española, con hasta seis universidades presentes. Un dato destacable cuando hace apenas cuatro años tan solo aparecían tres centros españoles en este campo. En cualquier caso, continúa siendo la Universidad Autónoma de Madrid la mejor posicionada de entre todas las españolas especializadas en estas ciencias.

Aunque España cuenta cada año con más representación en las listas del Ranking de Shangai, ha perdido notablemente su presencia en el campo de las Ciencias sociales; donde en 2014 contaba con cuatro universidades.

En el último ranking, la Universidad Miguel Hernández de Elche ha conseguido entrar por primera vez entre las cien mejores Universidades del mundo en el Área de Ciencia y Tecnología de los Alimentos (Ingeniería), es la decimotercera a nivel nacional. Además, también se ha colocado entre las 400 primeras en Ciencia Agrícolas y en Ciencia de la Biología humana (Ciencias médicas), apartado en el que se ha posicionado entre las 8 mejores de España. Según Manuel Miguel Jordán Vidal, estas son las ramas en las que más destaca la Universidad ilicitana junto al área de las Ciencias Sociales.

Javier Aguado, Luisa Bernal, Esther González, Christian Marques, Javier Oliva, Sara Sarrión y Alfredo Teja

Gabriel González Pavón: “La tecnología del Instituto de Instrumentación para la Imagen Molecular (I3M) es sin duda la mejor tecnología del mundo y, en muchos sentidos, exclusiva para poder tener una imagen en tiempo real en el quirófano”

El director médico de Onconvisión explica cómo nace la Cámara Sentinella desarrollada por el I3M

Gabriel González Pavón / Foto: cedida por Gabriel González Pavón

Gabriel González Pavón, licenciado en medicina y cirugía por la Universidad de Barcelona es el director médico de Oncovisión, empresa líder en desarrollo y comercialización de equipos para diagnóstico por imagen y tratamiento del cáncer. Entre sus productos clínicos incluye una gamma cámara intraoperatoria única en el mercado denominada Sentinella y un revolucionario equipo para el diagnóstico del cáncer de mama llamado Mammi PET, ambos desarrollados originalmente por el Instituto de Instrumentación para la Imagen Molecular (I3M).

¿Cuál es el origen de Oncovisión?

El nombre oficial de la empresa Oncovisión es Gen-Imaging S A. Oncovisión es un Spin-off  del Instituto de Instrumentación para la Imagen Molecular (I3M) que dirige el profesor José María Benlloch, aunque originalmente la transferencia de tecnología se hacía desde el Instituto de Física Corpuscular (IFIC), anterior instituto al que pertenecía el profesor. Esta spin-off es una empresa que no hubiera surgido si no existiera la tecnología original común a la gamma cámara Sentinella y el PET (por las siglas en inglés de Positron Emission Tomograhy) dedicado al diagnóstico del cáncer de mama que se llama Mammi, y también en la investigación pre-clínica en equipos llamados Albira.  La tecnología del I3M se ha transferido y se ha  convertido en productos que se están comercializando en más de cuarenta países alrededor del mundo. En el caso de Sentinella se ha utilizado con éxito en más de cien mil pacientes con cerca de treinta tipos  de cáncer.

¿Qué es lo que hace que estos equipos sean mejores que otros utilizados en el mismo campo?

La cámara Sentinella es el componente principal de un equipo para hacer cirugía radioguiada, y permite  ver cuál es la extensión de tumores malignos. El proceso consiste, en primer lugar, en utilizar una inyección de material radioactivo de muy baja dosis sobre la zona donde está el tumor. La manera en que el organismo de las personas se defiende de tumores e infecciones se parece a los compartimientos casi estancos de los barcos, que corresponderían a las partes de nuestro cuerpo.  Cada zona está vigilada por uno o varios ganglios linfáticos. Cuando hay un tumor en cualquier órgano del cuerpo se inyecta en la zona apropiada a cada caso esa pequeña dosis de radiación, que es equivalente a la que se recibe tomando el sol durante pocas horas en la playa, con lo que incluso se puede utilizar en mujeres embarazadas, ya que carece de daño potencial. Esa inyección de radiación va a drenar a los ganglios linfáticos del área a la cual se ha aplicado la dosis, para permitir a la cámara Sentinella detectar si el tumor ha drenado a esos ganglios, lo que se confirma realizando una biopsia de cada uno de ellos. El sistema de drenaje de los tumores es primero a los ganglios locales y luego a ganglios regionales más lejanos; si el tumor no ha drenado a los ganglios locales esto quiere decir que no se ha extendido. Por eso la cirugía radioguiada es mínimamente invasiva, al evitar tener que quitar todos los ganglios linfáticos para analizarlos y solo extirpar aquellos a los que pudo haber drenado el tumor.

¿Cuál es el procedimiento al que sustituye la cámara Sentinella?

Si tomamos como ejemplo lo que se hacía antes en un tumor en la mama, el procedimiento previo era extirpar el tumor de la mama o la mama completa y quitar la mayoría de los ganglios de la axila. Se estaba trabajando de una manera muy agresiva. Se producía con mucha frecuencia un problema denominado Linfedema, que es cuando se bloquea el drenaje de los vasos linfáticos y se acumula líquido, en este caso en el brazo del lado en el que se quitaron los ganglios de la axila. Muchas mujeres, tras la extirpación de tumores de mama se producían un Linfedema que podía llevar el brazo a tener casi el diámetro de la pierna, algo muy molesto, e incluso causar discapacidad. La cámara Sentinella permite encontrar cualquier ganglio linfático, por pequeño o profundo que sea, evitando las alternativas más primitivas que eran las cirugías ‘a ojo’ basándose en conocimientos anatómicos.  Cada persona es diferente, y con Sentinella se puede hacer por fin cirugía a medida.

“La cámara Sentinella  permite encontrar cualquier ganglio linfático por pequeño o profundo que sea, evitando las alternativas primitivas que eran las cirugías ‘a ojo’ basándose en conocimientos anatómicos. Con Sentinella se puede por fin hacer cirugía a medida” 

¿Cuándo nace la cámara Sentinella y quiénes intervinieron directamente en su fabricación?

Lo que se llama prueba de concepto se produjo entre el año 2003 y el año 2006.Tras obtener aprobaciones regulatorias y cuando ya se había evaluado en hospitales en Valencia y Barcelona, pasó a utilizarse también en Madrid y otras ciudades de España, confirmando que hacia una aportación clínica muy importante en numerosos tipos de cáncer. Es entonces cuando la empresa Gen-Imaging cambió a una denominación más comercial, más práctica (Oncovisión). Encontró financiación de capital riesgo (la empresa Española Bullnet Capital) para poder desarrollar el negocio y convertir los prototipos en productos que cumplieran con los estándares exigidos, que se fabricaran de una manera fiable y segura y, sobre todo, que tuvieran en cuenta todas las normas de seguridad internacionales, a la vez que fueran fáciles de usar. El modelo original fue creado por el profesor José María Benlloch y su equipo y el trabajo de desarrollo posterior se hizo desde Oncovisión con cirujanos y médicos nucleares de todas partes de España.

¿Cuántos equipos  de cámara Sentinella se están utilizando actualmente a nivel mundial?     

En España, la cámara está instalada en 38 y en el resto del mundo hay más de cien aparatos al servicio de instituciones de gran prestigio en la Unión Europea, Estados Unidos, Australia, Japón, China y en algunos países de América Latina y Oriente Medio. Nos gustaría que fuera algo a lo que tuvieran acceso pacientes de todo el mundo, y por ello pensamos que nuestro éxito ha sido limitado. Aunque cada año se van instalando numerosos equipos, nos gustaría poder abarcar más, para poder ayudar a más personas, y en ello estamos. Oncovisión era una PYME, empresa pequeña, pero ha ido creciendo y desarrollando otras líneas con las mismas tecnologías, que trabaja directamente en algunos países y en otros lo hace a través de distribuidores. La innovación continuada resulta capital para introducir mejora prácticas, según las van proponiendo médicos nucleares o cirujanos. La nueva tecnología ayuda a que las personas puedan vivir más y mejor, y este es un buen ejemplo. En manos de expertos, Sentinella ayuda a las personas afectadas a superar sus tumores malignos. Es una de esas innovaciones que tienen cada día un impacto enorme para la vida.

¿Cómo describiría usted el trabajo realizado por el doctor José María Benlloch y el I3M?

La historia del profesor José María  Benlloch y la innovación que él ha sido capaz de desarrollar en España, en base a su formación y experiencia como físico en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas Elementales (CERN) en Ginebra, en Massachusetts Institute of Technology (MIT) y en Fermi National Accelerator (Fermilab) en los Estados Unidos y en muchos otros lugares es una de esas historias de las que yo siempre he sido admirador y de la que estoy muy orgulloso de formar parte, porque se ha ayudado a miles de personas y se ha reconocido el mérito de un brillante investigador. El profesor Benlloch ha sido reconocido, entre otros, con el premio de la Fundación Rey Jaime I en la modalidad  “Nuevas Tecnologías” y también con el Premio Nacional de Investigación “Leonardo Torres Quevedo”, del máximo prestigio. I3M es hoy sin duda uno de los mejores centros de imagen molecular del mundo y el profesor Benlloch, su director, siempre ha tenido claro que lo vital en la innovación científica y tecnológica es que tenga una aplicación práctica, su transferencia a la industria, creando futuro, empleo y riqueza. Con esta transferencia, la investigación más avanzada y la ciencia están al servicio de la vida de las personas.

José María Benlloch: “Investigación biomédica hay de muy alta calidad, desafortunadamente no siempre saca partido la industria española”

La actividad del Instituto de Instrumentación para la Imagen Molecular (I3M) narrada por su director    

José María Benlloch / Foto: cedida por José María Benlloch

José María Benlloch es el director del Instituto de Instrumentación para la Imagen Molecular (I3M) actualmente, aunque su formación en física nuclear y de partículas difiere a lo que hace el instituto, Benlloch cuenta con una destacada carrera como investigador tanto fuera como dentro del I3M. Se doctoró en física de partículas en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas Elementales (CERN). Su tesis doctoral consistió en los primeros datos obtenidos de un experimento de colisión de electrones y positrones acelerados a muy alta velocidad y energía. Para medir los resultados del experimento se utilizó un detector parcialmente creado en Valencia; a partir de estos datos, se concluyó la existencia de tres generaciones de neutrones ligeros y también se infirió de forma indirecta la existencia de una partícula elemental llamada quark top. Tras concluir su primera estancia post doctoral en el Fermi Nacional Accelerator Laboratory (Fermilab) en Estados Unidos regresó a España y se dio cuenta de que lo que aprendió en  detectores de partículas podría ser bastante útil para la medicina.

¿Cuál es el propósito a largo plazo de la actividad que realizan como institución?

A nosotros lo que nos gustaría a largo plazo es cada vez tener mayores ideas y contribuir al diagnóstico, a un diagnóstico mejor, más preciso y anterior, más precoz de distintas enfermedades. Estamos fundamentalmente interesados en el cáncer pero también en enfermedades mentales, tenemos un proyecto europeo que coordinamos nosotros de detección temprana de esquizofrenia y de otros problemas mentales como la depresión severa e incluso en el futuro nos gustaría contribuir al tratamiento. Estamos empezando a hacer algunas cosas con ultrasonidos y con nanoparticulas.

“Estamos fundamentalmente interesados en el cáncer pero también en enfermedades mentales, tenemos un proyecto europeo que coordinamos nosotros de detección temprana de esquizofrenia y de otros problemas mentales como la depresión severa e incluso en el futuro nos gustaría contribuir al tratamiento”

El instituto tiene su origen en la física de partículas. ¿Es una iniciativa de la Universidad Politécnica de Valencia o tiene algún otro origen?

Es una iniciativa del rector de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), al que yo pertenezco. Anteriormente yo pertenecía a otro instituto del CSIC, el Instituto de Física Corpuscular (IFIC), entonces en ese sentido también tiene origen en ese instituto que se dedica justamente a la física de partículas y donde hice mi tesis doctoral y me formé inicialmente, luego continué mi formación en el CERN y en el Fermilab en Estados Unidos. Posteriormente el rector de la Universidad Politécnica de Valencia, el CSIC, el delegado del CSIC en Valencia y el presidente del CSIC llegaron al acuerdo de crear este instituto.

¿Cuánto tiempo llevan en esta actividad? 

En la actividad del PET llevamos aproximadamente desde el año 1998, es decir,  casi veinte años. Otras líneas de investigación son más recientes, hemos trabajado alrededor de 3 años en resonancia magnética y en ultrasonido un año a partir de la incorporación de una persona que había estado algún tiempo investigando en ese campo; en rayos X, TAC, etc, llevamos mucho tiempo, a lo mejor unos diez o doce años.

¿Cuentan con el apoyo de alguna institución privada?

Contamos con financiación privada a través de proyectos y contratos, tenemos muchos contratos de empresas privadas para desarrollar equipamiento.

¿El personal que conforma el instituto tiene una formación en física o cuentan con personas que se dedican a la ciencia médica?

Tenemos muchos físicos en el instituto e ingenieros, fundamentalmente ingenieros electrónicos e informáticos y algún ingeniero mecánico. Médicos desafortunadamente no tenemos en el instituto, sin embargo trabajamos conjuntamente con ellos en los hospitales, es decir, nosotros pensamos que es de vital importancia trabajar con los médicos porque al final son los usuarios de los aparatos que desarrollamos por lo cual es importante que desde el principio intervengan en el diseño para que sea ergonómico y para que sea útil. Entonces sí trabajamos con médicos, pero no dentro del instituto.

¿Cuáles son los hospitales de Valencia que colaboran con el instituto?

El Hospital la Fe de Valencia es un hospital que comparte actividades de investigación con la Universidad Politécnica de Valencia y la Universidad de Valencia, pero también hemos trabajado con el Hospital Clínico, con el Hospital General y con el Hospital Universitario Doctor Peset. Fuera de Valencia también hemos colaborado con muchos hospitales, en  Europa y en Estados Unidos; en Europa con el Netherlands Cancer Institute que está en Amsterdam  y se dedica a la oncología, también con la Universidad de Karolinska (Instituto Karolinska) de Estocolmo y en Estados Unidos con el Massachusetts General Hospital, con la Clínica Mayo, es decir, hemos colaborado con muchos hospitales también.

¿Los equipos que han fabricado están siendo implementados o están en una etapa de desarrollo o de investigación?

Estamos en una etapa de desarrollo en la parte de tratamiento, en la parte de diagnóstico hay muchos equipos que están ya en los hospitales.

¿Puede mencionar algún equipo que ya esté siendo utilizado?  

El primer equipo que hicimos era una cámara pequeñita, una gamma cámara para la detección del ganglio centinela en intraoperatorio, esto lo utilizan los cirujanos para encontrar rápidamente dónde están los ganglios durante la intervención quirúrgica. Los ganglios están conectados directamente con el tumor y por lo tanto podrían tener una metástasis tumoral. Este aparato se encuentra en muchos hospitales de España, diría que por lo menos treinta hospitales de España lo tienen y también fuera de España, a lo mejor en total puede haber ciento cincuenta hospitales que tienen esta cámara. También existe un mamógrafo que desarrollamos aquí para la detección de tumores mamarios y está siendo implementado en muchas partes del mundo como por ejemplo China, Japón, Taiwán y Singapur.

¿España se encuentra en este momento bien posicionada en cuanto a investigación en el campo de la medicina?  

En el campo de la medicina desde luego hay muchos investigadores excelentes y en el campo biomédico; de hecho en España la mayoría se dedica al campo biomédico, en cambio lo nuestro es más bien ingeniería, ingeniería biomédica y no la pura biomedicina. Investigación biomédica hay de muy alta calidad, desafortunadamente no siempre saca partido la industria española, sino que de estas investigaciones se favorece muchas veces la industria extranjera; en la actualidad esto está empezando a cambiar, comienzan a surgir empresa biomédicas en España. Con relación a la ingeniería biomédica o física médica también está muy bien posicionada, no solo por nuestro instituto también por otros grupos de España reconocidos internacionalmente.

César David Vera-Donoso: “Nosotros, por suerte, tenemos la ventaja de contar con el I3M, que es un centro muy potente de científicos, para encontrarle soluciones a los problemas de los enfermos”

El coordinador del Comité de Tumores Urológicos del Hospital La Fe cuenta su experiencia como colaborador del Instituto de Instrumentación para la Imagen Molecular (I3M) y como usuario de la Gamma Cámara Sentinella

Dr. Vera-Foto/Unidad de Comunicación del Departamento de Salud del Hospital La Fe de Valencia. Foto: cedida por el Dr. Vera

Desde el año 1992, coordina el Comité de Tumores Urológicos del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia y, desde el año 1990, forma parte del Equipo de Trasplante Renal del mismo hospital. Su tiempo no asistencial lo dedica a la investigación traslacional en busca de soluciones a los problemas de sus pacientes, a la vez que coordina un grupo multidisciplinar que integra 4 áreas de investigación, en colaboración con el Centro de Investigación Príncipe Felipe (Laboratorio de Regeneración Tisular y Neuronal) y la Universidad Politécnica de Valencia (Instituto de Ciencia y Tecnología Animal, Instituto de Tecnología QuímicaConsejo Superior de Investigaciones Científicas CSIC e Instituto de Instrumentación para la Imagen Molecular I3M).

Ha sido usuario de la cámara Sentinella desarrollada por el Instituto de Instrumentación para la Imagen Molecular (I3M) durante mucho tiempo ¿Cuándo comienza exactamente a utilizar esta herramienta?

Comenzamos a utilizar esta herramienta en la rutina clínica aproximadamente en el año 2013, cuando iniciamos nuestra validación de la técnica de ganglio centinella en el cáncer de próstata, en el Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia. En el Servicio de Urología, al que yo pertenezco, y en el cual dirijo el Comité de Tumores Urológicos apostamos por la cirugía radioguiada; es decir, la cirugía en la cual el médico se encuentra guiado por la señal que emiten los trazadores que hemos inyectado al paciente con anterioridad. Es una técnica que está en auge en muchos campos. En ella introducimos un trazador en la próstata del paciente por vía transrectal, denominado tecnecio 99 (99Tc), que nos va a marcar la diseminación del trazador y nos va a pintar los ganglios linfáticos, denominados ganglios centinella; estos son los primeros ganglios donde teóricamente podría derivar el cáncer de próstata, en caso de que se diseminara por vía linfática. Para ello, utilizamos la gamma cámara en diferentes fases del procedimiento. El día que inyectamos el trazador (99Tc), lo hacemos bajo guía doble de imagen; por una parte, un ecógrafo transrectal nos identifica la próstata y por otra parte, la gamma cámara sentinella nos permite visualizar que el trazador quede perfectamente incorporado dentro del tejido prostático, sin fuga hacia la vejiga o hacia otras estructuras anatómicas. Al día siguiente, es cuando operamos al paciente utilizando la gamma cámara Sentinella, para localizar en primera instancia todos los ganglios centinella que hemos de extirpar. Es como si fuera una visión del google map, y con esa información comenzamos a trabajar guiados por un contador geiger, que es una sonda gamma que indica la coincidencia de la información que nos da la Sentinella y que nos da el SPECTAT que es hecho el día anterior. Ese ha sido el uso inicial de la gamma cámara sentinella en nuestra especialidad.

¿Qué ventajas se han obtenido a partir de su implementación que quizás no existían antes de su utilización?

Con respecto a las técnicas usuales de linfadenectomía, es decir, en la extirpación de los ganglios linfáticos, en el cáncer de próstata, permite ahorrar 3 de cada 4 linfadenectomías. Te ahorras en 3 de cada 4 pacientes una hora o cuarenta minutos de cirugía, eso es dinero pero también te ahorras la morbilidad o efectos secundarios del procedimiento. Una linfadenectomía es extirpar todo ganglio linfático que usualmente va adherido a los grandes vasos sanguinos iliacos, es un procedimiento que tiene sus efectos secundarios y tiene sus riesgos. Si te ahorras 3 de cada 4 pacientes en realizar toda deserción quirúrgica, evitas problemas.

Usted ha formado parte del Hospital La  Fe durante casi tres décadas. ¿Conoce de cerca la actividad de investigación  que comparte el Hospital La Fe con el I3M y Universidad Politécnica de Valencia?

Efectivamente, ¡qué mayor estoy! .Casi tres décadas, porque entré de residente a este hospital, aunque yo soy de América. Mi tiempo no asistencial en el hospital lo dedico a la investigación; tengo un grupo propio de investigación, en el cual están incorporados varios miembros del Instituto de Instrumentación para la Imagen Molecular (I3M). Hay médicos nucleares, hay biólogos, hay químicos y profesionales de diferentes área de la investigación, para conseguir objetivos multidisciplinares que nos integran para un propósito común. La investigación se realiza desde el Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital La Fe, es decir, que el canal adecuado e imprescindible es el Instituto; sin embargo, yo estoy en el hospital porque soy médico y cirujano urólogo y toda mi actividad asistencial con pacientes es la del hospital.

¿Por lo tanto no tiene nada que ver con las investigaciones que hace el I3M directamente, solamente es usuario de los aparatos que ellos desarrollan?

No, justamente lo contrario. Esto es una visión nueva, me encuentro trabajando en un proyecto de investigación con el I3M, teniendo en cuenta que el I3M está lleno de gente maravillosamente formada, gente con mucha potencialidad científica. Pero los que tenemos los problemas somos los médicos y los pacientes, estamos en la primera línea de batalla con  los padecimientos; pues el médico es el que tiene que generar la inquietud en los investigadores básicos y en los científicos, para resolver los problemas que tenemos con los pacientes. Nuestra aportación con los pacientes es realmente de inicio y vamos acompañando a los científicos en el desarrollo de soluciones, es decir, el científico no sabe los problemas que tenemos nosotros, lo sabemos nosotros y lo sufre el enfermo; entonces, esas limitaciones son las que va a resolver el científico de manera colegiada con los médicos que estamos en la práctica diaria. Esto es un camino muy interesante, no es nuevo, porque se ha hecho desde hace un siglo pero por muy poca gente. Nosotros, por suerte, tenemos la ventaja de contar con el I3M, que es un centro muy potente de científicos, para encontrarle soluciones a los problemas de los enfermos. Entonces, nosotros planteamos los problemas y ellos van desarrollando las soluciones, nosotros vamos adaptándolas y vamos probándolas a ver en qué termina la idea. Es un campo precioso de colaboración, yo no soy un usuario común del tema, trabajo generando ideas junto a ellos y en la gamma cámara sentinella misma, en el año 2004 o 2003, estuve en las publicaciones porque ya comenzábamos a ver para qué podía servir.

¿Considera usted que la tecnología para el diagnóstico médico se está desarrollando conforme a la necesidad actual o piensa que hace falta mayor inversión? 

Inversión hace falta siempre. En ese sentido el sistema americano tiene una ventaja, y es que nos permite desarrollar muchas más soluciones. Aquí, en Valencia, la verdad es que estamos consiguiendo avanzar en muchos detalles, en varios campos de investigación. En las líneas en las que yo trabajo nos cuesta muchísimo conseguir fondos, pero tenemos la ventaja de la alianza con el I3M que es un grupo muy potente de investigación, con mucha inquietud, con mucho prestigio, y juntos vamos avanzando. Podría decir que siempre son necesarios fondos que apoyen la investigación, pero también hay que decir que no podemos quejarnos. Vamos avanzando poquito a poquito en desarrollo y creemos que serán importantes.

“En las líneas en las que yo trabajo nos cuesta muchísimo conseguir fondos, pero tenemos la ventaja de la alianza con el I3M que es un grupo muy potente de investigación, con mucha inquietud, con mucho prestigio, y juntos vamos avanzando”

¿Hasta qué punto la tecnología está suponiendo una herramienta fundamental para la lucha contra el cáncer, es decir, está cumpliendo su rol o usted piensa que podría mejorarse?

La tecnología está avanzando de modo adecuado. Aunque también creo que falta interacción entre los médicos como usuarios finales y los científicos que generan tecnologías, para que trabajen en conjunto; de esta manera se puede aprovechar al máximo el recurso material que existe, es decir, los fondos. Naturalmente, un científico que está en su laboratorio no percibe lo que buscamos con los enfermos, no lo puede percibir porque no lo ve. Nosotros los médicos, en mi caso que trabajo con el cáncer, veo cómo pierdo pacientes por esta enfermedad, eso supone un feedback muy especial que nos retroalimenta para seguir intentando la búsqueda de tratamiento y de diagnóstico temprano.

Están desarrollando un nuevo proyecto con el I3M. ¿En qué consiste?

Con el I3M llevo 4 o 5 líneas de investigación. Estamos bastante avanzados en el diseño de un PET (por las siglas en inglés de Positron Emission Tomography), tomógrafo emisión de positrones portátil dedicado solamente a la próstata, para generar imágenes fiables del cáncer de próstata. Este es un problema relavante que tenemos, porque el cáncer de próstata no nos da una imagen médica segura para tratarlo. Por lo tanto, en estos momentos, en la práctica médica diaria, hay que quitar o hay que irradiar toda la próstata, porque no sabemos cuál es el volumen del tumor. Con el proyecto denominado PROSPET, estamos intentando conseguir una imagen fiable de lo que es este tipo de cáncer.

¿Cuál es su rol fundamental en el proyecto? 

Yo soy el principal coordinador del proyecto, que está financiado por el Instituto Carlos III de Madrid, el Ministerio de Economía y los Fondos Europeos de Desarrollo. Parte de la idea es nuestra. Coordino al grupo de físicos del I3M y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España,  a los investigadores del Hospital La Fe, los médicos nucleares, los radiofísicos y urólogos. También estoy coordinando las discusiones y la elaboración de los modelos. Hemos hecho tres versiones de modelos, así avanzan los proyectos y los ensayos, hasta que lleguemos a un modelo final. Cuando ya esté listo el dispositivo final tenemos que hacer las validaciones clínicas. Pero la verdad es que es una interacción, nos reunimos, vienen todos los físicos del I3M, los médicos nucleare y los urólogos, nos sentamos alrededor de una mesa y vamos discutiendo como  avanza el proyecto.

Ciencia a contracorriente

Cinco científicos españoles muestran la realidad actual de la investigación y hacia dónde se dirige

Cuesta abajo. El río, demostrando la ley de la gravedad, sigue su camino hacia el mar. 1.332 millones de kilómetros cúbicos de agua lo acogen y disfrazan de océano. Está perdido, las moléculas de agua que antes se agolpaban una al lado de la otra ahora están separadas. No volverán a unirse entre ellas. Sin embargo, las hay luchadoras. Van a contracorriente. No quieren dejarse llevar, se resisten. Algunas lo consiguen. Para otras, la fuerza ha podido con ellas. Aun así, no se dan por vencidas.

Esta es la situación por la que actualmente atraviesa la investigación científica en España, nadando en el sentido contrario al que se le quiere imponer, evitando empujones y tratando de que la corriente no se lleve todo lo conseguido hasta ahora. Corriente que, desde hace unos años, ha ganado velocidad en un cauce cada vez más estrecho y empinado en el que parece no caber más agua. Los científicos españoles, esas moléculas de H2O que no quieren ser arrastradas, trabajan por mejorar un país en el que la gran mayoría de habitantes desconoce cómo, por qué y para qué lo hacen. Su oficio, sin embargo, repercute en beneficio de todos.

Así lo defienden cinco investigadores españoles a los que, a pesar de pertenecer a diferentes campos y trabajar en cuatro comunidades autónomas distintas, muchas de sus experiencias les unen. Desconocían las dificultades a las que tendrían que enfrentarse cuando comenzaban. Más aún que estas fueran a empeorar. Con los años, finalmente, su experiencia les ha enseñado que en el camino hay más piedras de las que hubiesen imaginado. Sus trayectorias, tan distintas y parecidas a la vez, también les han hecho ver que España es un camino adoquinado en el que es difícil caminar sin que el pie tropiece.

Están llenos de ideas, proyectos que permitan que la sociedad española, esa para la que son unos desconocidos, tenga una vida mejor. Son conscientes de que queda mucho trabajo por delante. Esta dificultad, esta enorme roca, no les desmotiva. Cogen fuerzas para intentar moverla. Algunos lo han pasado mejor, otros, peor, pero todos tienen algo que decir. Todos desean enseñar a la sociedad que están ahí para ellos, que necesitan su apoyo y que la única manera de avanzar es hacerlo juntos. No quieren ir cuesta abajo y que el torrente, la tendencia actual, pueda con ellos.

ANA BELÉN ROPERO. LA DIFICULTAD PARA CONSEGUIR PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN

Ana Belén Ropero intenta que los españoles aprenden a elegir los alimentos.

La profesora de nutrición de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche Ana Belén Ropero Lara (Ibi, Alicante, 1973) sabe lo que es sentirse atascada en el sistema. Tras pasar en el extranjero más de tres años, volvió en 2005 a España. Sin embargo, acabó con un contrato postdoctoral en el mismo grupo de la UMH en el que estuvo realizando su tesis.

Hasta el año 2011, cuando ya sumaba 15 años como investigadora, Ropero estudió el papel de los estrógenos en la regulación de la glucosa en sangre. Con ganas de iniciar su propia línea de investigación e “independizarse” [de su grupo], ese año solicitó financiación para un proyecto en un par de ocasiones. Sin embargo, las duras exigencias que desde entonces rigen la concesión de las ayudas impidieron que así fuera y que, un año más tarde, decidiera dejar completamente la investigación.

Debido a esas circunstancias, sumadas a la influencia de un compañero, su vida dio un giro. Junto a una colega del área de nutrición de la UMH, decidió poner en marcha un proyecto que nada tenía que ver con lo que había hecho hasta el momento: Badali, una base de datos que recoge información nutricional de alimentos e incluye recomendaciones de consumo.

“La sociedad no sabe lo que hacemos, con lo cual los gobernantes tampoco”, sostiene Ropero

Este blog de divulgación científica, en el que se encuentra inmersa actualmente, le hizo darse cuenta del posible origen de algunas de las principales dificultades en la I+D española: “Conforme comencé a meterme en este mundo, me iba dando cuenta de que esos problemas que teníamos en investigación tras las crisis eran porque realmente la sociedad no sabe lo que hacemos, con lo cual los gobernantes tampoco”. De hecho, la también profesora de la UMH asegura que durante su etapa como investigadora no se vio capaz de contar a su madre en qué trabajaba “porque no lo iba a entender”.

Para que esta situación mejore, la ya reconocida divulgadora parece tener claro qué es necesario hacer: “Se tiene que formar a la gente mediante divulgación científica, desde entidades institucionales y sobre temas que ya estén muy afianzados y estudiados”.

LUISA MARÍA BOTELLA. VOCACIÓN PARA MANTENERSE

Luisa María Botella Cubells

Luisa María Botella lleva años investigando la enfermedad rara HHT.

El de Luisa María Botella (Valencia, 1959), científica del Centro de Investigaciones Biológicas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CIB-CSIC), es el ejemplo de que la vocación lo puede [casi] todo. Por recomendación de sus padres, pues ella quería ser docente, Botella decidió estudiar la carrera de biología, “aunque por aquel entonces las salidas eran incluso más oscuras que ahora”, reconoce. Ahí conoció la genética, momento en que se dio cuenta de que eso era lo que quería para su vida.

Tras varios años dedicada a la investigación básica con insectos, y durante los cuales se vio sin dinero y sin proyecto en una ocasión [no sería la última], la bióloga descubrió su verdadera pasión: la Telangiectasia Hemorrágica Hereditaria (HHT) o síndrome de Rendu-Osler-Weber, una enfermedad rara que hasta el año 2001 no había sido estudiada. Esta circunstancia no era nada excepcional, pues como Botella recuerda “por aquella época había poca financiación para su estudio [el de las enfermedades raras]”.

Debido a la crisis, la investigadora se vio por segunda vez sin financiación y sin proyecto

Después de mucha insistencia, pues la investigadora no podía dejar de pensar en los pacientes de HHT, consiguió reunir todo lo necesario para investigar la enfermedad: el dinero, el proyecto, el personal, los pacientes y los médicos. Tal y como asegura, esto supuso “la época dorada del laboratorio”. No obstante, la crisis hizo estragos en todo lo conseguido hasta la fecha y, en el año 2011, se vio de nuevo sin financiación, sin un proyecto de investigación y con tan solo una compañera en el laboratorio.

Su vocación, ya claramente encaminada hacia el estudio de esta enfermedad, no le dejó tirar la toalla: Botella se presentó en 2012 al concurso de televisión Atrapa un millón, emitido por Antena3, para conseguir dinero y donarlo a la Asociación de Pacientes de HHT, creada en 2005. Los 15.000 € que logró ganar supusieron, tal y como asegura, “la semilla para hacer más cosas”.

Y así fue, pues poco más tarde la bióloga participó en una campaña de difusión de HHT con los medios, que tuvo como resultado una serie de “donaciones solidarias”. El laboratorio de Botella, quien considera de vital importancia hacer llegar la información a la sociedad para el buen funcionamiento de la investigación, comenzó a ser el de antes.

DIEGO GUTIÉRREZ. EL EJEMPLO DE QUE ESPAÑA NO SIGUE EL RITMO A EUROPA

Diego Gutiérrez es experto en realidad virtual.

Películas como Parque Jurásico (1993) o Toy Story (1995), la primera creada por completo con efectos digitales, despertaron el interés de Diego Gutiérrez Pérez (Zaragoza, 1970) por la informática gráfica. Años más tarde, Disney, una de las productoras de la cinta sobre juguetes animados, reclama sus servicios.

El investigador de la Universidad de Zaragoza ha conseguido, además, llamar la atención de otras importantes compañías e instituciones estadounidenses como Adobe y la NASA, la cual se interesó por una cámara que el grupo de Gutiérrez creó en 2013, en colaboración con el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), para conocer la estructura interna de nuestro satélite. “Es tan rápida que se puede ver luz en movimiento. La NASA pensó implementar esta tecnología para mapear las cuevas de la luna en lugar de mandar un astronauta”, asegura Gutiérrez, quien también imparte clases en la institución aragonesa.

“Ningún político ha apostado por la investigación, nunca”, sentencia Gutiérrez

Un poco más cerca, en Europa, el trabajo del investigador tampoco ha pasado inadvertido: el pasado año el Consejo Europeo de Investigación (ERC) le concedió un proyecto de 1,7 millones de euros para estudiar los posibles vínculos entre el mundo físico de la luz y la forma en que nuestro cerebro interpreta las imágenes. Cuando nos acercamos más en el mapa, sin embargo, la situación cambia. “Esta es una cantidad de dinero que está muy por encima de lo que consigues en España. Todos tenemos que hacer malabares con el dinero que podemos conseguir aquí. Cada vez está más difícil y ningún político ha apostado por la investigación. Nunca. En Europa es diferente”, señala el profesor.

A pesar de las condiciones actuales en las que lamenta se encuentra la I+D+i en nuestro país, donde cree que hace falta «promover la buena investigación» e “inspirar a la sociedad” para que estudie carreras científicas y tecnológicas, Diego Gutiérrez ha rechazado propuestas para irse al extranjero. “No es tan extraño. No todo el mundo quiere irse. Hay gente que sí y me parece muy bien. La pena es la que quiere quedarse y se ve obligada a irse porque aquí no hay nada. Hay muchos que tomamos la decisión de quedarnos porque valoramos muchas otras cosas. Cualquier decisión es perfectamente válida y respetable”, defiende el zaragozano.

MARÍA BLASCO. LA IMPORTANCIA DE ESQUIVAR OBSTÁCULOS Y DESPERTAR VOCACIONES

María Blasco es una de las pocas mujeres que dirigen un centro de investigación español. /CNIO

Confía en que la inmunoterapia, a la que hasta hace poco “no se le había prestado mucha atención”, sea la alternativa del futuro para combatir el cáncer. No lo afirma cualquiera, pues actualmente ostenta el cargo de directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). Sin embargo, el suyo tampoco ha sido un camino fácil, debido a “las dificultades, barreras y sesgos” a los que asegura que han de enfrentarse las mujeres a lo largo de su vida. Aun así, María Blasco Marhuenda (Alicante, 1965) ha conseguido escalar por la pirámide laboral y demostrar que hay estereotipos que no siempre resultan ser ciertos: “Cuando pensamos en científicos, pensamos en hombres, sin embargo, la ciencia está hecha mayoritariamente por mujeres”, afirma la investigadora.

“Ahora es más difícil que hace una década atraer talento o encontrar financiación”, asegura Blasco

Por primera vez desde que Blasco volvió de su estancia postdoctoral en Nueva York en 1997, su grupo ha sufrido una disminución de tamaño, lo cual ha afectado al número de proyectos que pueden realizar. “Ahora es más difícil que hace una década atraer talento o encontrar financiación, nos afectan unas políticas muy restrictivas de contratación de personal que nos hacen ser menos competitivos. Esto es una indicación de lo mal que está la situación”, señala la directora del CNIO, quien en 2014 formó parte de la primera Selección Española de Ciencia, elaborada por la revista QUO, junto a investigadores de la talla de Juan Luis Arsuaga o Margarita Salas.

No obstante, la científica se muestra optimista y está convencida de que España es un país que “importa en el mundo de la investigación”. Además, Blasco confía en el potencial de la divulgación científica para lograr un acercamiento entre la población y los investigadores. “Ya no solo es importante lo que investigamos, sino que lo comuniquemos de forma efectiva, que hagamos partícipe a la sociedad de nuestro trabajo”. De esta forma, tal y como afirma, se pueden “tender puentes para formar, informar y despertar vocaciones”.

Para conseguir tal propósito, la investigadora sugiere varias medidas: “Lo primero que habría que hacer es mejorar la educación científica. Algo que también ayudaría sería aumentar los espacios dedicados a la ciencia en los medios de comunicación. Por nuestra parte, investigadores y centros de investigación debemos abrirnos a la sociedad en la medida de lo posible.

ALBERTO RUIZ. LA DEDICACIÓN PARA LOGRAR OBJETIVOS

Alberto Ruiz es catedrático en la Universidad de Cantabria.

Dos años más tarde, en 2016, nos encontramos con otro de los elegidos para formar parte de la Selección Española de Ciencia. Alberto Ruiz Jimeno (Logroño, 1952), catedrático de Física Atómica, Molecular y Nuclear de la Universidad de Cantabriacolabora con el que califica como “posible centro de referencia mundial en investigación científica”: la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN). 

Todos y cada uno de los logros que acumula le han enseñado que trabajar duro tiene recompensa. “Los problemas se van superando con la dedicación y la perseverancia, nunca hay que rendirse”, asegura el investigador. De hecho, reconoce que llegar a su posición actual no ha sido una tarea fácil, sino fruto de su gran empeño. “He tenido que trabajar con mucho tesón y a la vez entusiasmo, porque siempre he creído en lo que hacía. Lograr un puesto permanente en la universidad era muy difícil cuando yo terminé el doctorado, como lo es ahora mismo, pero finalmente llegó”, afirma el también coordinador de la Red Temática Nacional de Futuros Aceleradores.

Ruiz opina que el principal problema en España es que «se dedica muy poco presupuesto a I+D”

Recientemente declarado el investigador español más citado, el catedrático aparece en más de 1.000 artículos científicos. Su larga trayectoria y sus amplias colaboraciones con algunos de los centros de investigación más importantes del mundo, le han hecho tener una visión muy definida de la ciencia en nuestro país: “Ha avanzado muchísimo, gracias al interés de los propios científicos, su internacionalización y su dedicación. No obstante, el problema que tenemos en España es que se dedica muy poco presupuesto a I+D, sobre todo en los niveles más altos del Gobierno”.

Igualmente, el físico lamenta que los gobernantes no tengan “una conciencia clara de la importancia de la investigación científica, tanto básica como aplicada”, lo cual considera un impedimento para lograr estar “en primera línea de los países industrializados y avanzados”. En su opinión, “un Ministerio de Ciencia sería muy aconsejable”, aunque añade que “no es suficiente con tener un Ministerio, sino que la I+D se considere realmente como inversión y no como gasto”.


Las cinco piedras que, según los investigadores entrevistados, dificultan el viaje por la senda de la investigación española:

1. Disminución de los presupuestos para I+D.

El Proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2017, presentado el pasado 4 de abril a las Cortes Generales y aprobados por el Congreso de los Diputados el 31 de mayo, destina un total de 621,9 millones de euros a investigación científica, 105 millones menos que hace tan solo diez años. Además, estos han sufrido un descenso constante desde 2009 hasta 2016, año en que se vuelven a incrementar en un 5 %.

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2. Visión cortoplacista de la investigación.

En España, los proyectos de investigación no exceden de los tres años para su ejecución, tiempo que los científicos consideran escaso para cumplir con todos los objetivos exigidos. Como ejemplo, las “Consolidator Grant” del Consejo Europeo de Investigación (ERC), ayuda de excelencia obtenida por el investigador Diego Gutiérrez, pueden extenderse durante cinco años.

3. Ausencia de un Ministerio de Ciencia y nula formación científica de los gobernantes.

Desde 1966 hasta 2011, salvo el periodo 1996-2000, la I+D+i estuvo gestionada desde un ministerio cuya denominación hacía alusión expresa a la ciencia, la investigación, la innovación o la tecnología. Con el inicio del primer gobierno de Mariano Rajoy Brey en 2011, y hasta la actualidad, la gestión de la investigación ha corrido a cargo del economista Luis de Guindos a través del Ministerio de Economía y Competitividad, el cual pasa a llamarse desde 2016 Ministerio de Economía, Industria y Competitividad.

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4. Sociedad con una cultura científica pobre.

Aunque en la VIII Encuesta de Percepción Social de la Ciencia, publicada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología en 2017, se refleja un mayor conocimiento científico y tecnológico por parte de la sociedad española, con respecto a la encuesta de 2015, un porcentaje importante aún no tiene claras ciertas cuestiones: un 46,7 % de los encuestados afirmó que los antibióticos curan infecciones causadas tanto por bacterias como por virus, en lugar de únicamente por bacterias; y un 23,7 % aseguró que el Sol gira alrededor de La Tierra, y no al contrario.

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5. Demasiados requisitos para la solicitud de un proyecto de investigación.

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El célebre divulgador científico Carl Sagan dijo una vez: “Vivimos en una sociedad absolutamente dependiente de la ciencia y la tecnología y, sin embargo, la hemos organizado inteligentemente para que casi nadie las entienda”. Estos cinco investigadores, con la fuerza que encuentran en su vocación, seguirán luchando por hacerse entender y por un país que conozca y valore su esfuerzo. Un país donde la corriente no les arrastre, sino les impulse.